Ya
estamos otra vez dando lumbre al – guasa – y es que este verano no hemos
parado, nuevas rutas, nuevas tierras, nuevos proyectos, infinidad de caminos ….
¡y lo que nos queda en cartera!, ¡adelante!.
La
actividad era frenética, unos confirman asistencia, otros confirman – bien
hecho – la no asistencia, otros no paran de confirmar – la no asistencia – y
como el difunto Jesús Hermida en las noticias, venga dar vueltas sobre lo
mismo, en fin, los asistenciales, 6 nada más y nada menos, con ganas de dar
pedales, es de lo que se trata, y pasión por investigar e innovar. Así sabemos dónde
atacar a Cuerpo.
Tempranito
en la alameda, eran las menos cuarto, y ya estaban la bike’s subidas en la
furgo por segunda vez, ¿por segunda vez? … gri gri. Llega Largo-te, subimos la
suya, y arrancamos.
Esta
vez las cuatro ruedas, llevan a nuestras preciadas dos ruedas hasta la
Villafranca de la Puente del Arzobispo, sitio donde el silo, a la sombra – de
momento – paramos y nos bajamos, el ya nombrado Largo-te, Tadeo – con ganas de
nuevas aventuras – Phineas – que está que se le cae to, y lo que no lo tira,
aunque tenga que repasar – Ferb – con tantas ganas de empezar a trabajar como
nosotros de que empiece – Benito – que dice que no practica, lo que no sabemos
es, qué –; bueno, y el presente.
Una
vez soltado el lastre y repasado el ojo salimos dirección Torrico, esta vez
empezamos a improvisar desde el primer momento; siguiendo las indicaciones del
chintófano, del notable chintofanero, y con la confirmación de un pastor – ande
las llevas – , hacemos nuevo camino. Quizá un pelín más entretenido que el que
ya conocemos, un par de subiditas, ponen las piernas a tono y la bomba de
presión comienza a elevar pulsaciones. A poco, la carretera de Valdepalacios –
Torrico, en su punto asfaltado, que habitualmente recorremos cuando nos
dirigimos a mi querido pueblo.
Una
pequeña bajada, y ¡a subir!, avistamos ya el núcleo torriqueño, esta vez no
vamos a pasar por su urbe, haremos una T-50, subiendo de nuevo desde el parque
con el pilón junto al asfaltado camino que lleva directo a Herreruela y de
nuevo subida, pero ya desconocida ojo. A mitad de esta, un nuevo
entorpecimiento, de aquellos que se empeñan en poner barreras al campo ¡coño!,
nada, nos remangamos saltamos, seguimos y volvemos a saltar.
Seguimos
en nuevos terrenos, fuerte y rápida bajada que nos conducirá a cortar en el
P.K. 6 la carretera que une Caleruela con la Castoreña población de Valdeverdeja
– me ahorro el comentario, que no queda muy bien aquí -.
Saltamos
la comarcal vía por caminos lindantes de la gran Bercenuño, rápidos llanos con
velocidades cercanas a la cuarentena, ya saltando no solo los baches, sino de
¡provincia!, ojo que sin pagar tasas – de lo poco –, hemos pasado en un abrir y
cerrar de ojos, de nuestra querida Toledo hasta la vecina Cáceres, bienvenidos
y bienhallados somos.
Cruces
y más cruces, nuevos caminos, nuevos paisajes, granjas, tractores ¡un yondy! – John Deere -, como está el tema chico –
y mi gorrita de la ITV –. Seguimos, hallamos una nueva senda – LA PUEBLA –
indicaciones a una ermita, caminos, arroyos, pedregosas subidas, peligrosas y
rápidas bajadas. El Gordo ¡un gimnasio! ¡qué sala de musculación!, ¡qué
máquinas!, biernos, palas, carretillas, cribas, harneros, cuartillas,
celemines, trillas, ¡qué despliegue de medios!, y al núcleo, foto junto a la
iglesia.
