Bueno vamos a seguir con esto en marcha, con
una más ya irá teniendo mejor pinta, encima he visto que alguien lo lee, para
mi más que suficiente … voy a ver si soy capaz.
Hemos planteado una pretemporada tal y como
describía en la entrada anterior, tuvimos una primera toma de contacto el fin
de semana de los carnavales, después ya una más seria por la zona de los enebros
y esta … uff esta, ¡esta no es de pretemporada!; esto es ruta de campeones si o
si … veréis.
Las
9 de la mañana en el sitio de costumbre, esta vez la intención es ir en sentido
contrario al de la jornada pasada, por tanto, er Viti, peinadito y depiladito,
se presenta en la Alameda con esas piernecitas de jilguerito que se le están quedando
… ummm; sigo, que esto ya es sexo. Al poco llegan los hermanos Phineas y Ferb. Por
la calle que viene de la urba pasa el ex – blanca paloma – en coche – no hace ni siquiera intención de mirarnos, no vaya a
ser, y cuando estamos a punto de partir, por donde Patavia aparece su nuero
Largo-te … otra vez apretaos.
Salimos
por tanto del pueblo dirección la vecina y creída Calera, esto es casi mejor
obviarlo, tan solo decir que tratamos de cruzar lo más rápido y exterior
posible no vaya a ser que se nos pegue algo, de momento preferimos seguir
siendo – buenas personas – ja je ji jo ju
Para
no hacer fácil la cosa –y no es que lo
vaya a ser – decidimos ir por las traseras para evitar un poco la cansada
vía, que ¡ojo!, tenemos la suerte de que el proyecto desgraciadamente no llegara
a su final, ya que de esta forma podemos disfrutarlo, pero vasta ser que lo
tengamos en casa, para que estemos un poco cansados de ella; – siguiendo que me voy por las ramas – decidimos
ir por la parte de Tórtolas, por la rivera del arroyo, que impregnada encuentra
la hierba de agua y que relucientes va a dejar nuestros neumáticos durante unos
pocos cientos de metros, hasta que, ¡catachof! un traicionero barrizal nos las
deja en peor estado – cubiertas, botas,
bicis, ropa – es igual, seguimos adelante.
Vamos
aumentando el ritmo, esquivando regueros y charcos, entre encinas salpicadas en
el mismo camino a nuestro paso, repletas de esparragueras que ya han sido
expoliadas por parados y domingueros, hasta que llegamos a buen ritmo a
cruzarnos con la vía en Tórtolas … aquí sin otro remedio tenemos que
incorporarnos a la arteria, que no dejaremos de lado hasta casi Aldeanueva.
Avanzamos
por tanto vía adelante, y para no cargar más de la cuenta el asunto – recordad que estamos en pre-temponada – decidimos
no subir por la magra que hay junto al puente, en su defecto nos haremos llegar
casi hasta Aldeanueva, y por el caminito que hay entre los pequeños pero
cuidados huertos, salpicados de olivos, almendros en plena explosión primaveral
y otros árboles frutales trataremos de buscar el desvío, que junto a
Corralrubio atravesando a todo trapo el arroyo que hay en su orilla oeste, nos
hará llegar a la antigua carretera de Aldeanueva – no pasa el tiempo por ella –.
Llegar
ver y ¡arrear!, aquí no para nadie, vamos a entrar entre nuevos paisajes;
caminos de bosque mediterráneo, grandes encinas entre abruptos y enormes
berrocales. Increíble caos granítico que en la falda de este cerrete, nos deja
abierta toda la depresión del Tajo con una increíble y libre vista hasta el
vecino Sistema Central, dejando todos los pueblos al descubierto; torres de
iglesia en las pequeñas y blanquecinas urbes, grandes edificios en la gran
vecina urbe – Talavera –.
Seguimos
esta vez a favor. Nuestras bicis vuelan contra el viento, la velocidad aumenta
en proporción geométrica, tan solo se ve alterada por los factores – pequeños repechos en contra, curvas que
hacen obligatoria la moderación, y piedras que mas que rodar nos hacen casi
volar – para llegar en un plis al apestoso Tamujoso – mal suena, pero es la cruda realidad – hasta que juntamos el
estirado pelotón, Largo-te y servidor, investigan una pequeño pero chulo
senderito, eso sí, que no nos va a librar de vadear el ya mencionado
rio-cloaca.
Subimos
entre el redondeado pedregal hasta llegar a la pista que ya conocemos y que
directa baja al regulaje del conocido embalse de Azutan, donde se juntan las
aguas del Gévalo con las del Tajo; pero esta vez no, esta vez no toca bajar por
aquí … vamos a Alcaudete.
Seguimos
por la conocida cañada Real – cordel de
la Merinas – subiendo poco a poco, hasta encontrarnos con las fuertes y
explosivas rampas, que una vez más rompen el grupo, que una vez más rompen
nuestra conversación, para tan solo oír el fuerte vaivén de respiración,
intentando por todos los medios llenar de oxigeno nuestros pistones, piernas
que moverán las duras bielas, aunque consuelo nos queda, hemos elegido la opción
menos dura, el cerro del Burro se estaba frotando las manos esperando nuestra
visita, y para decepción de los hermanos Phineas y Ferb y er Viti, esta vez
hemos evitado.
Seguimos
avanzando, volvemos a bajar al pequeño curso de un regato, mojando – esta vez
poco – de nuevo nuestros neumáticos entre el filtro de los grandes cantos
rodados, que transparente y pura dejan correr el pequeño manantial.
Alcanzamos
la N-502, punto de encuentro del cordel, escogemos varias opciones, cada uno
por la más favorable, otros investigando – lo
investigable – lástima como el paso del tiempo y el desuso de los caminos
termina acabando casi con ellos.
