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jueves, 26 de marzo de 2015

Los enlaces del chintófano

Compañer@s:

Os pego el enlace de la magnifica ruta que nos marcamos el sábado. Es fruto del trabajo que diariamente nos hace Largo-te, además de buscar por su cuenta - luego dice que Colombo soy yo, y hay muchos que tiran la piedra ... - pues también nos grava las rutas por las que vamos. Esta es la de los Enebros al revés de como la solemos hacer.

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=9136151


No obstante, el enlace a su cuenta donde están gravadas todas las rutas, con toda la información que recaba el chintófano, e incluso algún comentario o foto que el se encarga de adjuntar, preparadas para descargar y hacer cuando plazca, están en:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=637476


Gracias por tu trabajo chintofanero.


RAE: Chintofanero: dicese del manejaor del chintófano, que a veces no tiene ni puta idea de por donde nos lleva, pero el no pierde la calma y a los demás nos parece que lo lleva todo controlado. Ande las llevas!!!

martes, 24 de marzo de 2015

LAS TROTONAS DE LOS VELAINOS


Poca era la afluencia en la Alameda este sábado, y es que quien más quien menos asomando el VW a la ventana … uff, vamos que se está más agustito en el sobre.

Total que a la hora de costumbre hasta ahora ¡ojo! 8:30 a.m., (cuidadín que es sábado que viene nigth hay cambios), estábamos: el perenne Abuelo, Largo-te, Texinas y yo, y al rato por el norte aparece el presi con las ruedas flojas.

Partimos, de momento incluso guaseando con er Viti la idea no es muy clara; pero me viene a la mente la propuesta de hace un par de fines de semana de Texinas, de por qué no hacer los enebros la revés …  pues dicho y hecho, digo a hacerlo. ¡Ande las llevas!

Salimos por donde siempre, esta vez el Sarte está fuera del chumbano, y nos dice - ¿Ande las lleváis? ¡mira que os va a pillar! … ¿quién dijo miedo?, ¡ya estamos fuera del sobre coño!

Pues nada, subimos por el carreterín dirección Gamonal y por donde creo que ya hace años que no subimos – siempre bajamos – tiramos, total, el camino es bonito, vamos rodeados de encinas y con la subida da tiempo más que de sobra para disfrutar del entorno, más teniendo en cuenta que el día está nublado y el aspecto, color, y olor es especial.

En este primer tramo del camino – casi no da tiempo a salir – se producen las primeras ideas de abandono. El Abuelo tiene que volver pronto – tiene otra quedada – y el presi aprovecha la vía de escape para, si es posible no llegar ni tan siquiera al primer pueblo.

Pues sí, los valientes llegamos al pueblo, y nos despedimos de el Abuelo como se merece, - una patá en los cojones y ¡auste! – y desprisita que tienes que cortar lo antes posible la ascensión del presi para hacerle más corta la agonía. Y los un poco más valiente, le pasamos, y llegamos a Segurilla, tranquilos y contando tonterías.

Caminamos digo, rodamos hacia la cruz y comienza la bajada, más bien rapidita, y a poco … vacas de campo corriendo camino abajo, y el pastor – vaquero, corriendo tras ellas y más bien apuradillo. Menos mal que nos dio por preguntarle, porque si no – es que estos de las bicis …

Por favor, nos dijo, no corráis mucho que las hay que ya se han tragao el zaragallo bendito y las podéis hacer malogro; ¡uy la virgen!, pues nada, a pastorear tranquilitos detrás de ellas.

Miramos por el retrovisor y bajan tres leones velainos a to zimbel … ¡che che, sin prisas! a ver si no hemos corrido nosotros y ahora vosotros la vais a liar.

Que de dónde venís, que a dónde vais … pues vale todos juntos, en principio mejor 6 que 3 ¿no?; en la p..a hora.

¡Cómo subían las velainas!, ¡cómo llaneaban las velainas!, pa bajar, ya estábamos nosotros. Menos mal que teníamos a Largo-te bajo la manga que fue el que se encargó de mantener el listón y la reputación en su sitio.

Bajamos al marrupejo, y nos mojamos los pies; seguimos por los sube-baja ya dirección Marrupe; y ya en el marrupeño termino, les hicimos una 12-13 y acortamos por el otro arroyo que teníamos que cruzar, ¡otra vez mojada de pies!; pero hasta Texinas pasó dando caña y sin pensar en la humedad que iba a producir el momento.

Llegamos a la carretera parejos a ellos, y cojimos el camino de bajada – hormigonada – del aguijón san romaneño.

