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lunes, 7 de diciembre de 2015

LA ORIENTAL A TIRO DE PIEDRA


Cuando el chintófano no tiene para sorprendernos somos nosotros los que le sorprendemos a él; también sabemos buscar y trazar rutas sobre mapa, aunque luego el inteligente de wiki nos diga – cuidadín que el tema no anda claro - ¿quién dijo miedo? “sin pac el marino soy” – dijo ya el Abuelo en cierta ocasión; pues nada, dicho y hecho, a por ello vamos. AL ATAQUE!!!

Temprano era, incluso más que de costumbre; a las 6 a.m. – según Joaqui – ya estaba la furgo en marcha ¡exagerado!; lo que sí es cierto, es que a las 8:00, en la alameda contra todo pronóstico, estaban nada más y nada menos que: el Abuelo – que se había levantado a las 4 – Largo-te con la apestosa manta y el chintófano, que no ha dormido investigando y analizando punto por punto el perfil de la ruta, Benito con su flamante bike y las gafas de ver, Po-Cholo que ha dejado el contenedor cerrado and I. En principio también se iban a unir a la juerga Texinas – que a última hora le han salido asuntos “propios” – y er Viti, que la última conexión ha sido a las 7:27 y ha tenido los santos co…es de no decirnos que venía. Bueno ¡en marcha!

Aun no sabemos de dónde partir, es una lotería, cuando avancemos y veamos el paisaje decidiremos, Largo-te ha descargado la ruta en ambos sentidos para ver sobre la marcha, e incluso otras variantes a la ruta por si fuera necesario acortar por diversos temas ajenos siempre al inicial planteamiento.

Al final, y tras pasar el puente de Puente, uno de los más antiguos, y que a pesar de su actual y pesado tráfico sigue intacto en pié, incluso después de haber visto al cerdo de dos patas meando en él, para que con su micción pueda corroer parte de sus impresionantes y bien tallados sillares  ¡no habrá campo peazo guarro!; pues eso, decidimos que nuestra salida será … Fuentes.

Pasamos La Estrella, con sus fuertes reductores en paso de cebra, nos encaminamos a la pequeña población, sitio de paso de importantes y transitadas cañadas en el Medievo, por grandes rebaños repletos de cabezas de ganado, dejando de lado el granítico paisaje de Cabeza del Conde y al fin, Fuentes.

Vamos bajando bicis y en marcha. Al sol se está bien, pero bajamos por la sombría cañada buscando el río Uso y baja la temperatura, menos mal que el terreno ayuda a que la velocidad sea fuerte, y en menos de 5 minutos llegamos a la orilla. En nuestros pensamientos, está presente el paso de la fluvial arteria, no sabemos si tendremos que llegar al puente o ¡sorpresa! el cauce está prácticamente seco, tan solo corre un hilito – suficiente para mojar la permeables alpargatas de Po-Cholo – pero se deja.

En la otra orilla, a pocos segundos, encontramos un suelo totalmente revuelto, el arado de los agricultores no llega hasta aquí, por contra, el hocico robusto de los salvajes puercos hacen este tipo de estragos buscando bulbos y otras subterráneas comidas dejando este singular aspecto.

Seguimos, debemos ir aumentando la cota, el cambio a platillos producen en las expertas manos de nuestro singular mecánico Largo-te – maestro de quince oficios – un reventón de uña – varios fueron los santos que en procesión bajaron del cielo – pero nosotros debemos seguir subiendo …

¡Subiendo! razón tenía Texinas cuando decía – mucho porcentaje en pocos metros – desde la vía solo saltándola, empezamos tranquilos a subir, el paisaje es bonito, tranquilo ¡nuevo!, a poco llegamos a una recta subida espectacular – superaba la veintena porcentual – muy suelta, no ciclable, al menos hacía arriba. Siguiendo las indicaciones del unido al grupo cazador, decidimos bajar de las burras y subir andando – creo que en sentido contrario no lo hubiéramos pensado, al menos alguno – incluso intimando con él, llegamos a intentar un cambio de bici por rifle ¡tan solo para la cuesta ojo!, y al llegar a todo lo alto, disfrutamos de las hermosas vistas dejadas detrás nuestra tras el paso de la fuerte pendiente, incluso de unos cérvidos que veloces pasaron delante de nuestras narices, y que gracias a la distracción que le íbamos obsequiando a nuestro eventual compañero, no tuvimos que lamentar el sangriento espectáculo que a alguno de los indefensos animales le esperaba.

