Maravilla el “guasap” … ya a mitad de semana empiezan las ideas a
surgir, y en breve habrá nueva opción para salir a disfrutar en el fin de
semana, vamos a ver que ha sido de esta nueva jornada …
4 éramos los magníficos
dispuestos a salir en esta calurosa jornada – eso decía manos grandes – a la
conquista de lo que fuera necesario. Estábamos, nada más y nada menos que El
Abuelo, los hermanos Rincón ¡ooo sorpresa! el mayor se presenta en el sitio de
costumbre con su peque grande – que patas tiene, este nos va a meter mano ¡pero
ya! – y el presente, eso sí, después de ver los encierros de San Fermín, no
vaya a ser que nos perdamos algo.
-
¿Porqué salimos por la plaza? - dice el pupilo
del mayor de los Rincones …
-
Se sale por la plaza y se llega por la plaza –
costumbre, ni más ni menos
Pues dicho y hecho, salimos por
la plaza y vamos al cordel, por este hasta Talavera, no cabe nada que reseñar,
excepto que vamos a aprovechar para hacer unos “selfis” con las gafas rosas del
Abuelo y para que salga el nuevo pupilo con toda la formación.
El paso por Talavera es rápido y
sin problemas, dirigiéndonos camino de la Portiña, donde el peque se pone a
rueda disfrutando de los sinuosos toboganes que hay junto al camino, después nos
abandona, para hacer un poquito más por su cuenta y estar preparado para la
semana que viene; nosotros seguimos, lo planeado hoy es largo, e intenso.
Nos dirigimos a Pepino, y sin
pisar la urbe, por la P-50 bajamos a las parrillas y de aquí dirección S.
Román, pasando eso sí, por la encina del “grallo” <con permiso del autor,
recomiendo artículo … http://lamejortierradecastilla.com/pepino-y-cervera-dos-fiestas-y-dos-encinas/
> … en breve, y tras pasar los pequeños pasos canadienses, S. Román.
A partir de aquí comienzan las
complicaciones orográficas, se suceden los duros sube bajas, piedras, cantos
que apenas dejan rodar las bicicletas con duras pendientes e incomodos
patinazos, giramos a la izquierda – contrario a lo que quiere Texis – y
llegamos a Hinojosa.
Buscamos pilón, para llenar
nuestros sedientos y polvorientos bidones de agua, en una concurrida fuente,
donde un grupo de la 2 ¾ - casi tercera
edad – y como dice el “dicho”: nunca te acostarás sin saber una cosa más … pues van y nos cuentan los colegas – ojo hay
que probarlo – que si arropas – qué contrariedad – el bidón con un calcetín
viejo –que en algún caso parecía el vellón de una oveja torda – y lo mojas el
agua del interior no se calienta, debido al roce del aire … lo dicho, hay que
probar. Ya empezó el tema vacile, y hubo que salir por patas que al final con
tanta tontuna lo mismo nos zurran.
No nos hacía falta más calor, ya
nos íbamos nosotros a encargar de calentarnos. Salimos del pueblo dirección S.
Román – eso nos dijo un paisano (otro vacilando) – y empezamos a subir las
duras magras paralelas al de las antenas. Fuertes porcentajes hacían empujar
nuestras extremidades inferiores con dureza a las bielas en el rítmico vaivén que
el motor de cada uno permitía … cuando parecía que la cosa suavizaba, entraba
con fuerza otra, y la piña – se quedó sin pipos – dientes, platos, platillos,
piñones, piñoncillos; recurrir a todas las posibles combinaciones con tal de
suavizar la dura ascensión, y que tras un momentito de relajación a la sombra
para beber un sorbito de agua, termina con la dura puntilla en un llano en la
parte alta, y que por indicación de alguno de los integrantes, se decidió no
parar hasta el próximo pueblo.
Uff … pues después de subir, ya
sabes lo que toca, y aunque el mayor de los Rincones dice que el pasa mucha
tensión en la bajada, ya me encargo yo de disfrutar por mí y por él. Fuertes bajadas,
buenas pendientes, velocidades de vértigo … sooooo, hay que sujetar de vez en
cuando a la potra, tirar del bocao y dejar claro quién manda, que si no … lo
veo venir.
Tras rodar a fuerte marcha unos
km llegamos a Marrupe, hacemos parada para coger la ya habitual manyorca y
junto a otros ricos manjares hacemos el merecido break.
Tras haber degustado esas
maravillas capaces de aguantar ½ ruta en el bolsillo, debemos poner en marcha
de nuevo nuestras bike’s, pues hay que volver.
Dura ruta de vuelta, con las
fuerzas justas y las temperaturas por las nubes al borde ya de cocción. Bajamos
fuertes al Marrupejo y de este por las cercanas tierras de la Merejil, cogemos dirección
Segurilla.
Tras pasar la cantera
segurillana, el mayor de los Rincones dice que porque no bajamos al Marrupejo,
de ahí a la Cañada, luego subimos por la matamulas … El pequeño de su familia
le mira con cara de criminal de gallinas y el comentario, bueno, creo que me lo
reservo … rayos, truenos y centellas.
En fin … Segurilla, luego
Mejorada, y cogemos una fresquita botella de agua para rellenar bidones; ya
queda poco, pero no va a dejar de que las piernas se nos enfríen …
Sube-bajas, malojo, atalaya, periferia
de la Encarnación, Gamonal … ya son pocos los km que nos separan del pueblo,
pero vamos a rozar los 80 y con un desnivel acumulado – en las piernas –
bastante subidito.
Entrada al pueblo, solo nos
esperan las chicharras (cigarras) que cantan al calor y nos dan la bienvenida. En
fin, una dura más … ya sabéis lo que hay que hacer …
AL ATAQUE!!!
Una pena y envida sana no poder acompañaros (otros muy buenos objetivos familiares me lo impiden) esta si que me hubiera gustado repetirla.... Gracias al señor EDITOR por llevarme con sus palabras (otra vez) por esta bonita y dura ruta y con estos calores más. Seguir así nos vemos para la prixima y ¡¡VAMOS MÁQUINAS!!
ResponderEliminarHola chavales qué gran ruta sufrida y calurosa aunque pasamos un buen rato. Qué bueno volver por estos lares y ver los vídeos y leer las crónicas gran trabajo del señor editor . Nos vemos en los caminos chavales 🚵♂️👏👏
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