Nos
encontramos casi a la vista con Alcaudete, bajamos fuerte, tan solo levantando
la mirada para ver la catedral jareña, que claro nos cuenta donde estamos; por
el parking de – Cambalache – a todo
trapo, bajamos hasta el cruce.
Pequeño
tramo de carretera tenemos inevitablemente que hacer, hasta entrar de nuevo en
el cordel, no sin antes pasar por la simpatica mano de unos amigos … prefiero
obviar, no vaya a ser …
Una
vez en el cordel … hacemos merecido break. Comentarios de la ruta, comentarios
de las increíbles viandas, panteras rosas, tigretones, phoskitos, donuts
pantera rosa – que Texinas ya ha probado
claro está – etc ¡al final engordamos!
¡Tenemos
que seguir!, largo-corto, corto-largo, flojo-duro, duro-flojo ¿qué hacer?,
decisiones, decisiones …
¡Vamos
coño!
Salimos
por tanto, apretando de nuevo, dando brío a nuestras bielas; elegimos la opción
que nos enseñaron los compañeros de Las Herencias, no es tan dura, no es tan
pesada y la ruta ya va pesando; Largo-te dice, que es una cuesta, tan solo una
cuesta, uff, pero cuesta, pico tras pico avanzamos hasta que los siete picos
coronamos, y a la vista, tras una larga y tendida rampa vemos El Membrillo …
soltamos frenos y a disfrutar del aire en nuestras caras … ¡a toda máquina!
Llegamos
al pequeño pueblo, nos volvemos a juntar para llegar, y llegamos juntos al
zoco, a la parte más central, a la parte principal, para en la fuente llenar
nuestros bidones de agua, para retocar la castigada mecánica, para ver a las
paisanas tomarse las cañas, con los aperitivos de sus casas, y a poco … ¡cumpleaños
feliz!, duró tanto la canción como la edad de la que las cumplía, pues las allí
reunidas ya rondaban los 80, aunque eso sí, todas ellas muy permanentadas.
Salimos
del pueblo, que nos queda el ultimo apretón, y este es duro, en la fase final
de la ruta nos queda este arreón que sin más narices hay que pasar … ¡en
marcha!
Trasteando
en el ancho y ligero camino, la rapidez no hace llegar en breve al temible
mecachón, subimos, bajamos, y vuelta a subir, – encina de los carteles –
hacemos parada para no despistarnos, momento que aprovechamos para dar otro
toque mecánico a una guerrera, y … ¿qué ruido es ese?, las motos de los
vigilantes vestidos de verde, me ahorro el comentario o lo digo … ¡vaya tela de
gente! ¿se puede ser más …?, bueno, para ser no solo hay que estudiar – si es que estudian – hay que valer …
prefiero dejarlo, no vaya a ser … seguimos, volvemos a bajar, para volver a
subir, ¡esto es de locos! al final de la ruta, esto ya puede con nuestros
ánimos y va a dejar una dura mella en nuestras piernas. ¡Al fin! la encalada
pared del cortil, esto solo puede significar una cosa, es la ultima magra,
llegaremos al falso llano en la parte de arriba y desde aquí hasta las gravera
fuerte bajada …
Esta
vez el mayor de los Rincones toma la delantera, y con iniciativa se dispone a
bajar la rica pendiente, seguido de cerca del resto de integrantes de la magnífica
formación. Fuerte bajada con cerradas y tumbadas curvas, aperaltadas y resbaladizas
hacen sacar de nosotros a buena velocidad un gramo más si cabe de pericia
ciclista; y muy en breve tomamos el nivel del río que sin más accidente
geográfico a casa nos llevará.
No
hubo accidente geográfico como he dicho, el viento se encargo de acompañar a
nuestras ya cansadas piernas, que llegaron a casa con la friolera de casi 75 km
y un desnivel positivo de casi 800 mt.; no está nada mal para pretemporada ¿no?;
si esto es pre – cuando llegue temporada ya no se con que nos vamos a atrever.
Cierto
es, que a la vuelta de la esquina tenemos Semana Santa, y tenemos intención de
salir un poco de nuestro entorno, ¿qué haremos?, hay tantas opciones como
opiniones, Los Navalmorales, Melque, Risco Ñañas … también tenemos las duras de
nuestra zona, tenemos la zona del Pedroso, la subida a las antenas por el
Almendral que la mayoría no conoceis … los amigos de Navahermosa están deseando
que vayamos de nuevo por los Alares y Carmelo atendernos tan bien como de
costumbre, no os lo perdáis, espero que estas palabras os animen, espero veros
de nuevo pedaleando a nuestro lado; hasta entonces me despido, no sin
recordaros una vez más …
AL
ATAQUE!!!
Chavales seguimos dando pedaladas, este domingo 73km y bastantes magritas, algún charquito (poco barro) el campo esta perfecto, los caminos también y los arroyos corriendo. La compañía como siempre buena, un poquito escasa pero con expectativas de ir creciendo. Seguimos con el rodaje tomándolo con calma pero de vez en cuando pegando algún apretón. Venga perezosos!! Con el tiempo que está haciendo merece la pena sufrir un poquito ó "disfrutar" yo soy mas de lo segundo.
ResponderEliminarBuena crónica Don Checharito!! Digoooo... señor EDITOR.
Un saludo y ¡¡VAMOS MÁQUINAS!!
Maravilla de ruta y perfectamente contado todo lo ocurrido, gracias sr editor. Pues nada a seguir de pretemporada y esperando algún refuerzo q se avecinan grandes empresas
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