Póntelo – pónselo

De nuevo amanece un día más y van cayendo las bicis con sus jinetes en la alameda. El día parece que va a salir un pelín caluroso, pero es algo a lo que estamos acostumbrados, últimamente los guasas y tras la andanza de la semana anterior andan las conversaciones un pelín calentitas. El día huele más que a ruta – a sed de venganza.

En el sitio de costumbre ya madrugando y con las piernas calentitas estaba esperando er Viti, que tras su fiesta hawaiana, y todavía con algún petalito de las mariquitas flores que colgaban de su cogote la noche anterior adornaba el fresco ambiente matutino con las apestosas vainas que su tubo de escape sutilmente soltaban; también estaba Po-Cholo con el rollo de alambre que encontró la semana pasada en la troje de su abuelo y que tiempos atrás había comprado en el taller de Vicente – recocida como no y dulce (pa los empalmes tipo bici-cross); estaba Meji-Jones repleto de malas ideas, Benito con la garrafa del aceite recién exprimida, el abuelo afeando mis bielas, Largo-te con el cuchillo afilao y brillante, y Pakito super provisto y recién salido de Leroy Merlín (fácil y sencillo!), los hermanos Phineas – Ferb y el presente.

Salimos sin saber muy bien dónde ir,  la cosa iba de Mogorro, pero algún modorro tiró dirección Gamonal, y otra vez pareciendo que el espíritu de GPA sigue latente en el grupo, sin decidir hacia dónde tirar.

Subimos, algunos por primera vez por la cruz del niño, bonita subida que nos conducirá cada uno como pueda, hacia el estanque – portón de entrada a La Encarnación, y de aquí curiosamente sin parar, hasta el camino de la atalaya.

Rápida ascensión la que nos llevó a Mejorada, abriendo caminos – el abuelo (como una moto – grande <igual que la del cuñao de Benito>), detrás de él y espantas por el bullicio (de la moto) dos canales de ricos chuletones subiendo tan rápido como él.

Agrupamiento en Mejorada y bajada por la matamulas buscando al “capitán fanegas” y desvío por el bonito sendero que nos conducirá casi sin caídas (pese a las suplicas del Mejillón) a la cañada real leonesa.

Incidentes los que tenía la mía montura que tras sufrir un cocón – acto seguido, chichón, no pasa nada. Seguimos, y antes de coger marcha, el mayor de los Rincones pincha, ¡y dice que tiene líquido! ¿lo has puesto tú? ¡póntelo! ¡pónselo!, ¿pero cómo va a funcionar, si no hay gota? – reparación, estreno por todo lo alto, blanca paloma saca su sopla gaitas recién estrenada y a echar aire … muy moderna era, pero hay que seguir haciendo el gesto pa que sople …

Seguimos al caminito lere … y poco a poco la llanura se torna cuesta, el Largo-te dolido, rencorosete, saca el cuchillito recién vaciado y ¡chas! primera puñalada, solamente ella soportada muy de cerca por el más veterano de todos acompañado de mojito.

Entrada en Sotillo por goteo – uno – dos – uno – dos – tres – uno y uno andando, Po-Cholo con el rollo de alambre que esta vez no soluciona su avería ¡nuevo pinchazo!; saca la rota y ¡sorpresa! Sin líquido ¡póntelo! ¡pónselo!

Se pone a cambiar y … a lo que está acostumbrado ¡pellizquito! ¡pero que majete!, y mira que se lo estaba diciendo el Largo … ¡que la pellizcas soso!, si es que se creía que era la del mini amarillo …

¡señoras y señores – estimado público! La porteadora Blanca Paloma se saca de la chistera una cámara ¡con liquido! Y préstamo en mano, al más puro estilo de las pólizas de tío, cámara y aire ¡pero qué machote!

Seguimos, y tras llenar los botijos, dura cuesta la que nos espera, y repleta de gente, un autobús – excursión del INSERSO subía delante de nosotros muy rositas ellos buscando ¿supongo? Llegar al punto más alto – aunque fuera andando.

Llegamos a Cervera, no sin que antes nos liara una pequeña emboscada el pequeño – alto de los Rincones, ¡qué jodio! ¡Como se reía! ¡ya caerás! Paciencia.

Fuerte bajada a Pepino, y casi a salto de gamo llegamos a la portiña, Talavera y por el cordel a buscar la vuelta al pueblo. Nuevo pinchazo, esta vez de Meji, pero rápidamente solucionado, un poco de aire – en contra y andando.

Fuerte ritmo el que nos llevó buscando al líder encabezados por el mayor de los Rincones que con sus 74 kg ya se nota la agilidad, y antes de llegar al pueblo, nuevo puyazo del Largo-te intentando dejar las cosas de nuevo claras – es igual, el equipo de los sábados supera con mucho al de los domingos ¡y lo sabes!

A la sombrita del lugar de partida, el abuelo nos preparo unas fresquitas … risas y más risas

En fin compañeros, os espero en otras parecidas a estas, no sin recordaros una vez más … AL ATAQUE!!!