Fin
de semana más largo de lo normal, y ya nos estamos frotando las manos. Llega la
Semana Santa con mucha pasión, pasión por salir, por el esparcimiento y el
disfrute de nuestro deporte preferido – el mountain bike.
Varios
días fueron los que se salieron, y rutas variables. También hubo tiempo de
echar las gordas y mucho más.
JUEVES SANTO
Lo
que parecía iba a ser un día normalito, se convierte en un día espectacular y
con gran afluencia personal.
En
la alameda estaban, el Abuelo, Charlie – recuperado, bienvenido – Texinas (o
Ferb), Largo-te, Joaquinón. Tadeo, Meji-Jones, Benito, lo veis, Jueves Santo, y
más gente que en la procesión.
Salimos
sin rumbo cierto, aunque hemos pensado – tiri tiri - ¡ir a estrenar el puente!,
bueno más que estrenarle, es cruzarle, y a lomos de nuestras dos ruedas.
La
gente nuevamente incorporada hoy, en teoría anda floja, por tanto decidimos no
alargar mucho la ruta, pero eso sí, quitarnos el gustillo de salir con ella.
Dicho y hecho, salimos por el cordel, y nada más cruzar el famoso puente de
Carlos V – que lo dijo Meji eh – y por el camino paralelo a la variante,
llegamos al punto donde hacen ambos nivel, y nos incorporamos a ella.
Rodamos
rápido por el sitio intentando evitar como siempre a toda costa el asfalto –
esta vez inevitable – o al menos pasarlo lo antes posible. Cruzamos el Tajo por
el nuevo chuchillo y enseguida estamos en la carretera de Alcaudete N-502
buscando incorporación a caminos para llegar a el de las Herencias.
Un
pis pas nos costó, y en muy breve graveras y casi las Herencias. No tenemos muy
claro si subir la mesa, parece que la mayoría no quiere, y a favor de la
democracia hacemos caso al voto de mano alzada.
Nos
dirigimos raudos a las Herencias, y tan pronto llegamos, tan pronto pasamos, 2
minutos escasos costaron pasar el pueblo y comenzar las ascensiones que nos
llevarán a la zona Canturias.
Tan
pronto alcanzamos la zona más alta, después de los sube – bajas que hasta a
ella nos dirigen, decidimos hacer una pequeña parada y ¡break!.
Breve
fue, la mayoría tenía planes y había que estar temprano en casa. Salto de nuevo
encima de nuestras monturas y ¡adelante!.
Seguimos
dirección a la casa de Canturias, y fuerte bajada con velocidades rozando la
seventy cifra, y de nuevo sube – bajas que nos llevaran a la orilla del Tajo.
Una vez allí y contemplando los nuevos cardo-cultivos, procedemos a la
reparación de alguna montura caldosa … y ¡solucionado! Otra vez a dar pedales.
Ahora
toca subir, y llegar a la perjudicada carretera enlace directo a medio
mortirolo, bajamos de nuevo fuertes hasta el río y buscamos el nivel definitivo
en la vía tras coronar la del arco.
En
este punto y hasta que llegamos a Calera comenzó la guerra, el día acompañaba y
la compañía no te digo. Tomó la iniciativa Largo-te llevando nuestras monturas
por encima de treinta … tomó el relevo Tadeo dando una vuelta a la tuerca – los
kilómetros seguían cayendo – nueva vuelta de tuerca por gentileza de Joaquinón
– que no se iba a quedar el sin poner su guinda en el pastel – y aprovechando
que su 29” no se había ensuciado y con la ropa sin arrugas Benito nos dio otro
hachazo, cuando avistábamos la vecina Calera y yo pensaba que todo el pescado
estaba vendido, haciendo honor al dicho – hasta el rabo es todo toro – pues
Largo-te dio otra vuelta a la tuerca y creo que ya se estallaron las roscas de
la mayoría de los tornillos.
Agrupamos
cogiendo respiración y llegamos todos juntos al pueblo en amor y compañía.
La
festiva tarde prometía en familia y decidimos empezar el ayuno de pasión – en
compañía de nuestros compañeros – hasta la próxima salida, que con los planes
hechos será muy en breve.
El
día terminó bien y la ruta fue cojonuda, además con el nuevo puente, nos hace
pensar en el recorte para nuevos objetivos, que no dejarán mal sabor de boca a
nadie, seguro estoy de ello.
