Vistas de página en total

martes, 26 de junio de 2018

1ª NOCTURNA VERANO 2018


Bueno pues nada, aquí estamos de nuevo, a ver si vamos dando forma y un poco de continuidad a esto, intentaremos hacer algo, vamos a ver si nos atrevemos con esta.

Manos grandes contaba Espero haber despertado envidias – sanas – de los compañeros que después del parte diario en la tele que el sábado se esperaban temperaturas de miedo, - ¿qué hacemos? – decían ya los “guasas” … ¡podíamos hacer una nocturna! – dijo alguno – pues nada, dicho y hecho.

Quedamos por tanto, en el sitio de siempre, pero esta vez a “deshoras”, eran ya más de las 21:00 horas cuando empezamos a llegar, cada uno de su casa, cada uno de su padre y de su madre, y el Abuelo que tiene compromiso, con cara larga y la baba colgando, nos hace las fotos de rigor antes de ponernos en marcha.

Salíamos por tanto rondando ya las 21:30 h., teníamos decidido que hacer, el grupo se adapta a los gustos de la mayoría y la ruta no pinta mal.

¡Otra vez!, presentaciones, estábamos Largo-te, los hermanos Rincón (Phineas y Ferb), el cuñao chico, ¡Benito! … guau, ¡bienvenido! y el presente.

La idea es … como es noche de S. Juan, pues acercarnos lo máximo posible a la celebración de S. Juan, allá por Puente del Arzobispo, cerca de mis tierras ¡me encanta!

Salimos dirección de la vecina Calera y aun la temperatura calentaba nuestros rostros, una vez pasamos el pueblo por la Cal-50, seguimos nuestra ruta por los llanos que terminarán en los costosos sube-bajas junto a la vía, esta vez a favor … luego ya veremos, y que nos conducirán a la ya conocida Cañada Real Leonesa.

La dirección tomada es SO y en el horizonte Alcolea de Tajo, no sin antes andar la mencionada cañada, qué rápida va transcurriendo, avanzando en las ondulaciones que el camino hace respetando el curso de los arroyos, que curiosamente aun rezuman agua gracias al deshecho de los inmensos pivot que riegan las grandes extensiones de cultivos de maíz ¡qué maravilla! lluvia en el caluroso verano, las agradecidas cañas de maíz, se alzan con la boca abierta buscando esa cortinita de agua que lenta va pasando día a día y que la vida les va dando.

Cada vez más cerca vamos viendo las siluetas de las casas – ya iluminadas – de Alcolea, la noche va llegando, y poco a poco avanzando, aunque esta vez se ha hecho esperar, estamos en el justo punto del calendario en el que el día supera al máximo a la noche. Acercándonos a Puente nos desviamos por el ya conocido camino de Guadalupe que entre frescos encinares ya a estas frescas horas nos llevará hasta la vecina Oropesa – vecina de Lagartera, claro está.

Cuando estábamos en las proximidades de Valdepalacios, se acercó a nosotros un  ZX con su conductor, vigilante … verás este ¡ande las llevas!

-          Yo a ti te conozco … le decía el muy entendido al mayor de los Rincones

a esto, el mayor de los Rincones le apuntaba en toa la jeta con la alógena linterna

-          Pues yo a ti no … le decía este, y con la linterna erre que erre

-          Ande las lleváis, dijo el muy autoritario

-          Vamos por el camino de Guadalupe – le dijo el Largo

tengamos otra, pensé yo … este duerme caliente esta noche y no va a ser por el calor … bueno, luego parece que se vino a buenas

-          ¿habéis cerrado las puertas que os habéis encontrado?

-          Todo en orden, le contestamos y la cosa quedó en tablas

Menos mal, con lo fresca que estaba la noche ya estaba viendo que se iba a calentar el asunto. Bueno, calentarse calentarse, lo que se dice calentarse … se calentó, porque no hace falta na más que dar media ostia al mechero pa que todo salga ardiendo, se calentó más el ambiente que la afanosas culebras que salían a saludarnos, y que Benito no hacía ni puñetero caso … con lo cordiales que eran ellas.

Los senderos llenos de pasto quedaban segados al paso de los ciclos a semejante velocidad, todo ello para alcanzan en breve Oropesa, no sin antes pasar por Peñitas y bajar al Navarro como cohetes.

Paramos ya en la habitual – de cada pueblo – a tomarnos la coca-colita que nos suba el ánimo y también nos subirá al parador, donde nos haremos unas fotitos nocturnas y bueno también haremos una foto a la bici de Benito, no sabemos si es que la querrá poner en el facebus o es que la bici tiene su propio facebus o  guasa o yo que sé.

Bueno espabilando que es gerundio, que aquí no se puede estar mucho que luego se nos pegan, bueno, los que se pegan, además tenemos que llegar.

Volvermos por donde siempre, dirección a Alcañizo, en su puente nos hacemos – igual – otras nocturnas fotos ¿más? – eso dicen los niños de Texinas … y seguimos, que a poco se ven los sube-baja de la vía y creo que esta vez si se nos van a atragantar, menos mal que al menos la temperatura está pa que no salten los electro-ventiladores, porque entre la tensión del terreno y la velocidad, va a salir aire de donde no lo hay; hasta los conejos salían acojonaos al no estar acostumbrados a ver ni al tren pasar a esas velocidades.

