Se necesita poco más que un
rotulador para poder hacer una cruz roja … si, ganas. Todos querían salir,
todos querían hacer, todos, ¿todos? Decían nuestros mayores (se suelen
anticipar a todo lo que nos va pasando) “por la noche todo el mundo va a Madrid
…”
Pues nada, el sábado salieron
¿quién salió?, ¡si es que no han dado ni de qué hablar!; sin embargo el domingo
…
Pues sí, esta semana la elite salió
el domingo; tras el acontecimiento de acto bienvenida al mundo del pequeño
berberecho ¡enhorabuena!, que un poco truncó los planes habituales, se decide
un poco a conveniencia de la mayoría, salir el Sunday.
En la alameda, el Abuelo que
repite (repite … ¿menendes? … ¡otro vino!), el mayor de los Rincones – y dice
que el pequeño se acostó anoche con el periodo “ya me olía a mí”, el clan de los
Largos – como el oso cavernario, pero con bici ¡y 29” el trío de tres!,
Largo-te, Movi-Line y Joaquinón (no ordenados > <, pero si jerárquicamente)
y el presente.
Joaquinón se presenta con una
nueva montura a la cita – Ford Scott – (¡qué contento Texinas), aunque se pensaba
el que iba a estrenar semejante pepino, y resulta que Largo-te y el presente ya
se la habían suavizado ¡con vernel! … juas vaya chasco.
Salimos pues, y viendo la poca participación,
aunque sí muy bien avenida, y sabiendo que el abuelo no pudo disfrutar de la
cita de la vecina formación calerana a favor de la roja cruz, decidimos
intentar repetir la hazaña.
Comenzamos nuestra andadura por
el cordel buscando la vecina arteria verde, y al llegar al puente amador,
salida de por el andén izquierdo, comienzan los sube-bajas. Poco cabe destacar,
excepto que la cuesta que tanto cuesta, posiciona al personal tal cual va a
seguir el resto de la ruta, por orden incluso con nombre y apellidos.
Aldeanueva en un plís, y desvío
buscando el arroyo que cruza cercano a Corralrubio, que esta vez pasamos a pié –
algunos – siempre con el temor de los salpicones de algún gracioso ¡que nos
conocemos!.
Cortamos la antigua carretera
engullida en un pequeño pero importante tramo por el remanso de las tranquilas
aguas del embalse de Azután, y por los bonitos y otoñales parajes llenos del
fresco verdor de esta estación avanzamos buscando el ascenso que largo nos
llevará hasta nuestro punto break.
Cruzamos arroyos, rebaños de
ovejas, tractores cambiando el paisaje, cuesta y más cuesta – kilométrica – y la
fin paramos.
Clases de mecánica in-situ (como
dice Porras – menuda palabra encontró en el diccionario RAE), solucionamos un
par de problemas, nos trasteamos el break, engrasamos y ¡andando!
Cojonuda la bajada – rápida -
¡muy rápida!, llegamos al ancho camino, y nueva avería, esta vez pinta mal, la
verderona que hoy casualmente no tiene cámara incorporada – a posta – nos prepara
una que no sabemos si seremos capaces de solventar; ¡duda! ¿quién dijo duda?
¡si traemos hasta un grupo electrógeno! ¡solucionado!
Subimos la dura cuesta de San
Fernando – unos montados y otros andando – y nos encaminamos a uno de los
sitios más peligrosos de la ruta, dura bajada con peralte resbaladizo … pero,
tranquilidad, experiencia, pericia y mente fría, se afronta y se cumple.
Seguimos camino a Aldeanueva y
entramos de nuevo en la vía … Ricón baja a la canaleja a por agua, mientras
arriba se decide acortar por motivos profesionales-personales (camiones y
camiones de manyorcas que van a subir esta semana a la sierra).
Las piernas de algunos a en este
punto andaban super-cargadas, intentaremos que la vuelta al pueblo sea en plan
tregua … ¿quién lo intentó? … ¡qué dura la vuelta!, ni una sola vez bajó el
cuenta de 30, más bien subió hasta 35 , 36 ¡yo qué sé! ¡qué dura la vía! …
joder con el clan … apretaba uno, el otro más … y había nada más y nada menos
que tres … ¡no se hartan coño!
¡Qué alegría ver la
superestructura que los chalucos están preparando para que den la vuelta los tráiler
y cosechadoras en Calera!
Llegamos de nuevo al cordel, y a
rueda unos de las 29”, otros de la cuadrúpeda del peina, conseguimos llegar más
a trancas que a barrancas a nuestro magnífico pueblo.
¡Qué pasada de ruta!, aún nos
queda por enseñar al abuelo, el tobogán del río, será para otro día.
A los demás, pues nada ¡ánimos!. Espero
nos veamos pronto, en esta y otras, más … me despido una vez más, aunque no sin
recordaros …
AL ATAQUE!!!
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Debo un recuerdo especial a er Viti & Cía.
que nos representó como solo el sabe hacer en la Navalqueña cita, y a la que no
pudimos asistir por motivos varios. ¡Bravo Viti! & Cía.