Continuamos alcanzando cota por el camino medio adecentado que han dejado los cazadores para facilitarles las matanzas – si cabe aún más – y por la semi-raña con vistas en el cercano horizonte de la cercana Nava, por un camino parecido a nuestro cordel, rápido, largo, sin peligro alguno, y alcanzamos la carreterita que une La Nava con La Estrella pasando por Fuentes.

Anduvimos unos cientos de metros por la carreterita hasta que encontramos un desvío que directo, pero fuerte en pendiente, lleno de regueros nos bajó hasta casi el pueblo, no sin que antes la burra del Abuelo retozara y le tirara por todo lo alto hasta dar con sus huesos en el suelo. No hubo que lamentar daños mayores, tan solo puesta en pie y andando.

Llegamos a La Nava de Ricomalillo, rodeados con fuerte olor a cabra – más bien al sudoroso cabrón – que nos acompañó prácticamente hasta la puerta de la iglesia, incluso tras haber pasado la plaza de la población, y que tan solo fue sustituido por el olor a cocido que nos mantuvo la pituitaria en órbita hasta que salimos de la población.

Salimos por la comarcal, antigua unión de Toletum con Emerita Augusta pasando por Guadalupe, y a poco tomamos el desvío de la izquierda que nos hace bajar, hasta llegar a un punto muy bajo en un sombrío y poco sonoro arroyo para empezar fuerte subida con importante pendiente – siguiendo las tablillas – que al final de la subida y sudando la gota gorda – al menos yo – nos encontramos con el camino cortado por una valla y flanqueada de jaras impenetrables, rozando casi las casqueras de la “Oriental” abandonada mina de oro. Buscamos una nueva opción, adentrándonos en terrenos peligrosos, entre colmenas de abejas, viendo el punto final a este terreno, decidimos dar media vuelta tras dar con nuestras narices en tiempo perdido, y como castigo, rotura de rueda ¡por todo lo alto! de la flamante bike de Benito. Los mecánicos de Fernando Alonso, que si rueda de 26”, que si rueda de 29”, que si esta la guardé y está rota, que si por esta que es nueva, que si talona … total, que si + que si + que si … más de 1 hora … al menos haremos break, entre pegamento y liquido tapa-caminos.

El tiempo apremia, seguimos investigando, ya casi son las 12 de la mañana, y nos queda bastante tomate por repartir, nuestro objetivo es de momento alcanzar la pequeña población de Buenasbodas. Pasamos por varios obstáculos, pero nuestra obstinación y tozudez nos hizo seguir adelante, para en breve alcanzar la población. En otra ocasión nos hubiéramos premiado con un tour alrededor del pueblo, pero el tiempo apremia, y debemos continuar; el paso por el pueblo es empinado y tortuoso, tanto, que debemos apretar los riñones y tirar de cambios, hasta alcanzar la parte alta, y que prácticamente conservará su nivel unos kilómetros más, hasta que comencemos la fuerte bajada hasta la orilla de río Frío y que durante varios kilómetros nos acompañará.

Fuerte era la bajada, y fuerte la velocidad, tanto fue así, que casi y uno por uno nos salimos del camino, unos por velocidad, otros por distracción, otros por el polvo, otros arrollando, pero seguimos, llaneando fuerte, hasta alcanzar la N-502 – mira que la vemos últimamente – y la pasamos bajo el puente, apretando de nuevo los riñones y sacando el jugo a nuestras piernas en la explosiva salida de apenas 10 metros.