He
de felicitar a nuestro compañero Pakito que hoy cumplia la friolera de 45 años,
y que se ha ido a disfrutar con su familia del día … no lo entiendo, cambia un
rato con nosotros, cuando hay tiempo más que de sobra para hacer de todo,
total, no estuvimos más de 3 horas montados en la bike.
Seguía
transcurriendo la semana santa, entre procesiones y torrijas y …
SABADO DE PASION …
Temprano
amanecía de nuevo en la alameda, si cabe, más temprano todavía que de
costumbre, pues eran las 7:45 am y ya estábamos la mayoría en el sitio … la
idea esta vez era clara, íbamos a montar nuestras monturas en los bugas y nos
dirigiríamos a las orillas del Pusa para llegar hasta Los Navalmorales.
Para
hacer esta crónica necesito tener a mano el mapa, no tengo ni idea por donde
pasamos, el chintófano y el chintofanero fueron los encargados de dirigir la
ruta.
Nos
encaramos en los coches de Benito y Largo-te, pues ellos, claro está,
Meji-Jones, Joaquinón y en el trastero de Pakito, el mismo acompañado de Ferb;
a poco llegamos a … esperad que voy al mapa … vale, salimos de San Bartolomé de
las Abiertas, creo recordar que este es el pueblo de Torres, y si no, no le
anda mu lejos, por anchurosos caminos tipo cordel avanzamos varios kilómetros,
pasando por los primeros olivares de la zona – de los numerosos que vamos a ver
– en uno de ellos según el criterio Mejijonario olía a cabra mojá, luego
descubrimos que había un tractor curando las olivas. Y seguimos anchurosos sube
bajas que en breve nos llevarán a bonito puente que hay paralelo a la carretera
de los Navalmorales, junto a … esperad que miro … a si, a Santa Ana de Pusa, y
como su propio nombre indica, atraviesa el río Pusa, por increíbles cortados en
graníticas rocas surcadas por el agua milenaria y que atraviesa la provincia de
sur a norte – curioso – buscando el principal Tajo en su desembocadura entre
Malpica de Tajo y Bernuy.
Hacemos
fotos y ¡largo! digo, ¡el Largo! ¡que se escapa!, pasamos bajo el puente menos
llamativo y bajo la carretera y comienzan los senderos, guau, qué maravilla de
paisaje, íbamos junto al curso del río entre pequeñas corrientes y remansos,
antiguos molinos y edificaciones construidas en torno a la riqueza que
aportaban en otros momentos los ríos.
Entre
senderos, piedras, encinas y demás vegetación, dando una pequeña pero
interesante pirula, llegamos a Santa Ana. Callejeamos no sin que Texinas dejara
de visitar la plaza y contemplar su iglesia y seguimos. Cambio de paisaje, más bien,
de caminos, comienza una larga y tendida subida, difícil por su suelo compuesto
por rollos que hacen difícil asiento en la bike, pero ¡la coronamos! como no.
Entre
rañas rodeadas de olivar y casi sin avistar pocos metros más delante de lo que
realmente ciclamos, llegamos a ver cerquita las chimeneas de Los Navalmorales y
su Cristo en todo lo alto junto a las antenas repetidoras de señal.
Entramos
en el pueblo por donde secan colgados los cubos de hormigonar, y a poco nos
rodea el aroma de esta frutera población y su principal actividad – la
explotación de la aceituna y su oro liquido.
La
atravesamos por su importante urbe, larga travesía con grandes portalones,
hacen recordar lo que en su momento pudo haber sido esta importante población.
Ya a las afueras e intentando continuar nuestro camino, nos paramos junto a las
piscina – esta vez vacía – de alpechín, que hará de punto de partida, para
tomar la dirección del nuevo pueblo … esperad que lo mire … San Martín de Pusa.
De
nuevo largas cañadas con buen firme y una pequeña confusión, pero resuelta tan
pronto la señora del caserío oyó el bullicio – estos seme meten hasta la cocina y acaban con la matanza y las reservas
de aceite, pensó; la cuesta abajo nos llevó directos a una embarrada
piscina, que rompió la delicada virgen limpieza de nuestras maquinas
velocípedas.
Fast
a furius por las anchurosas bajadas que en muy breve nos plantaron en la
población de … esta vez lo sé … San Martín de Pusa, donde hicimos el break, y
unas fotos tipo tumbada que si el tio que pasó hubiera bajado la ventanilla del
coche y le hubiera oído Benito, ¡la había cagao!.
Fuimos
a buscar la plaza, o al menos la semiancha calle donde se ubica la iglesia. Aquí
disfrutamos de las más variadas viandas, y de las golosinas que Meji-jones les
quita a los niños cuando abren las piñatas de los cumpleaños.