Pocos minutos bastaron para recorrer lo que hacía unas semanas costó un pelín más, más aún podía haber sido de no ser por las únicas gotas que cayeron del cielo en la mañana saturdeña, pero que con la gran velocidad y sin limpiaparabrisas eran casi molestas.

Una vez abajo, buscamos una encina e hicimos – corto break – (es una nueva modalidad), apenas había mordido dos veces a la manzana y ya estaban pidiendo que nos marcharamos … ¡cago en diez! ¿ande cojones tienen estos el compartimento duracel?. ¡Qué finos! si estuvieron buscando hasta esparragos.

Seguimos por tanto por la dehesa ½ Pepinera ½ san romareña, pasando nuevos arroyos, pasos canadienses mejiyoneados y currados. A poco carretera de Pepino y ¡subida de las parrillas! la madre que lo parió, y el Largo que no atasca. A todo esto, los otros dos integrantes del Club que le acompañaban, haciendo ejercicio anaeróbico a tope, porque el aeróbico aquella misma mañana descubrí que era de mariquitas.

Seguimos dirección – La Portiña – por los bonitos sube – baja y senderitos que directos nos llevaran a la secundaria asfaltada subida de Segurilla. Punto también donde el trío velaino nos deja para ir dirección – su pueblo - . Despedidas de lo más curioso:

-          Largo-te: un placer chavales – ¡claro el disfrutó como un mariquita con gusanos en el culo!

-          El Editor: <muy diplomáticamente> venga chicos, nos vemos otro día … entre dientes … ¡auste!

-          Texinas: tanta paz llevéis como la que dejáis … entre dientes … ¡cabrones!

Bueno, se podía haber complicado un poco más el asunto con tan solo un chistido, y la idea que llevábamos era subir por el Casar – ruta Tadeo – pero en un momento de lucidez de Largo-te – era el único que estaba para pensar,  los demás teníamos la sangre en las piernas y en el cerebro había falta de riego – ; dice: podíamos ir por la veredita de los motores y ver la fase final del puente que han construido sobre el Tajo. Una vez más, dicho y hecho.

Pasamos Talavera y nos dirigimos por el campus dirección “la veredita”; la disfrutamos, porque estaba para ello, y pasamos debajo del totalmente construido puente, pero sin parar, ya queríamos llegar al pueblo.

Lo hicimos, si, pero fuimos por el camino de los barros – con historia incluida – (ojo que lo había leído Texinas en un libro), y antes de llegar a los aflejes, vuelve su conciencia a decir … creo que no deberíamos seguir adelante pues están los atacadores de Charlie.

Asentimos y Largo-se te encargó de enseñarnos – al menos a mi – caminos nuevos en torno a nuestro pueblo y que de momento no había recorrido. Pasamos por su parcela y observamos la cosecha que tan fructíferamente hará a Joaqui un potente agricultor cuando le ingresen en la caja la subvención.

Ya con los rostros cansados después del esfuerzo – dos de ellos – llegamos al pueblo y en el zoco nos dividimos, Texinas dijo que no estaba ni pa las gordas, que lo único que le pedía el cuerpo era, una buena siesta.

Nosotros si que nos fuimos a por las gordas, y como en esta ruta no había salido Cuerpo, pues no tenemos videos, y como los velainos nos llevaron a zampatarama, pues no nos dio tiempo a sacar fotos, lástima llevaba carrete nuevo.

En fin chavales, incluso nublado y a medio lluvia, los caminos están para disfrutarlos, no dejéis de salir.

Yo me despido una vez más recordándoos …

AL ATAQUE!!!

jueves, 19 de marzo de 2015

CORONAMOS EL BURRO SI O SI


Partiendo de que la semana pasada hubimos o hicimos dos rutas … Saturday and Sunday vamos a ver que somos capaces de hacer esta. Los domingueros de la semana pasada, exceptuando al abuelo que se repite como el chorizo, saliamos en busca de tanteo antes de incorporarnos a la élite; anduvimos por tierras Pepineras, Romanreñas, Marrupeñas y Cervereñas, a nuestro regreso camino del pueblo, pasamos por Segurilla y la vecina Mejorada. Todo ello, repito, tratando de hacer más llevadera la incorporación a filas.

Pues sí, en la Alameda y a las ocho y media de la mañana, 8:30 a.m. estábamos nada más y nada menos que: El Abuelo “perenne como la hoja de las encinas” ¡bien!, Largo-te “y con ganas de guerra” ¡bien!, Cuerpo “cámara en mano” ¡bien!, Texinas “bienvenido – bienhallado <qué alegría>” ¡bien!, Benito “con sus presentaciones – super 38” ¡bien!, Meji-Jones “el hombre que susurra a las bestias y con su martillo” ¡bien!, también vinieron los López, el presi y Pakito, pero vinieron con medias digo … a medias, la formula por tanto “solo para los de ciencias”

½ presi + ½ Pakito = ni ½ ruta – podéis despejar lo que queráis viene saliendo lo mismo.

