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martes, 28 de marzo de 2017

DOS FINES DE SEMANA - DOS RUTAS






Torralba- Alcañizo

Día del padre, hoy solo somos dos bikers. Ayer salió el Abuelo, a la Nava fue a poner la era (este sí que no para).

Texinas y el que escribe, una cortita y a casa que hay que disfrutar del día del padre con la familia. Carretera y manta rápido llegamos a la cuesta del canal demasiado rápido diría yo, levantamos un poquito el pie y en Gamonal cogemos el camino del pantano, pero esta vez hasta la intersección con el camino de Torralba.

Los caminos bastante secos y día caluroso ya en Torralba buscamos alternativas para ir directamente a Alcañizo y … ¡la encontramos! "bendito wikiloc" ¡estrenamos camino!, seguro que lo volveremos a ciclar.

Paramos en la plaza de Alcañizo para dar aire a la scott (no será la última vez); ritmo alto hasta nuestro querido pueblo y ¡sorpresa! nos encontramos con la carrera homenaje a Joaquin Polo, vemos pasar las balas por la plaza y para casa. 52 km y a celebrar. 



¿La Nava? ¿La Estrella? ¿Fuentes? Cabeza del Conde. 

Viendo el pronóstico del tiempo ....

(Ya teníamos la ropa de entretiempo preparada, otra vez a las botas y a la térmica); decidimos salir el sábado aunque a alguno no le guste, pero visto lo visto fue la mejor opción.

Las 9:40 indecisos nos ponemos en marcha El Abuelo, Texinas, Fabio y el Becario.

La Nava es nuestra primera opción aunque el abuelo repita. Buen ritmo en la culona ¡32km/h! … pero hay que aflojar que a este ritmo alguno se da la vuelta en el puente Amador; con más calma llegamos a Aldeanueva y aquí volvemos a cambiar itinerario

-          ¿porqué no vamos a La Estrella y desde allí a Fuentes,  bajamos al puente medieval otra vez a la vía y para casa?

Pues allá vamos, carreterin, río Uso y subidita cada uno a su ritmo, y nada más terminar la subida, baliza R-O3 6,3 km a La Estrella; dejamos el alquitrán y volvemos a lo nuestro "LOS CAMINOS".

En algún momento nos desviamos de nuestro objetivo pero ante nosotros tenemos otro mucho más atractivo … Cabeza del Conde, con sus enormes piedras de granito ó berrocales, llegamos hasta su falda no sin tener que saltar un par de alambradas -  tendremos que volver y escudriñar todos sus rincones - pendiente queda, y si no a "alguno" ¡¡le puede dar algo!!.

Cargamos pilas y media vuelta, un par de despistes y para casa que se nos va la mañana. Otro día retomaremos esta ruta para terminar lo que hoy hemos empezado.

Volvemos al alquitrán para des-ciclar lo  ciclado, pero nos resistimos a tomar otra vez la culona; bajamos al pilón de la canaleja, cargamos bidones, y ya que estamos cogemos la alternativa, cada uno como puede y por donde quiere hasta el puente ( mucho más entretenido); otra vez a 32km/h y otra vez levantamos el pie que el grupo se parte en cuatro pedazos.

Llegada triunfal  a nuestro querido pueblo y a tomar unas gordas cortesía de Fabio que este lunes le caen 46 castañas (pero es más duro que los berrocales).

67 km y un montón de cosas pendientes (y rencor,  mucho rencor) es lo que nos deja esta ruta. 

Nada mas amigos que seguimos dando pedales y pasándolo genial un saludo y ¡¡VAMOS MÁQUINAS!!

martes, 14 de marzo de 2017

SEGUIMOS EN MARCHA … POR TIERRAS JAREÑAS


Bueno vamos a seguir con esto en marcha, con una más ya irá teniendo mejor pinta, encima he visto que alguien lo lee, para mi más que suficiente … voy a ver si soy capaz.

Hemos planteado una pretemporada tal y como describía en la entrada anterior, tuvimos una primera toma de contacto el fin de semana de los carnavales, después ya una más seria por la zona de los enebros y esta … uff esta, ¡esta no es de pretemporada!; esto es ruta de campeones si o si … veréis.

Las 9 de la mañana en el sitio de costumbre, esta vez la intención es ir en sentido contrario al de la jornada pasada, por tanto, er Viti, peinadito y depiladito, se presenta en la Alameda con esas piernecitas de jilguerito que se le están quedando … ummm; sigo, que esto ya es sexo. Al poco llegan los hermanos Phineas y Ferb. Por la calle que viene de la urba pasa el ex – blanca paloma – en coche – no hace ni siquiera intención de mirarnos, no vaya a ser, y cuando estamos a punto de partir, por donde Patavia aparece su nuero Largo-te … otra vez apretaos.

