Después de
guasear durante los días previos, salimos con firme decisión buscando nuestra
nueva aventura; temprano estaba la blanca paloma pulcra en su despertar y CASI
limpia después de no haber salido desde Guadalupe, las inmaculadas ruedas y su
pringosa torreznal cadena hacían presagiar el hambre de guerra que se mascaba
en el ambiente. Salió el Abuelo tras dos horas dormidas bomba en mano para lo
que todos ya hacemos “como norma general”, cualquier día empezamos a desayunar
ya en su casa, también como norma general.
Reunidos todos y
con aires ya insuflados, estábamos nada más y nada menos, que el Presi, el Abuelo,
Blanca Paloma, Benito, los hermanos más Largos (Largo-te y Cuerpo
<MoviLine>), el mayor de los Rincones pantera rosa en mano, PoCholo,
Meji-Jones y el presente, dispuestos todos a salir. ¡Alto! Dice el Largo,
llamada de última hora, ya casi arrancando los motores er Viti dice que se
incorpora, levantamos la mirada hacia el nacimiento del sol, y vemos por el
cordel acercarse una polvareda como si de una estampida de 500 búfalos en el
salvaje oeste americano se tratara. Llega er Viti, con su recién estrenada 29
¡qué maravilla! ¡qué máquina! ¡oh Dios mío la que nos espera!
Salimos por el
cordel no sin antes pasar por la churrera puerta del perenne Sarte y por el
gran zoco de nuestra cincuentona población buscando la vecina “gri gri” donde
cogeremos la culona dirección Aldeanueva. Tirantito fue el ritmo impuesto por
From digo el Largo, llegando a la población tratando de probar el alcance de la
29 que de cerca le seguía; pitidos a lo lejos como casi de un incendio se
tratara suena el avisador del presi – hasta aquí hoy … mañana – menos.
Nos divorciamos
de la pesada culona buscando nuevas direcciones, y por los caminos señalizados
para la ejecución por etapas de la gran ruta “camino natural del Tajo”
avanzamos a gran velocidad cuando se nos permite, ya que también atravesamos
peligrosas bajadas donde los frenos del quard silban al viento como un pastor a
sus ovejas a punto de saltar la linde, atravesamos también cañadas, dignas solo
ellas de los cuadrúpedos puercos que en ellas habitan y que tan solo ellos
perseguidos por los ojos negros se aventuran a cruzar flanqueadas ellas por
esos muros zarciles que tan fielmente
las defienden.
¡Grande era la
velocidad!, tanto fue así, que hasta el GPS se perdió, y llegamos por
casualidad a una venta abandonada donde aprovechando el momento de orientación el
gran Rincón ya sacó su pantera rosa ansiosa por salir del bolsillo. Mientras los
gastadores trataron de buscar alternativa (sin éxito), er Viti que había
pinchado la exagerada rosca y un servidor trataron de solventar el problema
(que barbaridad de rueda, parecía el volante de un Pegaso Comet.
Marcha atrás por
tanto y a busca señalización, ¡joder a esa velocidad nos la saltamos! Igual que
nos hubiera saltado el radar, en fin …; entre alambradas curiosamente de color
azul conseguimos llegar a la calzada romana que en otra época habíamos
recorrido. Cabe señalar y recalcar, que en otra época fue, para que los que la
recorrieron por primera vez no se decepcionen – este es uno de los paisajes
para recorrer en su momento. La calzada se encontraba llena de pasto, y no
dejaba apenas ver ninguna de su ya mal colocadas piedras, tanto fue así, que el
abuelo que seguía a Blanca Paloma se cayó – como siempre por la inseguridad de
su predecesor (otro culote roto) – al final, y como estaba previsto tocamos
asfalto; momento justo en que una formación Alcaudeteña (no tan grande y
profesional como la nuestra) subía a medio hervor (casi sin cocer) la asfaltada
cuesta, sin buscar una aventura igual
que la nuestra – ellos se lo pierden.