Continuamos que la ruta es larga, al menos para los enteros. Partimos sin idea clara, puesto que nos hubiera gustado ir al molino cebolleta, pero respetando a los que no están revocamos la decisión; salimos por tanto como siempre – Tadeo – por la plaza del pueblo dejando a Sarte y sus masas fritas atrás, por el cordel camino de la vecina Calera a buen ritmo impuesto por Pakito – el apretón … - llegamos al inicio de la culona y vemos que la pasarela ya está concluida “al día siguiente – domingo – fui a poner el banderín con mi pupulo ¡ya está estrenada por Alberchanos!” y por la vía sin enfriar pasamos el Amador y nos desviamos por una nueva trocha buscando los caminos que nos llevarán a Belvís.

En el desvío el abuelo con su habitual clase se baja de la bici a coger unos minerales para su colección y con el viento en contra – durante casi toda la ruta – comenzamos los sube bajas que nos conducirán a orillas del apestoso digo … del Tamujoso para en breve llegar a Belvís.

No hay parada en Belvís, pasamos junto a la teta rozando el pezón y comienza la larga subida que poco a poco nos conducirá al punto alto – duro de la ruta.

Tras ver los antiguos indicadores de la Caja Rural y hacer los chistes de Eugenio – Meji, puto corrector – risitas, vistas al más allá y ¡adelante! con decisión …

Poco a poco la cosa va teniendo seriedad, el porcentaje va subiendo – como últimamente el IVA – y pedal a pedal ¡objetivo conseguido! ¡cima!. Hay que tener en cuenta que el camino ha sido retocado, lo que ha facilitado nuestra dura tarea, y aunque el porcentaje sigue siendo el mismo, el camino estaba a nuestro favor.

A partir de aquí y hasta Alcaudete – fácil y sencillo – floja y pedregosa bajada, salpicada de regueras y balasto más que en la vía. Regueras hormigonadas, y buena bajada limpia, fácil y sencilla, - Alcaudete.

Buscamos el zoco, y hacemos break. Tonterías las justas, estamos a punto de llegar a la zona Semana Santa y Texinas ya va entrando en los templos que se encuentra por el camino buscando redención y perdón – algo habrás hecho –; en cuanto al break en cuestión, pues lo de siempre, fotos, frutas, y golosinas de Meji-Jones, para compartir en bolsa de IKEA.

Arrancamos y pich (onomatopeya), la negra larga sale como un cohete tratando de tapar fugas a to tren y ducha la bike entera con el pegoland – que no es del bueno – porque si llega a ser el abuelo el que pincha, ni una gota de aire hubiera salido de la rueda.

Salimos de Alcaudete por el puente semi-peatonal, haciendo nueva parada en el, observando la corriente del Gévalo digo Jébalo – si es así de curioso, en los mapas del Sigpac el marino soy de Alcaudete hacia abajo es con “j” y  “b” y en sentido contrario “g” y  “v” (comprobar) – hacemos pises – nosotros por debajo de la barandilla – hacemos un bote y marchamos.    

A los pies del bunker pasamos dirección Membrillo, largo camino con ya duras cuestas que cuestan a estas alturas, hasta Meji-Jones se desprendió de sus calcetines porque le machacaba su dedo martillo, y bajando por el accidentado camino rollizo conseguimos llegar a Membrillo, donde nos agrupamos y llenamos nuestras cantimploras.

Corta fue la parada, pues a poco nos quedan los duros rompe-piernas de la zona del mecachón, y es que hace tiempo que no lo hacíamos en este sentido ¡es duro! a estas alturas y cargados de kilómetros los músculos se resienten. Menos mal que nos queda la fuerte bajada que por un momento nos hará disfrutar sintiendo el viento con fuerza en nuestra cara. Hay que decir, que a estas alturas, habíamos sufrido un abandono; el colega Cuerpo salió zumbando a Talavera a por el coche para no tener que llegar hasta el pueblo dando pedales ¡qué cuco!.

Nosotros a nuestro tran tran, llegamos a Talavera, y desde aquí hasta el pueblo con el aire de culo ¡al fin! fue un pis pas, más teniendo en cuenta que hoy íbamos a por las gordas si o si, porque hasta el cocido del abuelo al estilo carrreñú quedó aplazado.

