Calera con la Cruz Roja

El fin de semana se antojaba complicado, hemos recibid la invitación de nuestros vecinos los Caleranos, para participar en una rutita y a la vez colaborar con una buena causa; el problema es que esta ruta cae en domingo y los domingos, pues eso, son pa ir a misa.

El sábado me consta, salieron los hermanos Phineas y Ferb con la gafe Blanca Paloma, según tengo entendido, fueron por la dehesa velaina buscando la super-poblada Corchuela, y tras encontrarse en la gran manzana, volvieron por Oro … ¡qué asco!, donde se encomendaron a un santo de por allí (que falta les va ha hacer), y por Alcañizo regresaron al pueblo.

Nosotros, y digo, los solidarios Viti (a media castaña, y calentito por el paisaje), Benito con más de un kilo, Vicente (sin kilo pero descargao), Largo-te y los últimos coletazos de su 26, el Abuelo, con un kilo de pisto envasado al baño María, un bote de frejoles del huerto de mis yinitas debidamente envasado, una docena de huevos, un codillo del guarro de la matanza en bolsa congelada, un bote de callos picantitos, y una tartera llena de natillas; yo también fui, me limite a llevar un taper con las sobras de la boda del día anterior.

Imaginad la llegada a la plaza de Calera con todas estas viandas en bolsas del coviran, la cara de sorpresa (perecedero – no perecedero) de los compañeros de otros conocidos clubes, y la de satisfacción y agradecimiento de los voluntarios de la Cruz Roja - ¡os lo merecéis!

La ruta comenzó sin problemas por las calles del pueblo buscando la vía verde, poco a poco fuimos avanzando, y a un ritmo respetuoso con los acompañantes que a simple vista destacaban por su falta de costumbre.

Llegamos a Aldeanueva y al fin nos divorciamos de la vía, por caminos semiconocidos ¡hay que joderse!, avanzábamos y  primera en la frente, una cuesta, que cuesta … inestabilidad, patinazos y pendiente … algunos fueron al suelo, los nuestros ¡sobresalientes!; ¡como subían las alberchanas! ¡como bajaban!, cruce con la carretera de Belvis y break …

¡Melón fino de Calera! gritaban, ¡con denominación de origen! Volvían a gritar – no sé si es que por ser así estaba más rico, a mi me supo bien, creo que fue el momento.

Seguimos avanzando, y esta vez ya si por caminos conocidos, aunque  con las pendientes al revés, ¡qué duras vistas desde este punto!, como subía la Larga, la 29 del campa, el triciclo de Torres, la atlética abuela y la lenticular benita …

Al fin y tras bajar con fuerte brío y duro trazado llegamos al viaducto sobre el río Tajo, aquí los caleranos deciden que paremos y nos agrupemos, Torres aprovecha el momento para amenazarme – no entiendo el porqué, aunque si llevó a cabo su venganza.

Seguimos, y el Largo comienza a formar parte de la organización, decidió ponerse el primero para organizar la llegada y comprobar la temperatura de la cerveza del barril. En tanto en cuanto, los demás por la finca de tórtolas y tratando de aguantar el ritmo impuesto por er Viti, vimos pasar los sufridos kilómetros con final en la Calerana población, donde  los amigos del club vecino nos convidaron a unos menea muelas con aclara gargantas incorporados.

Llegó el momento de la despedida, y er Viti vuelve a tener pinchado el volante del pegaso comet, incluso con el barato liquido que ha comprado en el Lidl y que ni pa hacer adobes sirve.

Arrancamos camino ya de nuestra querida población, donde en el sitio del abuelo completamos lo empezado ya en Calera, esta vez sin el miedo de tener que pasar el control que la benemérita pudiera haber montado a nuestro paso.

¡Señores! la élite, salió el Domingo ¡doy fe!, espero surjan ideas solidarias como esta y en torno a nuestro amado deporte; disfrutaremos nosotros y colaboraremos con los más necesitados, solo ver las caras de los voluntarios, merece la pena.

Nos vemos en esta y otras más, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!