Siguiendo las indicaciones del Abuelo que no tiene ganas de más juerga, vamos buscando la vía, por un camino estrecho, rodeados de jaras, pasando un par de cancelas, y al final el gran puente de las huertas.

La ruta aun no ha terminado, de momento nos queda …veréis veréis.

Ya la intención es acortar lo máximo posible, subimos por la regularmente hormigonada que conduce a Campillo, y giramos buscando la zona del puente del Cubilar, cuando ¡sorpresa! nos encontramos montería … nosotros en son de paz, sin hacer daño al campo y no podemos andar por él, la segunda del día en la frente – caminos cortados por alambradas, por monterías - ¿algo más?, pues sí, aun queda.

Seguimos adelante, el camino es nuevo pero está muy bien, perfectamente ciclable, buen entorno y paisaje, y según el mapa, cercano al objetivo que pretendemos alcanzar, a poco, gran caserón y de nuevo camino cortado, y encima morro choto y compañía nos indican que es privado ¡mentira!, no quieren que pasemos para que esto no se llene de gente, pero el canadiense paso indicaba lo contrario … nosotros somos gente de paz, tozudo (yo), pero sin ganas de problemas, a fin de cuentas, salimos a disfrutar, pero esto hoy ya es rizar el rizo, y si lo siento, es por los que venimos en números rojos.

Optamos por dirigirnos a la vía ya como opción de escape, ya que sin conocer el entorno y tan lejos de la propuesta inicial, es la que nos queda.

Bajamos pues a la vía, y dirección N, pica a favor, pero ojo, no nos podemos fiar, la meta está en todo lo alto. Pasamos a tientas la larga vertebra de casi 1 km, la sensación de desorientación y frío hace que el paso sea lento, al fin alcanzamos la solitaria estación de la Nava-Fuentes.

Seguimos para intentar llegar al punto de unión con el trazado de la mañana, los kilómetros pasan cargando más si cabe nuestras cansadas piernas; de nuevo bajamos al Uso, esta vez en sentido contrario, como contrario fue su paso y contrario el trazado de la cañada dirección a Fuentes.

Larga y lenta subida – par algunos – la larga subía con el plato a todo trapo, tras de ella a unos metros el resto, dando el duro y difícil empujón final. Esta vez la temperatura había cambiado, tanto en el ambiente, como en nuestras templadas piernas.

Al fin Fuentes.

Llegamos al sitio de aparcamiento, con tan solo 50 km en nuestras monturas, pero con la sensación de haber recorrido más del doble. Nos desprendimos de nuestras sudorosas ropas y camino al pueblo hicimos nuestra habitual parada para llenar nuestras piernas de los ansiados azúcares que las frescas manyorcas nos proporcionarían.

Madre mía chavales! Vaya rutita que nos marcamos. Tiempo duro, de disfrute, de compañerismo, de rebote, de reflexión … Volveremos a por ti, dura ruta.

Hasta entonces, me despido de vosotros, esperando os unáis a disfrutar muchos muchos más, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!

jueves, 3 de diciembre de 2015

ALDEA ARANGO – EN MEDIO DEL MONTE



Sigo boquiabierto pensando en la adquisición que hicimos con la compra del chintófano. Ya legalmente el llamado “Chintofanero” es el que se está encargando de sorprendernos semana a semana, para ello, dedica tiempo y el resultado … veréis, veréis.

A las half past eight in the alameda ¡coño! ¿ande anda el botón del idioma?, ¡qué gentío! Estaba Joaquinon, el Abuelo hinchado ¿o hinchado? ¿o las dos?, Benito también estaba, er Viti, Cuerpo, Po-Cholo ¡con guantes aleluya!, Texinas – proba proba – Largo-te – el Chintofanero – o el Sr. del plato ¡vaya máquina!, & I. 9 eramos, 9 - ¡a noooooo! casi se me cuela 9,5; estuvo también ½ Pakito con su impecable negra córvida a estreno. Ojo y no ½ , quizá ¼ o incluso … ¡flojo!