Magnífica ruta chavales, objetivos conseguidos, coronamos el burro como novatos de las 29, seguimos dejando ceniza donde hubo lumbre.

Esperamos inmediatamente nuevas incorporaciones, el tiempo y los caminos piden a voces que sigamos ciclándoles e investigando nuevas rutas. Los que salieron, que lo sigan haciendo, los que se quedaron a medias, que intenten conseguir las enteras ... os esperamos por tanto en esta y muchas más, innumerables rutas con novedades y sorpresas.

Me despido como siempre recordándoos … AL ATAQUE!!!

 

Os dejo el magnífico trabajo de nuestro entregado compañero CUERSPILBEG, sigue así majo, lo que tú nos dejas vale más que toda esta crónica, tus imágenes son insustituibles. Gracias.

https://youtu.be/REmN4cHX4Rw

miércoles, 4 de marzo de 2015

A ORILLAS DEL SANGRERA


Seguimos investigando y ¡en grande!, el tiempo está genial y los caminos … se dejan, has acertado estás leyendo una crónica del Club Ciclista Alberche, comenzamos.

Cada uno utiliza su tiempo libre para lo que quiere, en el caso de nuestro amigo y compañero Largo-te, es, por hacer disfrutar a los demás, ¡y lo consigue! … doy fe.

Estábamos en la alameda, el abuelo, Tadeo, Meji-Jones, Largo-te y yo. Apenas dos somos los que sabemos dónde vamos <bueno tres, el chintófano también lo sabia>.

Salimos una vez más por la plaza del pueblo – Tadeo ya lo va entendiendo – y por el cordel nos dirigimos dirección Talavera, hablando un poco de todo, que si los pajaretes, que si el tractorcejo, que si las placas tectónicas, etc. Y casi sin darnos cuenta llegamos al puente de Carlos V – lección de Meji-Jones, el enterao – y a poco Talavera.

Sin prisa pero sin pausa, hoy tenemos bastantes kilómetros por delante, y necesitamos espabilar. Cruzamos el Tajo por el puente de hierro y por el barrio del Paredón vamos tomando dirección al duro Mecachon.

Presentaciones oficiales, Tadeo, aunque parezca imposible, no conoce a Mecachón …

-          Mecachón, Tadeo

-          Tadeo, Mecachón

Seguimos, digo subimos, joder, pero que largo es, aún así, Largo-te a media subida pega un apretón y nos deja a todos sentaos de culo, poco a poco, gota a gota vamos coronando, todos arriba y seguimos; ¡ojo! no es la última cuesta que vamos a subir hoy, el día va a estar plagado de rampas, ciclables al más puro estilo Texinas – que echamos de menos junto a su hermano Phineas – amplias y con buen firme, pero duras.

Serpenteamos la zona, Mecachón, el cortil, y muchas otras fincas con variopintos nombres, y las no nombradas, pues ya se encarga Meji-Jones de bautizarlas. A poco y una vez más con Meji-Jones susurrando a los yubacanes - ¡qué entendimiento con las bestias! lo mismo susurra a los caballos que berrea con los cérvidos de la zona – llegamos al Membrillo.

Pasamos por la urbe llena ella de  DKV’s y simpatía en sus calles – por los cojones – breve pues, vendemos algunos pimientos y seguimos. Subimos la segunda de las pendientes del día, casi nadie la recordaba, unos por desconocimiento y otros por despiste, pero aún así hubo que subirla, y tranquilitos, hoy el día es de sorpresas y no sabemos cuándo necesitaremos de las energías que podemos guardar no abusando de excesos.

Una vez arriba, avistamos un nuevo punto geodésico, curioso, ¡con terraza!, si le decimos a nuestro compañero Pocholo que nos lo aluminice y cristalice podremos conseguir un solano como los que utilizan las mujeres de mi pueblo para coser.

Media raña por encima del Membrillo – la tapa del bote – un par de cruces y una rotonda junto a una oliva y buena bajada hasta un establo de ovejas, dos charcas junto al camino, un par de dudas – rápidamente resueltas – por un camino junto a un pedregoso olivar y llegamos a la rivera del Sangrera, que por primera vez cruzamos – en el día – con nuestras monturas sin mojar los pies, por anchurosos caminos nos irá conduciendo para el resto de ruta serpentenando a nuestros pies.

Grandes fincas junto al camino, sembradas de cereal, junto a sus grandes masías, con paredes resplandecientemente encaladas, establos y ganados, los kilómetros van aumentando y a buen ritmo avanzamos. Llegamos al punto de corte con la carretera de los Navalmorales y paramos para hacer nuestro break, no sin antes cruzar de nuevo el río – que aquí se deja – y acampar junto a los puentes viejo y nuevo de esta comarcal.

