Mañana primaveral la que amanece
en nuestra joven y bonita población, perfecta para unas happy holidays, para lo
cual hemos contratado un hotel con mozo incluido …
Saunoso salí yo, y es que esta
vez parezco novato ¡coño! 6 kilos deje en la ruta – sin parar entre retamas. Los
demás bastante más precavidos … Meji, el Abuelo, el Presi, Paktio, Benito y el
Largo-te … el banquillo está vacío, no quiero cambio … lo único es que Casca ha
llegado a tiempo para servir los desayunos.
Partimos, la idea era clara entre
los organizadores, a fin de cuentas, somos los que nos reunimos, escribimos,
gravamos, chintofaneamos y un largo etc.
Por la culona nos dirigimos
buscando en el 13 el Amador, a bastante buen ritmo, a partir de aquí la cosa se
cambia.
El porcentaje pasa a ser superior
a lo esperado, abandonamos la abandonada férrea vía, y nos metemos ya en faena,
los primeros metros hacen casi sin querer subir nuestras pulsaciones, y es que
Pakito nos lanza un ataque con su gran fortaleza física, curtida en las últimas
semanas gracias a sus sudorosas albarcas-footing dos kilometrescas – lo que no
estamos muy seguros es sin son reebok o son nike; el spint nos saca de punto y
parte el pelotón, hasta el punto que ya al principio y cercano a nuestras
tierras anduvimos perdidos; nos dio tiempo a ver esparragueras, botes de
manyorcas bajo las encinas, videos del increíble servicio de autobuses europeo,
e incluso a llamarnos por teléfono los unos a los otros para localizarnos.
Cercanos a Belvis, y bajando
incluso dando pedales – dijo Benito (ni idea) – llegamos a subir la velocidad
entre esas peligrosas sendas, partiendo polvo y charcos como cuchillos
mantequilleros.
Junto al apestoso Tamujoso, digo
al arroyo Tamujoso vimos una gran comitiva equina, al menos una quincena de
trotones con sus jinetes, y amazonas … corolobonito. La soledad del entorno ya
no solo se veía interrumpida por nuestras monturas, también se oía el traqueteo
de los cascos de los bonitos y bien peinados yubacanes.
Aprovechamos para parar y
agruparnos … Pakito no conocía el camino y se había perdido un poco, justo
antes de llegar a Calera se dio la vuelta y conectó de nuevo con nosotros.
Entramos por la parte baja en
Belvis, y cuando prácticamente decidida teníamos nuestra marcha buscando la
cuesta del burro, el pelotón comienza a renquear … a Benito le llama su jefe pa
colocar la luna – yo pensaba que se colocaba sola independientemente de en qué
cuarto se encontrara – uno no deja de aprender ¡me encanta la astronomía! –
razonable.
Descripción de cómo queda todo:
- Se va el mozo de hotel con las maletas y el neceser
- Nos quedamos, Largo-te, el Abuelo, Meji y yo
Cambio de planes … mientras la recepción
del hotel se encuentra casi aforo completo, los seguidores sufridores,
decidimos cambiar la estrategia, subimos la larga cuesta, ¡que cuesta! – bueno a
algunos <como subían las galopeadoras largota y abuela> - y tras ella
vamos buscando el sendero que peligrosamente y a un frenético ritmo nos llevará
al embalse de la Fresneda, que logra su capacidad gracias al surtidor Gébalo.
Hacemos break, hacemos fotos, y
pensamos en la marcha atrás – íbanos sin protección – después de haber visto un
ciclista subiendo la bajada, pie al suelo … ¡ni pensarlo quiero!, cierto es que
“sin pac el marino soy”, decía que había camino, lo que no decía es que había
puerta y con candado.
Pistolas en mano como unos
asaltantes, pues ya sabes, bajamos de nuestras monturas y saltamos la valla, en
este Club, no todo es montar en bici, día tras día queda demostrado.
Nuevos caminos, bonitas vistas
las que nos ofrece el sinuoso curso del Gébalo con las impresionantes paredes …
escondidas casas, eso sí protegidas por ¡perros! ¡corre coño!, vaya boca que
tenía el mastín, y que no paraba, menos mal que los repechos tardaron un
poquito en llegar.
Avanzamos por aquellos montes, y
al poco avistamos Alcaudete, nueva bajada, anchurosa y rápida pista que a buen
ritmo nos condujo hasta la población, donde paramos y reposamos nuestras secas
y polvorosas gargantas.
La idea era llegar al pueblo lo
antes posible para podernos refrescar con las heladas gordas que salen del
grifo del serpentín de Antonio, lo malo es que desde Alcaudete, y por ahorrar
en kilómetros ya que las fuerzas empezaban a hacer de las suyas, tuvimos que
asfaltear hasta el arco pasando por el duro mortirolo.
¡Llegamos al pueblo!, sí
llegamos, ¡coño que estoy escribiendo esto! … bastante después que los que nos
abandonaron con todo el campo lleno de grandes y peligrosas fieras … eso sí,
fue entrar en el pueblo como antaño, y los mayores sentados en las sombras de
la mayor plaza, fueron los que nos comentaron que había llegado ya hacía rato
Benito uniformado tirando de las pesadas asas de una sansonite y un neceser,
todo ello muy bien combinado y logrado, vamos un autentico juego –
merchandaising de bultos y maletas, aunque uno más bien parecía el petate que llevábamos
los que cumplimos con la patria.
Amigos, después de haber superado
la octogenaria cantidad en nuestros contadores, la tarea quedó bien hecha,
espero podáis disfrutar de esta nueva ruta los que no pudisteis venir y los que
os tuvisteis que retirar, ¡ya vendrán tiempos mejores! … despedida y cierre, eso
sí, no sin recordaros una vez más …
AL ATAQUE!!!
Ufff, Mejillón se va poniendo a tono, no le falta voluntad, bien Meji bien. La mañana calurosa sobre todo pal Freju, aunque no creo q fuera casualidad, este se quiere poner en forma, ha base de lechuga y sudar lo está consiguiendo, del abuelo ni hablo esta como siempre "a tope". El mozo y las maletas cada uno a lo suyo, el mozo a poner lunas y las maletas uno chistando y otro renegando. Buena subida la de Belvis, bonita zona la de la presa y buen descubrimiento el camino hasta Alcaudete, habrá que volver pa que lo ciclen los demás y buscar alguna alternativa pa no volver por carretera (estoy en ello). Un saludo y a disfrutar de la Semana Santa.
ResponderEliminarSe me olvidaba. Buena cronica Señor EDITOR. Sigue escribiendo yo seguire comentando y los demas que sigan leyendo, no dan pa más que le vamos ha hacer.
ResponderEliminarJoder bastante participación en la ruta y solo un comentalista, vaya compañeros. Hay que apreciar mas el trabajo de los demás que cuesta mucho sacar tiempo para hacerlo.
ResponderEliminarUna pena perderme esa maravillosa ruta ya que apenas lo conozco, por lo que veo fue bastante entretenida y con sus anécdotas como siempre.
Y que decir del "Mozo", mas que maletas creo que lo que recoge son paquetes....
Seguro q to mu bonito. Una pena perderme la ruta seguro q bonita amena distraida....... Otro dia será . Besos
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