Salimos por tanto del pueblo dirección la vecina y creída Calera, esto es casi mejor obviarlo, tan solo decir que tratamos de cruzar lo más rápido y exterior posible no vaya a ser que se nos pegue algo, de momento preferimos seguir siendo – buenas personas – ja je ji jo ju

 

 

Para no hacer fácil la cosa –y no es que lo vaya a ser – decidimos ir por las traseras para evitar un poco la cansada vía, que ¡ojo!, tenemos la suerte de que el proyecto desgraciadamente no llegara a su final, ya que de esta forma podemos disfrutarlo, pero vasta ser que lo tengamos en casa, para que estemos un poco cansados de ella; – siguiendo que me voy por las ramas – decidimos ir por la parte de Tórtolas, por la rivera del arroyo, que impregnada encuentra la hierba de agua y que relucientes va a dejar nuestros neumáticos durante unos pocos cientos de metros, hasta que, ¡catachof! un traicionero barrizal nos las deja en peor estado – cubiertas, botas, bicis, ropa – es igual, seguimos adelante.   

Vamos aumentando el ritmo, esquivando regueros y charcos, entre encinas salpicadas en el mismo camino a nuestro paso, repletas de esparragueras que ya han sido expoliadas por parados y domingueros, hasta que llegamos a buen ritmo a cruzarnos con la vía en Tórtolas … aquí sin otro remedio tenemos que incorporarnos a la arteria, que no dejaremos de lado hasta casi Aldeanueva.

Avanzamos por tanto vía adelante, y para no cargar más de la cuenta el asunto – recordad que estamos en pre-temponada – decidimos no subir por la magra que hay junto al puente, en su defecto nos haremos llegar casi hasta Aldeanueva, y por el caminito que hay entre los pequeños pero cuidados huertos, salpicados de olivos, almendros en plena explosión primaveral y otros árboles frutales trataremos de buscar el desvío, que junto a Corralrubio atravesando a todo trapo el arroyo que hay en su orilla oeste, nos hará llegar a la antigua carretera de Aldeanueva – no pasa el tiempo por ella –.  

Llegar ver y ¡arrear!, aquí no para nadie, vamos a entrar entre nuevos paisajes; caminos de bosque mediterráneo, grandes encinas entre abruptos y enormes berrocales. Increíble caos granítico que en la falda de este cerrete, nos deja abierta toda la depresión del Tajo con una increíble y libre vista hasta el vecino Sistema Central, dejando todos los pueblos al descubierto; torres de iglesia en las pequeñas y blanquecinas urbes, grandes edificios en la gran vecina urbe – Talavera –.

Seguimos esta vez a favor. Nuestras bicis vuelan contra el viento, la velocidad aumenta en proporción geométrica, tan solo se ve alterada por los factores – pequeños repechos en contra, curvas que hacen obligatoria la moderación, y piedras que mas que rodar nos hacen casi volar – para llegar en un plis al apestoso Tamujoso – mal suena, pero es la cruda realidad – hasta que juntamos el estirado pelotón, Largo-te y servidor, investigan una pequeño pero chulo senderito, eso sí, que no nos va a librar de vadear el ya mencionado rio-cloaca.

Subimos entre el redondeado pedregal hasta llegar a la pista que ya conocemos y que directa baja al regulaje del conocido embalse de Azutan, donde se juntan las aguas del Gévalo con las del Tajo; pero esta vez no, esta vez no toca bajar por aquí … vamos a Alcaudete.

Seguimos por la conocida cañada Real – cordel de la Merinas – subiendo poco a poco, hasta encontrarnos con las fuertes y explosivas rampas, que una vez más rompen el grupo, que una vez más rompen nuestra conversación, para tan solo oír el fuerte vaivén de respiración, intentando por todos los medios llenar de oxigeno nuestros pistones, piernas que moverán las duras bielas, aunque consuelo nos queda, hemos elegido la opción menos dura, el cerro del Burro se estaba frotando las manos esperando nuestra visita, y para decepción de los hermanos Phineas y Ferb y er Viti, esta vez hemos evitado.

Seguimos avanzando, volvemos a bajar al pequeño curso de un regato, mojando – esta vez poco – de nuevo nuestros neumáticos entre el filtro de los grandes cantos rodados, que transparente y pura dejan correr el pequeño manantial.

Alcanzamos la N-502, punto de encuentro del cordel, escogemos varias opciones, cada uno por la más favorable, otros investigando – lo investigable – lástima como el paso del tiempo y el desuso de los caminos termina acabando casi con ellos.