Frutas y barritas, ¡y qué frutas!, mira que la mano de Tadeo – igual que la de todos los cachorros de Joaqui – no es na de chica, y la manzana que se comió se salía por todos los dedazos, así pasó, hubo que meterle prisa para que se la comiera, a poco y necesitamos dos horas para la digestión.

El camino corta la carretera y sigue, pero un nuevo cartel, y ya son tres en esta ruta, advierte de que el camino es privado y de que no se debe pasar; advierte además de que en él se hace lumbre – digo que es de servidumbre ¡puto corrector! – y de que hay perros sueltos ¡peligrosos!; la madre que lo parió, no vamos a poder salir de casa. El fin de semana que viene me levanto, me visto, subo la bici a la habitación y doy con ella vueltas a la cama, creo que no me molestará ningún perro, ni ningún guarda o propietario con afán de conquista.

Pues eso, camino hacia delante y junto a él, al menos con la deferencia de estar alambrado y con las puertas cerradas nos encontramos con dos perros ¡mastines! ¡qué bocas! ¡qué dientes! igualitos que los anuncios de colgate, pero la cosa estuvo fácil, Meji-Jones y su sorprendente don de comunicación con los animales, tal y como he descrito anteriormente, logró apaciguar a las bestias, bastó con decirles que hoy no venía Charlie y se dieron la vuelta.

Seguimos avanzando – chiste fácil – y ya los terrenos nos van sonando un poco más, en el norteño horizonte vemos ya tierras próximas a la Pueblanueva, a la derecha grandes rampas conducen a la extensión Toledana con vistas al valle del Pusa, pero nosotros hoy estamos centrados en el Sangrera, y tras pasar varias masías más, llegamos al paso habitual – nuestro – de la veces que hemos subido al pueblo.

Cruzamos el río con algún percance – más bien chulería – el abuelo vio una trucha, y desde su montura se tiró a por ella, sin éxito, pero … con determinación, ¡coño, con dos ….!

La vuelta la haremos por terrenos ya conocidos, dejamos la ribera del Sangrera y cogemos la de su afluente, el arroyo de Santa Cruz, punto justo donde se asienta la edificación “casa de debajo de Santa Cruz” donde Jones aprovecha para hacer un aperitivo a base de mosquito con alas estercoladas sujeto en garganta;  parece que al conocer ya estamos como en casa, pero aun queda tomate por partir.

Subimos dirección Talavera y en las fuertes rampas, varios objetivos conseguidos:

-          subida sin poner pie a tierra en algún caso

-          demostración de 29” donde hubo 26”

¡A seguir que no queda mucho!. Trepidante bajada desde la carretera hasta las inmediaciones del cerro negro, rápidos senderos y curvas con peralte, ¡pura adrenalina!. Una vez en lo más bajo, y cuando parecía que estaba todo el pescao vendido, dudamos en un par de cruces y ¡madre mía!, os parece que esto estaba ya en su fin … pues no.

¡Qué rampas hay en el cerro negro chaval! y a estas alturas, ¡como se atragantan!. Sin saber cómo, aparecemos en la cárcaba que en la labranza del alto y pasamos rozando la pared de la casa con el mismo nombre. Curioso fue, no saltamos ninguna alambrada y al llegar al camino de bajada del cerro, encontramos una puerta. Unos la saltaron, los que tienen formación e inspiración militar rectaron ¡qué profesionalidad!.

Fuerte bajada con CASI algún percance y muy en breve, Talavera. Bonitas vistas de la ciudad junto al puente viejo, y espabilando que apremia.

Por el cordel, de nuevo el paso de Carlos V y la máquina busca-nueces del busca-teroros Meji-Jones, y a muy bajo ritmo llegada al pueblo, no sin antes pasar por la recién perfumada pardela junto al sifón … sobran las palabras.

Esta vez si nos fuimos a tomar las gordas, a terminar la faena por todo lo alto, el Abuelo fue directo a casa a por el delicioso cocido de Lejarreta porque tenía que ir al Carrefour por la tarde … imprescindible.

Otra para repetir, y seguro que a más de uno le gustará … es para los rodadores, Phineas y Ferb, Joaquinón … ¡vamos coño incorporaos ya!, está el tiempo de lujo, ni frío ni calor, los caminos ni te cuento, tenemos todos los ingredientes para pasar buenos días, y seguimos investigando …

Me despido, de esta esperando sean muchas más y como es habitual …

AL ATAQUE!!!
Ruta gravada por Largo-te, ¡BUEN TRABAJO COMPAÑERO! Sigue así:  http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8979774