Sí señor, una vez más y animados por nuestros
amigos Navahermosos y Galveños nos aventuramos a recorrer aquellos maravillosos
paisajes ya casi ciudadrealeños.
Hace tiempo que algunos no cogemos nuestras
maquinas, pero Jesús se ha encargado de
mentirle al Largo, digo de decirle al Largo que esta vez el tema será más flojo
¡señor mío!
Tras guasear durante toda la semana ultimando
detalles y a sabiendas del cambio de hora que se avecina en la matinal
dominical, pues eso si, cambiamos sábado por domingo esta vez, decidimos dormir
una hora más.
Ya a las seis de la mañana, hora peninsular,
empiezan a estornudar los portátiles reclamando puntualidad, desayuno pues a to
trapo y a prepararse. La salida de casa no tiene buena pinta, el ambiente está
totalmente cubierto de niebla y además meona, cogeremos pues el pañal, y el
macuto que llega la hora.
A la hora fijada todos en la alameda, estaba
la cantarina Castellana Ponedora y subidita ella de volumen, también estaba el
benitillo con la emerita en el tejao esperando el momento de partida. Besos abrazos
de bienvenida, y tras colocar las burras en el trasportín y tomar el coctel de biodramina,
nos encaminamos hacia Talavera la chica a buscar a er Viti.
Estábamos todos a la puerta de tres patas
procedentes del afamado alberchino pueblo; estaba el abuelo, el Largo, Cuerpo,
Benito, Phineas y Ferb, y también estaba GPA (lolailo lailo leilo); Benito había
colocao en el de la Z la sillita de castorcillo por si esta vez se le antojaba
a Torres llegar a tiempo; en marcha macho que el tiempo apremia y el viaje es
largo.
Casi, y digo casi el viaje transcurrió sin
incidencias, resulta que la furgona de Luisfer corre más con las puertas
abiertas que con ellas cerradas (caso curioso y digno de estudio).
Esta vez pasamos de largo la huracánela
discoteca y tiramos sin pausa hasta el pueblo que lejos nos espera.
Llegada fandanguera y a ritmo de caja y
curvada española nos bajamos de los bugas al más puro estilo español,
taconeando y animando al flojucho personal.
Arrancamos, esta vez calentando las piernas
pero a base de bien, resulta que por evitar las alquitranadas pistas – dice Jesús
– vamos a tirar por aquí y quitamos terreno; el chascarro de las maquinas retorciéndose
entre las abruptas pedragueras a tan fuertes pendientes, hicieron que los
pistones que alimentan las duras bielas subieran la temperatura de 0 a 100 en
un minuto, ya hubiera querido Fernando Alonso que sus neumáticos se hubieran
puesto a punto en tan breve tiempo.
Siguió el trascurso de fuertes rampas, subidas
y bajadas, pendientes que en muchos casos y pese a las dificultades económicas que
atraviesa actualmente este país superaban el tipo actual del IVA.
Antes de llegar a la primera urbe ya tocaron
en algún puesto a retirada, y eso que en el extranjero las cuestas parecen
mucho más duras, parece ser que las pendientes empiezan a ser poco más que ir
por el carreterín de la Vega – lolailo lailo leilo – ¡auste!
Llegamos al primer pueblo tras haber cruzado increíbles
paisajes rodeados todos ellos de increíbles pendientes. La flora aromatizaba
con todo su esplendor el sudoroso ambiente. La fauna boquiabierta perpleja se quedaba al ver a semejante comitiva. Una vez
en el Enjambre, agrupados disfrutamos de comida y bebida hasta saciar y
reconfortar nuestros desgastados motores … pero hay que continuar, y la perenne
ascensión impasible nos espera.
Subimos muy poquito a poco dosificando
nuestras fuerzas, pues es aun largo lo que nos queda y además seguirá siendo de
increíble dureza.
Paisajes conocidos, pero no por ello menos
sorprendentes, y aunque no coronamos en esta ocasión el su altitud D. Castillazo,
la ruta no dejo sin igual a nadie.
Llegamos a Piedraescrita, esta vez por un
nuevo sitio, pues con todo el derecho que pueda tener cualquier capital también
tiene varias entradas, sí señor.
Nueva parada, reagrupamiento y recuperación de
fuerzas a base de barritas, frutos secos y demás … que riquito estaba el potito
de mi niño, decía Benito.
Recta final hacia la comidita que nos tenía
preparada Carmelo, pero antes terminar. Dura ascensión por salida del pueblo,
que partía junto a la ermita – en la que entra agua “según mi tocayo” cuando
llueve – y tras pasar la pineda, entre bosques y duros cortados para
cortafuegos, llegamos al peligroso y rápido precipicio que nos llevará al final
de tan magnífica ruta. Eso sí, ya justitos de fuerzas y tocando las alambradas
del pastor eléctrico – no creo que haya ningún ganadero que haya visto a
ninguna de sus animales en el prado tan acalambrao como andábamos más de unos
por aquellos yares.
Llegamos al pueblo donde alguno ya nos
esperaba, desmontamos nuestras burras, las colocamos, las echamos cama y nos
dimos unos chuecos baños – pero eso es entendible mas gráficamente, no se puede
explicar.
Tras acicalarnos utilizando incluso los gratuitos
enmascaradores de olor que regalan en los mercamujer (en valenciano) nos
dispusimos a comer.
La comida fue otra juerga, el asadillo
repitón – podía repetir quien quisiera, y el que no quisiera también le repetía,
ricas chuletas y bacalao, cochinillo cogido a la carrera en el monte, tarta de
queso pa quien le saliera de los cojones comérsela y repetirla y helado pues
eso helado.
Y pa los coches de nuevo, despedida de
nuestros anfitriones, aunque no cierre, porque de nuevo camino …
Largo y perfumado camino el que tuvieron en
la Castellana, y tiestos de alemán e incluso impuestos llegamos al pueblo con
las declaraciones de IVA, renta y sociedades a punto de liquidar …
Lo de siempre, el que quiera saber más …
Hasta pronto compañeros, nos vemos en esta y
muchas más, cambiaremos de tierra aunque no de
provincia – mira que es grade, y dará para más, os lo garantizo.
Me despido no sin recordaros una vez más … AL
ATAQUE!!!
Pedazo ruta nos marcamos todavia me duelen las piernas
ResponderEliminarPues poco que decir queda, salvo la vuelta a los pedales y el blog de nuestro querido editor. Ademas agradecer a Jesus y sus compañeros por realizar esta ruta junto a nosotros, GRACIAS.
ResponderEliminarRuta muy exigente, pero aun asi merece la pena por la compañia y sus paisajes. Cada vez que recuerdo la subida del 24% me tiemblan las piernas, solo hay que ver el video.
Por lo demas todo perfecto, finalizando con comida en la taberna de Santi (perdon Carmelo), eso si destacar los tipicos asadillos, aarrrrr....
Q pasaaaaa!!! Aleluya. Por fin la cronica. Como dice Fabio peazo de ruta que nos marcamos, muy exigente pero muy guapa con nuevos tramos y sin carreteras, Jesus cada vez la hace mas dura y eso q no subimos al mirador. La gente del club como siempre sufriendo pero las matamos callando ¡¡MAQUINAS!! y los demas tambien como siempre ayudando y puro compañerismo ¡¡GRACIAS!! buen ratito el que echamos comiendo que agusto se esta con gente así. Lo mejor es que habrá que volver con mejillon y el mozo que una vez mas se han quedao con las ganas. Un saludo y ¡¡Dale a los pedales!!
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