Seguimos
por unas pendientes calles, por donde Texinas – dice – es capaz de meter el
camión ¡qué hábil!, y subimos dirección un caserío con una amplia raña a sus
pies, donde nos encontramos a algún espontáneo y simpático recogedor de
cardillos.
Bajamos
la fuerte pendiente, entre rollos, baches, cruces y profundos charcos, buscando
de nuevo el nivel de ruta, el que nos proporciona el río Pusa, y a todo tren
incluso con el aire en contra, con las veintinuevereñas Larga y Benita
exponiendo su cara al viento cercanos a la treintena, conseguimos avanzar los
llaneadores kilómetros que nos llevarán al paso por carretera del río, ya en su
parte más norte – en la ruta – que nos conducirá a la recta final del tour del
día.
Recta
final era, pero aún quedaba pescao por vender en la lonja. Más de un par de
fuertes subidas buscando el nivel final, entre olivares y angostos caminos, nos
llevarán a una nueva extensión de cultivo “raro” y que susurraba al viento –
aunque no lo entendimos, pues el dialecto aun poniendo atención nos era
desconocido – y bordeando la anchurosa extensión
de regadío a presión motorizado nos encaminará, ya viendo en el horizonte
nuestro punto de partida, no sin antes, apretar de nuevo la bielas de nuestras
burras buscando el final de jugo en nuestras ya cansadas piernas.
Llegamos
al pueblo, recogimos el material, y volvimos al nuestro buscando las gordas y
costillas preparadas para celebración de fin de semana santa y homenaje a la
semana de pasión.
La
ruta fue magnífica, y hubo de todo y para todos.
Espero
nos veamos pronto, en esta y otras más, no sin recordaros una vez más …
AL
ATAQUE!!!
P.D.:
Gracias Chintofanero ¡buen trabajo!
Peazo crónica ¡la virgen! Y muy esperada. Buena semana santa y buenos días de mtb los que hemos disfrutados. El jueves muchos bikers y pocos km pero a falta de km doble de leña, que poquito nos hace falta para hacer dura la jornada y como apretamos los dientes. Y el sábado a pusa yo ya lo conocía, que bonita es esta ruta siete valientes nos fuimos de excursión y habrá que repetir, ruta comoda y para disfrutar de caminos y senderos nuevos, mención especial a Paco que cuando quiere se aprieta y no quiere perderse donde no conoce "que cuco" venga chavales espavilar que os lo perdéis. Un saludo y ¡ ¡ VAMOS MÁQUINAS! !
ResponderEliminarBuen trabajo señor EDITOR por deleitarnos con estas buenas crónicas y no cesar en el empeño, tu tiempo te lleva, sigue así para que el blog siga vivo y los demás un comentario que tampoco cuesta tanto. VAMOOOS!!!
Si señor, esta vez lo has bordao, las tres c, corto, concreto y conciso.
EliminarBuena crónica como buenas fueron las rutas de pasión de esta Semana Santa, entretenidas, duras, pero llevaderas. Hasta Paco respondió como un valiente y hay que agradecerle el esfuerzo.
Por mi parte sigo buscando la forma, salgo menos de lo que quisiera y está guadalupe a la vuelta de la esquina.
Hay que empezar a apretar el ritmo señores.
Buena compañía ( es lo mejir de todo junto con el ratito de las gordas ).
Agradecer el esfuerzo al ruteador y al cronista.
No olviden vitaminarse y supermineralizarse.
Saludos.
Felicidades de nuevo, por la crónica al cronicador. Sí señor, currada crónica, como siempre y muy buena. Una lástima no poder acompañar al grupo el sábado, pues me hubiera gustado, y de esa forma también hubiera cambiado un poco la rutina.
ResponderEliminarEspero que preparéis alguna de estas salidas fuera del entorno, cuando libre, que de momento parece ser que os empeñáis en que no coincidan con mi libranza.
Por otra parte, recordaros que tenemos pendiente la ruta de las Barrancas.
No me hagáis preparar alguna ruta nueva por tierras abulenses, que sabéis que lo hago. Otra cosa distinta es el número de participantes dispuestos a ello.
que grande la cronica y bonito dia por los pueblos ribereños de rio pusa.ese dia se puso mala blanca paloma un beso nos vemos en las siquientes rutas
ResponderEliminarque grande la cronica y bonito dia por los pueblos ribereños de rio pusa.ese dia se puso mala blanca paloma un beso nos vemos en las siquientes rutas
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