LA ESTRELLA POLAR

Si el sábado anterior ya se levantaba el día desapacible, este no fue menos. La blanca mañana en la alameda no reunía esta vez apenas personal. Hoy es día de S. Martín, el pueblo huele a pelo de guarro choscarrao y de ahí las ausencias – sí las más notables, otras vagancia, otras miedo al frío, y otras miedo al reto. Solo llegó Benito, el Abuelo y resoplando etílico Cuerpo, que tanto le ha afectado el tema, que se le ha olvidado la cámara que ya le va dando su segundo nombre, y que esta vez hubiera merecido la pena llevar.

Salimos con las ideas bastante claras, tenemos que subir de nuevo al cerro de La Estrella.

El camino ya lo conocemos, y hasta el momento arranque cumbre no hay nada destacable, el ritmo no es fuerte, pues las resacas de la fiestas en los grandes, hacen que el ritmo en los menos fuertes sea más o menos llevadero.

Decidimos hacer por tanto la ascensión unida y al ritmo del más lento, en este caso del que escribe estas líneas. Subimos suspirando, gimiendo y llorando – algunos, o unos, o uno. Llegamos arriba, temprano, la enseñaora no estaba ni se la preveía, la parada fue tan corta, que no hubo ni tiempo de fotos, ni tan solo de hacer el imperdonable break. El cumulo de factores, tales como, la fría temperatura, que unida a la pequeña brisa hizo breve nuestra estancia en el sitio.

Bajamos, y a menores velocidades, la temperatura no aconsejaba dar la caña inversamente proporcional a la dada en la subida.

Volvimos por la culona a buen ritmo pensando en la invitación que teníamos por parte del Largo-te para ir a saquear la matanza de su amadísimo suegro; y como bien mandados, eso hicimos.

Llegamos al pueblo, allá a la parte de la alameda junto a la casa del presi, oliendo a guarro ¡pero ya guisao!.

Los caseros nos sacaron de todo, y si más hubieran sacao …; prueba de morcilla acompañada de una barra de pan ¡del día!, prueba de aceitunas caseras, rajadas y con sabor a tomillo, prueba de vino en botella de DYC ¡del bueno! criado en las barricas segovianas – ¡a no! que eso es lo otro … peleón, ¡como raspaba!, se lo podía llevar el ausente Pakito pa quitar el gotelé. ¡Agradecidos! Largo, mu rico tó.

Bueno chicos una ruta más, un mismo sitio con distinta temperatura ¡qué frío!, pero disfrute igual.

Espero veros pronto y que el grupo vaya cogiendo de nuevo número de participantes, eso sí, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!