Noches de luna llena y diversión (Navajita plateaa )

Tras las publicaciones colocadas en diversos medios (facebook Ayuntamiento, paneles informativos, pregones <cuando a Lechu le sale de los …>) y posteriores inscripciones, nos encontramos en el día marcado y con dos variantes de ruta para el disfrute …

Los mas osados (pandilla de mariquitas) estábamos a la hora prevista (a las 7 de la tarde – a las 7 en punto de la tarde) todos excepto Phineas (los sabíamos) que se hace el importante con su recién adquirida tarea como consorte de una de las editoras del club (que no es moco de pavo) en la Alameda; no voy a decir quienes estabamos (somos muchos) aunque si los artistas invitados; con nosotros estaba Bene, Pepe televisión, Juanito vende gomas y acompañando a er Viti – Sergio coscurro.

Tras las fotos de rigor hechas por el abuelo en el momento de salida, y después del cuarto de hora esperando a que pitara la cámara de fotos otra vez decidimos salir – aunque no sabemos si en la foto salimos todos.

Comienza la ruta de lo más normal y a buen ritmo, ritmo que nos impone la Blanca Paloma capaz de adquirir tal responsabilidad e hinchado como un globo al estilo hurraco por el culo por ser el integrante capaz el solo de llevar a cabo tal cometido. Mientras Benito y el presente van quitando los gerardos de la traza para evitar accidentes del tipo novillero el día del Talajara.

Llegamos al puente amador y ¡desvío! – pero vamos a ver (dice el Presi) con lo fácil y sencillo (como dice Cristian <unos tirafondos …>) que resulta ir por la traza de la vía, y os complicáis por esos montes de Dios …

Pues eso, camino de Aldeanueva por el sitio mas bonito, dura subida (Juan lo dio todo), pero mas fuerte fue la bajada, aunque gracias a que Viti la llevaba subida no se desangró como un guarro el día de su San Martín – se pensaba la zarza que aquel miembro se iba a achicar …

Seguimos pues la expedición camino del puente de la cadena, donde Torres aprovecha para hacernos unas fotos con su mega maquina y Cuerpo que se ha hecho cargo de la del abuelo (que se ha dado la vuelta – esa si que es gorda)

Continuamos hacia la Nava, subiendo con dificultad (algunos), para llegar al pueblo, hacer cambio de cristales (el pijo de er Viti), observar de cerca pero bajos el Mogorro, y tratar de llegar a tiempo para comprar el goloso brazo de quinqui que allí nos suele esperar (ni el sobaco quedaba esta vez).

Bajamos fuerte a la estación por la pista super-conocida, y tras pasar la galería kilométrica y a buen ritmo llegamos a la estación de Pizarrita, punto en el cual nos están esperando los integrantes ansiosos de la formación que recorrerá junto a nosotros, el resto del camino – la vuelta.

Rodeados pues de nuevos ciclistas – amig@s, compañer@s, cachorr@s, parejas … retomamos de nuevo los pedales y vuelta a nuestro punto de partida.

Buen ritmo el que se impuso, la noche (ya de noche) era estupenda, la temperatura magnifica; luces blancas y rojas, delanteras y traseras, delimitaban el convoy con tantos vagones como integrantes …

Accidente! sufrió una de nuestras acompañantes, consorte ella buticaria de nuestro compañero Juanito, y aunque sangre en el vimos gracias a la enfermera compañera de nuestro Ferb (Ferbera) que cargada iba ella con todo un arsenal farmaceutico, fue felizmente solucionado.

Parada en Aldeanueva, por todo lo alto – aunque esta vez por todo lo alto no anduvo Sartenilla que la última vez la lió (se cayó, abolló la sartén y ya no sirve pa la inducción); antes de llegar a este punto, he de decir, y como todos sabemos, que gracias a las directrices que nuestro presi constantemente nos da en cuanto al respeto por el medio ambiente, tres de los integrantes del Club, que hacían la cola del pelotón controlando que nadie se quedará atrás, y tras ver la pobreza en la zona de la jara, pararon a repoblar, plantando un gran y poderoso pino (por lo menos pesaba un kilo), no se trataba de la plantación de semillas, era un pino en tiesto … menuda tarea, llevarle hasta allí, y tratar de llegar luego al grupo a esas escandalosas velocidades – saltaron todos los radares.

Seguimos camino ya del final de ruta, con solo dos paradas más, una en el principio de la traza y otra ya en nuestra tierra para el agrupamiento y llegada al pueblo.