Nos encontramos casi a la vista con Alcaudete, bajamos fuerte, tan solo levantando la mirada para ver la catedral jareña, que claro nos cuenta donde estamos; por el parking de – Cambalache – a todo trapo, bajamos hasta el cruce.

Pequeño tramo de carretera tenemos inevitablemente que hacer, hasta entrar de nuevo en el cordel, no sin antes pasar por la simpatica mano de unos amigos … prefiero obviar, no vaya a ser …

Una vez en el cordel … hacemos merecido break. Comentarios de la ruta, comentarios de las increíbles viandas, panteras rosas, tigretones, phoskitos, donuts pantera rosa – que Texinas ya ha probado claro está – etc ¡al final engordamos!

¡Tenemos que seguir!, largo-corto, corto-largo, flojo-duro, duro-flojo ¿qué hacer?, decisiones, decisiones …

¡Vamos coño!

Salimos por tanto, apretando de nuevo, dando brío a nuestras bielas; elegimos la opción que nos enseñaron los compañeros de Las Herencias, no es tan dura, no es tan pesada y la ruta ya va pesando; Largo-te dice, que es una cuesta, tan solo una cuesta, uff, pero cuesta, pico tras pico avanzamos hasta que los siete picos coronamos, y a la vista, tras una larga y tendida rampa vemos El Membrillo … soltamos frenos y a disfrutar del aire en nuestras caras … ¡a toda máquina!

Llegamos al pequeño pueblo, nos volvemos a juntar para llegar, y llegamos juntos al zoco, a la parte más central, a la parte principal, para en la fuente llenar nuestros bidones de agua, para retocar la castigada mecánica, para ver a las paisanas tomarse las cañas, con los aperitivos de sus casas, y a poco … ¡cumpleaños feliz!, duró tanto la canción como la edad de la que las cumplía, pues las allí reunidas ya rondaban los 80, aunque eso sí, todas ellas muy permanentadas.

Salimos del pueblo, que nos queda el ultimo apretón, y este es duro, en la fase final de la ruta nos queda este arreón que sin más narices hay que pasar … ¡en marcha!

Trasteando en el ancho y ligero camino, la rapidez no hace llegar en breve al temible mecachón, subimos, bajamos, y vuelta a subir, – encina de los carteles – hacemos parada para no despistarnos, momento que aprovechamos para dar otro toque mecánico a una guerrera, y … ¿qué ruido es ese?, las motos de los vigilantes vestidos de verde, me ahorro el comentario o lo digo … ¡vaya tela de gente! ¿se puede ser más …?, bueno, para ser no solo hay que estudiar – si es que estudian – hay que valer … prefiero dejarlo, no vaya a ser … seguimos, volvemos a bajar, para volver a subir, ¡esto es de locos! al final de la ruta, esto ya puede con nuestros ánimos y va a dejar una dura mella en nuestras piernas. ¡Al fin! la encalada pared del cortil, esto solo puede significar una cosa, es la ultima magra, llegaremos al falso llano en la parte de arriba y desde aquí hasta las gravera fuerte bajada …

Esta vez el mayor de los Rincones toma la delantera, y con iniciativa se dispone a bajar la rica pendiente, seguido de cerca del resto de integrantes de la magnífica formación. Fuerte bajada con cerradas y tumbadas curvas, aperaltadas y resbaladizas hacen sacar de nosotros a buena velocidad un gramo más si cabe de pericia ciclista; y muy en breve tomamos el nivel del río que sin más accidente geográfico a casa nos llevará.

No hubo accidente geográfico como he dicho, el viento se encargo de acompañar a nuestras ya cansadas piernas, que llegaron a casa con la friolera de casi 75 km y un desnivel positivo de casi 800 mt.; no está nada mal para pretemporada ¿no?; si esto es pre – cuando llegue temporada ya no se con que nos vamos a atrever.

Cierto es, que a la vuelta de la esquina tenemos Semana Santa, y tenemos intención de salir un poco de nuestro entorno, ¿qué haremos?, hay tantas opciones como opiniones, Los Navalmorales, Melque, Risco Ñañas … también tenemos las duras de nuestra zona, tenemos la zona del Pedroso, la subida a las antenas por el Almendral que la mayoría no conoceis … los amigos de Navahermosa están deseando que vayamos de nuevo por los Alares y Carmelo atendernos tan bien como de costumbre, no os lo perdáis, espero que estas palabras os animen, espero veros de nuevo pedaleando a nuestro lado; hasta entonces me despido, no sin recordaros una vez más …
AL ATAQUE!!!