Chintofano pues en marcha, salimos del punto 0 por la sarte strett, al llegar al zoco pasamos por la San Miguel Aveniu y buscando evitar aglomerado, giramos en la megillona street, para llegar al camino que sube a la ermita.

Saludamos a Silver y de nuevo giramos, para subir por la periferia de las parcelas de torrehierro, incorporándonos allá, arriba en el carreterín – en el sitio del porrazo – camino ya de Gamonal.

Entramos en Gamonal, saludamos, salimos por los caminos del cerrete dirección Velada, y una vez en la sandiera población, atravesamos el mercadillo sabadero a la voz de ¡pimientos! – joder, hacía cuanto – aquí se nos unen unos gamoninos ¡ande las llevas! que durante un rato nos acompañaran, más incluso que algún integrante del Club – vamos haciendo pupa – bajamos la cuesta de San Berecoldo, cada uno como puede, los tocinos adelantan, y Pakito procura bajar deprisa aprovechando al máximo evitar dar pedales, total, luego va a subir andando y del ramal, tendrá que hacer tiempo para decirle a la Roge que ha hecho esta vez mucho …

Tomamos el camino dirección Parrillas, y antes de llegar al caserío metido en pleno bosque mediterráneo, se cruza una jabalina con sus 6 rallones, incluso saliendo por la secundaria y nosotros con toda la preferencia tuvimos que cederles el paso, las orejas les servían de anteojeras y como el TALGO de las 17:45 pasaron a to cimbel sin mirar ni respetar; es igual, no se lo tenemos en cuenta, nos alegra ver y disfrutar de la fauna que ya quisieran muchos.

Seguimos, y antes de llegar al Guadyerbas, a nuestra izquierda un gran rebaño de cervidos, y con constante banda sonora de la grullas, que ya se empiezan a contar por decenas … ¡como está el campo!

No hemos cruzado el río, y ya tenemos el previsto abandono … ¡películas!

El seco y arenoso cauce del Guadyerbas nos permitió pasar el curso sin mojarnos los pinreles, y ya metidos de lleno en el monte, incluso con la ayuda de los voluntarios y simpáticos ganaderos de los cabritos, que nos abren y nos cierran las puertas cuando nos ven llegar, encontramos la cañada.

En este punto los gamoninos nos abandonaron, no tenían pensado lo que nosotros, o vieron … es igual, continuamos, y a poco a buena marcha Parrillas.

Poco se tarda en atravesar el pueblo, un poco más en localizar la salida correcta, incluso pensando que estamos en Navalcan; con varios pitidos del chintófano, tomamos la correcta dirección tras un par de toboganes hormigonados, y ¡de frente al campo!

Ahora toca subir, subir y subir, luego subir más, y tras varios kilómetros y observando la desolación que han dejado las llamas este verano, llegamos al punto gallina, donde hicimos aguas menores, agrupamos de nuevo la piña y bebimos refrescante agua para aclarar nuestros gaznates.

Prácticamente desde este punto, el tema es nuevo para nosotros, anduvimos bajando deprisa por sombríos caminos, y a poco y tras pasar el caserón de todos los españoles, llegamos a la conocida zona del inicio de la cuesta del boquerón – en la parte alta, uff – en la confluencia del camino con la cañada Leonesa que baja desde el puerto del Pico – unas leguas más arriba – por la bonita calzada romana.

Cruzamos la nacional, y de nuevo en caminos sombríos, grandes encinas y alcornoques – según Texinas, experto en maderas – grandes tapias de mampostería, casas señoriales en las grandes y escondidas fincas, aisladas hasta de la WiFi ¡qué maravilla!.
Seguimos avanzando, y a poco, Aldea Arango, pequeño conjunto arquitectónico compuesto de casas y corrales de campo, para ganados, y perteneciente a la lejana Velada, en cuyo núcleo urbano tiene una plaza dedicada a este paraje.