Por la road
asfaltada llegamos a la impresionante puerta que sujeta los caballos con presión
del long Tajo y a lomos de nuestras burras lo atravesamos. Siguen los caminos,
siguen las sendas casi perdidas, puertas (Julián 5 horas), y ya a lo lejos
vemos la torre (similar a la nuestra), del pequeño Bercial.
¡Curva a la
derecha! Blanca Paloma en su primera salida pierde su virginidad ¡y no se lo
esperaba!, pataleo, berrinche, lágrimas … ¡qué dolor! Ya no pasará la prueba del
pañuelo calé antes de su gran día, en fin … a remangarse ¡pero su dueño!
-
¿de dónde tiro?
-
¿qué cojo?
-
¿alguien tiene cámara?
-
¿alguien tiene infla?
Pero
-
¿tienes tu algo?
Aprovechamos el
momento en tan distinguido paraje para hacer nuestro break, también y
aprovechando una vez más que tenemos agua corriente, nos lavamos, hacemos ducha
conjunta y baño chueco.
Hora de montar
¡la rueda!
-
¿Dónde pongo esto?
-
¿cómo se infla?
-
¿y la cadena, como se coloca?
-
¡Coño que esto no es una cadena, que parece una sartén!
En fin hora de
montar, y esta vez si nuestras burras, dejamos atrás al ermitaño que con tanta
sabiduría y rebosante salud a base de celtas cortos nos ha deleitado, pues sintiéndolo
mucho debemos seguir nuestro camino. Camino que se verá recortado, por factores
tales como, las pérdidas, las averías, y el calor …
Entramos como
un gran pelotón en la pequeña pero
acogedora población de el Bercial, que en un momento vio triplicada su población,
acopio de agua, y adelante, no sin antes observar al apañado albañil que con
todos los medios de seguridad instalaba una casa en una rejilla …
Por el asfalto y
oliendo a embrague alcanzamos el punto donde Blanca Paloma hace su descarte,
punto justo donde comienza la prueba definitiva (banco de pruebas) de la nueva
29 que a más de uno sin aliento y sin fuerzas nos dejará … ¡buena moto!,
comprobado.
Ya en tierras –
gri gri – agrupamos el roto pelotón y sin prisa, pero sin pausa vamos dirigiéndonos
a nuestra querida población, donde en el abrevadero en el que nos esperan el
bien hallado Torres y Blanca Paloma (que acaba de llegar – ¡si se descuida! …),
calmaremos la sed que nos demandan nuestras agotadas gargantas castigadas por
el increíble polvo de la magnífica ruta que acabamos de recorrer.
La semana que
viene hacemos una de gatos pardos, y luego haremos la fiesta de la espuma (de
la cerveza) hasta que el cuerpo aguante.
Os espero en
esta y muchas más, no sin recordaros una vez más …
AL ATAQUE!!!
Que maquina el salta alambres, buena crónica y buena batalla la del sábado, no va mal la 29"jejeje. Y el pinchazos otra maquina vaya un cagalastimas que esta echo, zurrao pinchao y apaleao, pero en la playa. La ruta esta bien el trozo de la calzada habrá que hacerle en otro tiempo.
ResponderEliminarChavales muy bien, muy bien como sufrimos pero como disfrutamos y el sábado mas disfrute con la nocturna y luego de furriona. Saludos y ¡¡dale a los pedales!!
Ya que leeis la crónica, escribir un comentario aunque sea breve. El editor dedica su tiempo(poco o mucho) pero todas las semanas se toma la molestia de editar. Un saludo
ResponderEliminarQue pasa por aquí! Ruta breve pero intensa, vaya estreno de la 29". Aunque mejor estreno las nuevas gomas blancas de Pacopin no sabe otra cosa mas que pinchar y protestar, vaya tio! (me siento en la acequia) que sera lo proximo "ruedas macizas" vaya tio cenizo!
ResponderEliminarQue calzada! Mas que calzada parecia un pedregal, ruta para repetir pero con otro tiempo porque seguro que cambia la cosa y merece la pena.
Y ahora a preparar esa nocturna, haber donde acabamos!