Pasamos por el zoco calerano y a poco Alberche … de nuevo en el pueblo, y como no a tomarnos unas frescas gordas con nuestras queridas familias que pacientes nos esperan.

Chavales, una más, a deshoras, como otras que están previstas y que en breve haremos, a horas y a deshoras, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!


 

 

martes, 19 de junio de 2018

NACIMIENTO DEL RIO USO


Sí que es cierto, sí. La verdad es que está esto un pelín abandonado, no puedo prometer nada, las ocupaciones de cada cual, nos hacen incumplir promesas en esta ajetreada y estresante vida … pero es lo que hemos elegido.

La primavera se está alargando, y es cierto que hasta el 40 de mayo, eso, que esta ha salido guerrera, cosa que por otro lado es de agradecer, ya que no creo que fuéramos capaces de aguantar un verano como el pasado con la sequía que se pronosticaba.

El Club, no ha dejado de andar “montar”, hemos estado durante esta dura primavera y desde que inició el año, en …

-          Sotillo … en varias ocasiones ¡doy fe!



 

-          Por mis tierras


 

-          Parrillas


 

-          Belvis … en varias ocasiones



 

-          Los Enebros, que tanto nos gustan, incluso encontrando nuevas vías de escape y lugares de baño; en el Marrupejo y sus molinos




 

 

-          Nos hemos relajado, dando una simple vueltecita por la vía, que en muy raras veces también apetece


 

 

Pero también, hemos hecho nuevos descubrimientos … aquí os presento el último y que una vez más nos ha hecho disfrutar como niños.

 

La semana pasada salíamos por la zona de Sotillo, y en los sube-bajas visitando, unos por primera vez, y otros repitiendo las zahúrdas tan exclusivas como las que nos encontramos en la Cañada Real Leonesa – Cordel de las Merinas, antigua autovía de ganados, mercaderes … decidimos que no podía pasar de esta salida, sábado día 16, para ir a investigar nuevos hitos.

Nos ponemos en marcha, esta vez con furgoneta, hasta la vecina y cercana Aldeanueva de Barbarroya, punto de inicio y fin de ruta.

Ya en marcha vari@s son los paisan@s que nos encontramos en las calles que atravesamos y que con buenas intenciones nos animan ¡qué emoción!, no conocemos estas calles a estas matutinas horas, la sombra se agradece y se muestra bastante fresca, aunque es de sobra sabido que el día pinta caluroso, las predicciones meteorológicas no fallaran.

La intención es estar en ¡un cuarto de hora! en la Nava, o al menos eso ha dicho Largo-te … uff ¡las presentaciones! – coño la falta de costumbre ya – estábamos los animosos hermanos Rincón – Phineas y Ferb – El Abuelo, Largo-te como he dicho, y el presente … pocos, pero bien avenidos, supongo que la envidia que despierte esta ruta, haga que el grupo poco a poco se vaya animando.

Lo dicho, tras andar el conocido camino dirección a la Nava, con las lecciones del mayor de los Rincones en cuanto a naturaleza se refiere – que sabe un rato – observando el juego de sombras que nos ofrece el amanecer en la vertiente opuesta a la corriente del Uso – al que vamos buscando – y tras la magra, que a pesar de las horas, no cambia, ni de porcentaje ni de dureza, llegamos al pueblo.

Le atravesamos, esta vez sin la deliciosa y ya costumbrista parada, por toda la plaza, y por la calle de la solana, que directos nos llevara al camino de la fuente del mismo nombre, y como anuncia el cartel que allí la describe, importante punto de reunión donde se contaban las historias de aquellos días, allá, desde los inicios del siglo XX. Hacemos parada, como no puede ser menos, disfrutamos de la bonita y recuperada arquitectura del lugar, con una corriente fuentecita y su fresquita agua. Fotos del edificio, fotos de la cercana flora, fotos de los intrépidos visitantes … pero hay que seguir la marcha, esto no ha hecho nada más que empezar.

Seguimos por la falda de la sierra de Sevilleja, vamos dejando a nuestras espaldas, el Mogorro y sus altas antenas, ¡la conquista sigue adelante!; el sol empieza a calentar, y como no puede ser menos la flora se deja disfrutar … estamos en pleno corazón de la jara, aquí todo huele a ella, nos muestra su flor, nos muestra su olor, ¡coño! y su pegajoso aceite, joder. Avanzando observamos que aún quedan charcos, ¡a estas alturas! pero de tiempo y altitud … gracias al respeto por el medio ambiente que reina en nuestras filas y el silencio de nuestra dura peregrinación conseguimos ver un jabalí en pleno baño, con burbujas incluidas que de un salto salió de la bañera y sin coger el albornoz, se perdió en cuestión de segundos por la espesa maleza.