Visto y no visto fue, seguimos sube-baja, siguiendo la orilla del arroyo Nadinos, que cruza cercano al desvio de Parrillas – Navalcan, y que nuestro Largo-te compañero tiesto estará de ver. Abrimos y cerramos cercas, y a la orden de la autoridad junto a un rebaño de un par de decenas de cabezas de ganado con su encelado macho, hicimos el break, para además de coger fuerzas, liberar los sólidos, líquidos y gaseosos sobrantes en nuestros bodys.

Un par de rifi rafes toreriles con la destreza y el ganadero saber hacer de er Viti y vamos ya oliendo a Montesclaros. Salimos de la cerca a un camino conocido, en breve población. Con el break ya hecho poco queda por ver, aunque el Abuelo que está de antojo y hoy precisamente no se le puede llevar la contraria – no le vaya a dar por liarse a besarnos – nos quiere llevar a enseñarnos algo.

En efecto, junto a un parque le han puesto el nombre a una calle, nada más y nada menos, que en honor a su nieto, ¡qué barbaridad! solo de pensarlo y al enseñárnoslo se le caía hasta la baba … estaríamos aquí todo el día, pero Abuelo, tenemos que continuar.

Pues eso, y para evitar lo andado, pues buscamos otra opción, que tras unas rampas, ya en el exterior del pueblo, nos hacen hallarnos en el punto alto que sin esfuerzo nos conducirá hasta el paso de nuevo del Guadyerbas, en otro punto, pero río – seco – igual.

El disfrute fue espectacular, senderos donde apenas pasaba una rueda, pequeñas zonas de piedra, profundos pozos de secos charcos – en otras épocas – zarzas y demás … todo a buen ritmo, rápido ¡qué gozada! … no hay palabras.

A partir del Guadyerbas la cosa se pone más peliaguda. Con pequeño porcentaje, conseguimos llegar hasta la cañada … pero amigos mios, con los kilómetros en las piernas y la exigencia de la ruta, lo que nos esperaba a partir de aquí … ¡madre mía!
Subimos la matamulas, cada uno a su ritmo, cada uno como pudo, la cosa andaba jodida, el potente Largo-te, no estreno el platillo en toda la ruta ¡qué maquina!, otros no pusimos la marcha atrás porque el convertidor daba guerra, hasta una minipimer nos hubiera venido bien para dar revoluciones a las pesadas cicl@s.       

En fin, todo lo que empieza acaba, a mejor o peor ritmo, la cuesta se acabó, y para descanso nuestro, nos quedaba una buena y rápida bajada hasta Mejorada – ya conocida – y hasta Gamonal, paciencia.

En efecto, llegamos a la periferia mejoradeña población, igual que entramos, salimos, y buscamos la bajada de la atalaya dirección Gamonal, que en breve, con unos vaivenes en el camino, bajando a buen ritmo – con tiento – llegamos de nuevo a la nacional, que gracias a las gamoninas actuaciones, atravesamos por el paso subterráneo perfectamente habilitado.

Cercanos a Torrehierro er Viti no abandonó para buscar el camino de regreso a su consorte población – un placer, como siempre compañero – y nosotros de nuevo al carreterín.
Intentando evitar de nuevo el alquitrán, bajamos por la ermita – tan solo 4 – el grupo se partió – las fuerzas andaban ya justas – y aunque separados por breves minutos, llegamos al pueblo, con una hazaña más cumplida.

¡Vaya ruta compañeros! ojo, para repetir. Veremos a ver que más nos trae este buen tiempo, este suave otoño que se ha empeñado en no mojarnos los caminos, da igual, nos verán en ellos si o si.

Gracias amigo chintofanero, que tanto nos hiciste disfrutar.

Espero veros en esta y otras muchas más, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!


Os dejo el trabajo del Abuelo. Gracias.
https://goo.gl/photos/iHCkJ4eMRLKp8XzXA
El trabajo del chintofanero. Gracias.
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=11526955