La entrada fue triunfal, solo el cartel de meta faltaba, aplausos en la plaza, vítores por toda la travesía que hasta la meta nos acompañaron … ¡bravo! Gritaba la gente animando al pelotón …

Llegada al punto final y acompañados de la multitud que se agolpaba, para ver semejante pelotón, buscando las firmas de los famos@s ciclistas que allí se hallaban.

El consistorio municipal tubo el detalle de premiar la participación en el local del abuelo, que con nueva camarera (camarera, editora, madre y pareja de integrantes de de la formación <la Tatina>) ansiosa nos esperaba dispuestisima ella a repartir el convite sin igual – aunque esperaba también a su querido Phineas …(lo dejo, sobran las palabras).

Gran velada nos esperó, bebida y comida para refrescar y alimentar los sudorosos cuerpos …

Lo demás está demás, el que quiera saber ¡que esté!; repetiremos la hazaña el año que viene y os esperamos a tod@s y a much@s más, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!

LAS AVES EN OROPESA

Un sábado cualquiera en el lugar de siempre y a la

hora de siempre, pero, ¿dónde está el personal?

Nos presentamos, el incombustible abuelo, y

Paquito con su blanca paloma, Miguel sastre, Mejillons y el que suscribe. Muchísimas las bajas, unos

por vacaciones, otros porque si salgo los domingos

y, otros por rajaos, que por la noche vamos donde

queremos pero a la hora de levantarse…

-¿Dónde vamos?-. Dice el abuelo: vamos a oropesa

que hay una exhibición de aves, pues nada, por el

cordel camino cagalera. Paquito, muy dicharachero,

se pone a hablar con cada uno de los integrantes

de la ruta, ya que ante las notables ausencias del

pelotón buscaba con quién meterse, hasta que le

tocó al Meji. Atravesando el pueblo, salimos por el

polideportivo, esas pistas de pádel, el abuelo que

se queda mirando con ganas de jugar, bueno habrá

que dejarlo para el domingo.

Atravesamos Alcañizo sin perdernos, y con el

aire a favor y un ritmo endiablado, con el Meji

derrochando fuerza, nos presentámos en Oropesa

en un pis-pás. ( –Pero dónde va Meji tan fuerte.-

hoy tengo que reventar que me voy de vacaciones

y tardaré en coger la bici). Y ahí estamos a las

puertas del castillo a las 9:30, no se habían

levantado en Orpesa, y nosotros a comernos el

break. De la exhibición de águilas ni rastro, pero

la blanca paloma nerviosita y desbocá se tira por

los suelos. Hoy va a ser una ruta tranquila, nos

volvemos a casa por la dehesa, pero antes, paseo

por Oropesa visitando una ermita, donde está un

viejecillo, echando wiskas a los gatos, y espantando

a las moscas con una raqueta de pádel, aquí las

cabezas no están muy bien, al final va a tener razón

checharito.

Tras atravesar Torralba y admirar esos verracos

megalíticos y prehistóricos de piedra, a buen ritmo

y con el aire en contra atravesamos la dehesa con

el Meji tirando hasta que una portera de una finca,

nos impide el paso. Pues nada, campo a través por

los caminitos dejados por el ganado, nos pasamos

hasta encontrarnos el camino que nos va a llevar a

Velada, la única incidencia es que Paquito se cae en

un bancal de arena, pero como va el último nadie lo

ve, que listo el tío.

A las 11:30 en Velada, demasiado pronto para irse

a casa, vamos al circuito que propone el Meji, y tras

pasar por casa de su suegra y avituallarnos de agua

fresquita (agua milagrosa recogida de la fuente de

Velada), y la blanca paloma desbocá, otra vez que

se tira al suelo, por tercera vez, con unas ganas

tremendas por hacer el circuito, pero su dueño

hasta las narices de dar pedales, dice:-yo os espero

a la sombra de los árboles en el campo de fútbol.

El circuito, después de hacer la ruta se hace duro

y exigente, sin un metro llano, donde el Meji lo

da todo. Tras recoger a Paquito nos vamos a por

las frescas, ritmo fuerte de Gamonal a Alberche,

y al final crack del Meji, ya se puede ir a gusto de

vacaciones.

Pensando que iba a ser un día tranquilo, pasó a ser

un exigente día de MTB, y para el que no se lo crea,

basta con el comentario del abuelo.

-Hoy vengo tocado-.

Un saludo amigos, nos vemos en las trialeras,

caminos y  bares.

Póntelo – pónselo

De nuevo amanece un día más y van cayendo las bicis con sus jinetes en la alameda. El día parece que va a salir un pelín caluroso, pero es algo a lo que estamos acostumbrados, últimamente los guasas y tras la andanza de la semana anterior andan las conversaciones un pelín calentitas. El día huele más que a ruta – a sed de venganza.