Después de haber subido, toca bajar, más bien vooolaaaaaar ¡guau!, estamos en la orilla de Río Frío, avanzamos siguiendo su curso hacia abajo, viendo los innumerables molinos junto a su orilla – el molino del Tuerto, el molino del Moral, el de Juan Sánchez, también el de las Peñas – si guardas silencio aún se puede escuchar correr el agua, mover sus piedras, los tratos del molinero con los que solicitaban sus servicios, el olor de la harina, y el de el pan masado por la molinera … ¡que noooo, es coña!, pero que da bien.

Nos encaminamos a la importante vertebra que une Ávila con Córdoba pasando por Talavera la N-502, ¡pero no tenemos intención de rodar por ella!, sabéis que eso va en contra de nuestros principios, “alquitrán=0”; bajamos por tanto a tocar con nuestras ruedas la orilla del río Frío y nos encontramos con un pequeño puente – no habíamos visto nunca, y ya hemos pasado veces – para salvar el cauce y subir un fuerte repechón hasta coger de nuevo nivel – el nivel de la carretera – y poder continuar por un camino – ya a partir de aquí nuevo para nosotros – entre tapiales, y pequeños huertos, incluso por antiguos tramos del trazado de la antigua carretera.

Cruzamos a nivel la carretera y nos adentramos en un moderno cercado que a gran velocidad por un sinuoso camino, repleto de encinas y jaras nos llevará hasta un pequeño abrevadero en la periferia del pequeño pero acogedor pueblo de Gargantilla, donde el paisanaje nos saluda caluroso a nuestro paso.

Pequeño pueblo, cuyo cruce es breve aunque eso sí, bonito, y con alusiones constantes a nuestro entorno, como el bar de “La Pata” digo de Isa, la calle de los Rincones o los Olivas, y una bonita fachada, que recuerda a los pueblos sureños de donde procedían los primeros pobladores de estos pequeños pueblos, y que a poco nos conducirá a Sevilleja de la Jara, con sus difíciles trazadas calles, con su iglesia, y su torre, con su ¡cabina! – si alguien tiene que llamar puede venir aquí – con su pilón y sus carpas – que no se enteren los Joaquinones ¡qué máquinas! -; lo cruzamos y pasamos por su pequeño ayuntamiento, y estamos en las afueras …

Ya empiezan las rectas finales, ya empiezan los finales rampones, pero que directos nos llevaran a nuestro objetivo, tras pasar por entornos espectaculares y siguiendo la señalización – al collado del Uso – en breve estaremos por allí. ¡Nuevo hito conseguido … puesta de bandera!

Hacemos break, maravillados por lo que nuestros sentidos captan de tan bonito entorno, inmensas paredes de piedra, escarpados senderos tallados por la residente fauna, pinar y como no … El nacimiento …

Corto break, ¡hay que volver! y desandar lo andado, aunque lo haremos por otro camino.

Todo lo subido ¡hay que bajarlo!, la temperatura de nuestras pastillas subía a la par que la de los discos, trepidante era la velocidad, que por sinuosos caminos nos llevó de nuevo a Sevilleja de la Jara donde además de repostar agua en el pilón de las carpas, hicimos un nuevo acopio de energías a base de manyorcas convidadas por el pequeño de los Rincones, que se sentía con la necesidad de agasajarnos tras haber pasado su aniversario.

De nuevo pusimos en marcha nuestros ciclos hasta el punto del abrevadero de ganados con varias pilas donde de nuevo tomamos la bifurcación buscando otro sendero para completar la ruta, indicado el por el mulo que tranquilo pastaba esperando nuestra pasada para señalizar el sentido de la marcha que debíamos seguir.

Rápidos sube-bajas rompe-piernas, pondrán de nuevo la temperatura de nuestras extremidades a punto de cocción, y en breve de nuevo en la orilla del Río Frío, esta vez conseguirá que nos mojemos los pies, junto al abrupto merendero – quién llegará hasta aquí a comerse el calbote digo yo – porque después hay que subir de nuevo y salir del agujero a base de apretones de biela y golpes de riñón.

Fuerte bajada entre jaras y regueros esculpidos por las fuertes lluvias en los caminos nos harán llegar, esta vez, a la vía casi en la pizarrosa estación, junto a un meandro del Uso – de nuevo – esta vez con más agua gracias a las aportaciones de pequeños ríos, arroyos y regatos.

Mala decisión de nuevo tuvieron los que nos adelantaron, y es que no es difícil conseguir untar el hocico del potente de las potentes bielas grandes, para poner un fuerte ritmo difícil de seguir, incluso en la gran vertebra de casi 1 km que a ciegas pasamos, entre charcos y hasta ¡frío!.

Poco más que decir, puesto que esto ya es vía, túneles largos, cortos, en curva, rectos, estaciones y apeaderos para llegar a nuestro final destino allá en la fuente blanca junto a Aldeanueva de Barbarroya.

Espero haber despertado envidias – sanas – de los compañeros que quieran que gustosamente la repitamos y que poco a poco se vayan incorporando de nuevo a filas.

Me despido agradeciendo a nuestros fotógrafos – El Abuelo y Largo-te – que dejan constancia grafica de la hazaña, lo cual la hace incluso más creíble. Lo dicho, eso sí, no sin recordaros una vez más como costumbre era ….

AL ATAQUE!!!