Vamos
a Valdecañas, avanzamos por la carretera de Berrocalejo y llegamos a la
intersección; tras diversas negociaciones, con portería, conseguimos que nos
dejen entrar hasta el Hotel para ver la isla, pero tras juntar los haberes en
nuestros bolsillos, nos damos cuenta que tan solo para un refresco tendríamos (yo
salía ganando, me pedí chupar la chapa).
Abandonamos
la posti-urbe, llegamos de nuevo al Gordo, muy en breve lo pasamos y seguimos
nuestra andadura buscando el siguiente hito poblacional.
Avanzando
de nuevo entre monte extremeño, sendas, veredas, ¡qué maravilla!; salimos del
meollo y a poco Calzada de Oropesa digo de Lagartera, llegamos por la antigua
carretera – adoquinada – hasta la plaza y hacemos break. Un par de mordiscos a
nuestras viandas acompañado de tontunas varias, y a seguir.
Por
un sorprendente camino asfaltado – hace mucho que no vengo por aquí – avanzamos
hasta dar con Herreruela de Oropesa digo de Lagartera, pasamos junto al
desguace y cruzamos el pueblo en un pis pas. Ya en la periferia, buscamos la
opción sur de mi pueblo, por to lo alto.
Avanzamos,
esta vez con más tranquilidad, fuertes pendientes, piedras, senderos en la
dehesa de Lagartera, cercanos de nuevo a tierras Torriqueñas. Granjas de ovejas
en nuestro camino, encinas y coscojas, tomillo, y orégano salpicado en las
berrocalescas tierras, para adentrarnos si cabe más y dejar los caminos,
convirtiéndolos con la varita mágica en senderos, senderos para única cabida de
una rueda por eje, especiales para nosotros, perfectamente diseñados para lo
que en nuestro pensamiento llevábamos marcado.
De
nuevo, más bajadas, más y nuevas sendas, regueros, piedras, zarzas … campo
total; finca la macarrera y nueva señal à a Puente. Pues venga, ¡sin atascar!
Otra
nueva senda, de nuevo entre encinas, de nuevo caminos tan solo para nuestras
bike’s, sin molestias, sin molestar, respetando la flora, disfrutando de la
fauna … Valdepalacios.
Tan
solo cruzando el asfalto, como a nosotros nos gusta, camino frente al
estrellado hotel y ya nos adentramos en terreno conocido, que pica un poquito
hacia abajo, basta tan solo con dejar caer los pedales y avanzamos a buena
velocidad, por el sinuoso terreno, de rápidas curvas y entre encinas, hasta que
en breve alcanzamos la explanada junto a Bienvenida. Grandes terrenos sembrados
de nuevo en regadío.
Junto
a las antenas que hay cercanas a Puente pasamos, mirando de reojo – el tiempo
ya era justo – y muy a pesar nuestro, tenemos que recorrer unos poquitos metros
por carretera, pero muy breves gracias al poco esfuerzo que nos depara la
rampita que en nuestro destino nos dejará.
Una
más, vaya listado hemos preparado este verano. Sin duda lo disfrutaremos, en
mejor tiempo, en el tiempo que el campo huele a verde, en el tiempo húmedo que
hará deliciosos los senderos que por ellos corren los regatos, os esperamos
compañer@s; hasta entonces, me despido, no sin recordaros una vez más …
AL
ATAQUE!!!
Repetimos esta bonita ruta.... Con un poquito de investigación incorporamos algunos tramos y senderos nuevos y quitamos alquitrán. Mañana entretenida y relajada como siempre un placer dar pedales con vosotros, aunque el grupo fue reducido, lo pasamos bien. Esta ruta habrá que repetirla cuando llueva, yo creo que merece la pena. Quiero dar las gracias al chofer y su camioneta GCO que siempre están dispuestos 👏👏👏. Un saludo nos vemos pronto y ¡¡VAMOS MAQUINAS!!
ResponderEliminarMu bonito tó , menos no poder ver la isla de los famosos, bueno ya nos compraremos un chalete para los finde y jugar al gol. Gracias compañeros por vuestro esfuerzo y dedicación, nos vemos en ALBERCHE a secas el sabat
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