En el sitio de costumbre ya madrugando y con las piernas calentitas estaba esperando er Viti, que tras su fiesta hawaiana, y todavía con algún petalito de las mariquitas flores que colgaban de su cogote la noche anterior adornaba el fresco ambiente matutino con las apestosas vainas que su tubo de escape sutilmente soltaban; también estaba Po-Cholo con el rollo de alambre que encontró la semana pasada en la troje de su abuelo y que tiempos atrás había comprado en el taller de Vicente – recocida como no y dulce (pa los empalmes tipo bici-cross); estaba Meji-Jones repleto de malas ideas, Benito con la garrafa del aceite recién exprimida, el abuelo afeando mis bielas, Largo-te con el cuchillo afilao y brillante, y Pakito super provisto y recién salido de Leroy Merlín (fácil y sencillo!), los hermanos Phineas – Ferb y el presente.

Salimos sin saber muy bien dónde ir,  la cosa iba de Mogorro, pero algún modorro tiró dirección Gamonal, y otra vez pareciendo que el espíritu de GPA sigue latente en el grupo, sin decidir hacia dónde tirar.

Subimos, algunos por primera vez por la cruz del niño, bonita subida que nos conducirá cada uno como pueda, hacia el estanque – portón de entrada a La Encarnación, y de aquí curiosamente sin parar, hasta el camino de la atalaya.

Rápida ascensión la que nos llevó a Mejorada, abriendo caminos – el abuelo (como una moto – grande <igual que la del cuñao de Benito>), detrás de él y espantas por el bullicio (de la moto) dos canales de ricos chuletones subiendo tan rápido como él.

Agrupamiento en Mejorada y bajada por la matamulas buscando al “capitán fanegas” y desvío por el bonito sendero que nos conducirá casi sin caídas (pese a las suplicas del Mejillón) a la cañada real leonesa.

Incidentes los que tenía la mía montura que tras sufrir un cocón – acto seguido, chichón, no pasa nada. Seguimos, y antes de coger marcha, el mayor de los Rincones pincha, ¡y dice que tiene líquido! ¿lo has puesto tú? ¡póntelo! ¡pónselo!, ¿pero cómo va a funcionar, si no hay gota? – reparación, estreno por todo lo alto, blanca paloma saca su sopla gaitas recién estrenada y a echar aire … muy moderna era, pero hay que seguir haciendo el gesto pa que sople …

Seguimos al caminito lere … y poco a poco la llanura se torna cuesta, el Largo-te dolido, rencorosete, saca el cuchillito recién vaciado y ¡chas! primera puñalada, solamente ella soportada muy de cerca por el más veterano de todos acompañado de mojito.

Entrada en Sotillo por goteo – uno – dos – uno – dos – tres – uno y uno andando, Po-Cholo con el rollo de alambre que esta vez no soluciona su avería ¡nuevo pinchazo!; saca la rota y ¡sorpresa! Sin líquido ¡póntelo! ¡pónselo!

Se pone a cambiar y … a lo que está acostumbrado ¡pellizquito! ¡pero que majete!, y mira que se lo estaba diciendo el Largo … ¡que la pellizcas soso!, si es que se creía que era la del mini amarillo …

¡señoras y señores – estimado público! La porteadora Blanca Paloma se saca de la chistera una cámara ¡con liquido! Y préstamo en mano, al más puro estilo de las pólizas de tío, cámara y aire ¡pero qué machote!

Seguimos, y tras llenar los botijos, dura cuesta la que nos espera, y repleta de gente, un autobús – excursión del INSERSO subía delante de nosotros muy rositas ellos buscando ¿supongo? Llegar al punto más alto – aunque fuera andando.

Llegamos a Cervera, no sin que antes nos liara una pequeña emboscada el pequeño – alto de los Rincones, ¡qué jodio! ¡Como se reía! ¡ya caerás! Paciencia.

Fuerte bajada a Pepino, y casi a salto de gamo llegamos a la portiña, Talavera y por el cordel a buscar la vuelta al pueblo. Nuevo pinchazo, esta vez de Meji, pero rápidamente solucionado, un poco de aire – en contra y andando.

Fuerte ritmo el que nos llevó buscando al líder encabezados por el mayor de los Rincones que con sus 74 kg ya se nota la agilidad, y antes de llegar al pueblo, nuevo puyazo del Largo-te intentando dejar las cosas de nuevo claras – es igual, el equipo de los sábados supera con mucho al de los domingos ¡y lo sabes!

A la sombrita del lugar de partida, el abuelo nos preparo unas fresquitas … risas y más risas

En fin compañeros, os espero en otras parecidas a estas, no sin recordaros una vez más … AL ATAQUE!!!