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miércoles, 28 de octubre de 2015

INTENSO FIN DE SEMANA – PARA ALGUNOS



Este año parezco la señora de la limpieza – ojo, sin menospreciar a nadie – y es que resulta que cuando parece que el blog se agiliza, después casi sin darnos cuenta, viene el parón y otra vez hay que volver a la carga para desempolvar. Bueno, voy a ver si soy capaz de que esta sea la definitiva.
La semana transcurre lenta contemplando como el tiempo pasa entre cortes, repuestos, hierros, vacas, coca-colas, lijas, camiones, palos, aluminios, plásticos, pinturas, tráfico y un sinfín de actividades que hacemos los integrantes de este Club.
Ya el miércoles empiezan los primeros tanteos para el fin de semana. El domingo hay super-ruta en Navalcán, para la cual, unos por obligaciones festivas, y otros por insuficiencia en preparación, no vamos a poder asistir; sí tendremos representación, y además de la buena, porque irán nada más y nada menos que – ¡er Viti y Alberto Pedraza! – <a otros nos hubiera gustado>, bueno, ya se hará.
Nosotros, por otra parte, salimos el Saturday, y ya hacía días que estaba decidido qué ruta hacer. El –guasa- como de costumbre, no paraba, que si salgo, que si no salgo, al final se hace un pequeño grupito de 6 personas y media; estábamos nada más y nada menos que: Largo-te – con el chintófano – el Abuelo – con la máquina de los retratos –, Cuerpo – con la máquina de los cortos –, Po-Cholo, Meji-Jones, y un humilde servidor; ¡coño se me olvidaba el medio!, Pakito con la negra cuerva –hay que joderse, ¡qué piña más limpia tiene!.
Pues nada, salimos como de costumbre desde la Alameda, tras escuchar el sabio discurso de D. Joaqui y sus prisas por adelantar el reloj … ¡Adelante!
Junto a la churre-sarte pasamos dirección, la gran plaza Mayor, hogar de las interminables castañas y sesiones de peluquería vividas en las últimas San Migueleñas, y desde aquí al cordel para ir hasta la vecina Calerana población.
Hace un poquito de frío, tiempo para quitar las telas de araña al entre-tiempo equipo, pero caluroso aun para los térmicos … ¡algunos se van a asar!
Pasamos bajo el acueducto y por la parte baja del pueblo, entre olivas, junto al pilón de la piscina y desde aquí por la gran pista que nos llevará hasta Tórtolas. No sin antes disfrutar, pero a base de bien, de los esponjosos caminos que ligeras llevan nuestras monturas, entre encinas abarrotadas de bellotas y grandes granjas porcinas; a poco … la culona, con la pakita expresión ¡vaya vuelta que hemos dado para llegar aquí! … palabras, gracias a Dios hay viento.
Avanzamos por la vía, y adentro en la arqueña finca, un rebaño de ungulados nos sorprende en los terraplenes, y que nos acompañaran al menos durante un largo kilómetro intentando salir de nuestra trazada. Impresionante la fauna, en el momento en el que nos hayamos, como impresionante la flora, gracias a las últimas lluvias caídas.
Entramos en el puente Amador seis y medio y salimos tan solo seis, la lógica explicación atiende tan solo al porcentaje en el que va a tornar la ruta. Bye, bye.
Empieza lo gordo … salimos del puente Amador y subimos la ya conocida cuesta, cuestas y mas cuestas, senderos, ya conocidos, en una dirección o en otra, fuertes, explosivas, y a poco, el ya conocido arroyo de las broncas de Benito, Corralrubio y antigua carretera de Aldeanueva.
Subimos por ella, tranquilos, buen piso buena adherencia, pero al llegar a la parte alta, las bicis se desbocan cogen fuerza superando en ocasiones la cuarentena cifra, justo hasta el momento de abandono, cogiendo una nueva vereda, por la que ha debido correr el agua casi como un arroyo, dejando piedras y regueros al descubierto, incluso destalonando alguna de nuestras ruedas, pero nada, a seguir, al menos hasta que lleguemos de nuevo a la vía, demos aire a las ruedas y Jones aproveche para proveer sus bolsillos de bellotas ¡amargas!.
Seguimos por el desvío que en esta ocasión, en sentido contrario nos bajará junto a la casa de campo y nos subirá en fuerte pendiente coronada como un cohete por Largo-te, seguido del resto y que junto al campo del día de los santos nos llevará hasta la estación, que esta vez sin parada, verá pasar el convoy dirección – las pilas de la fuente blanca – donde pararán nuestras burras, para hacer el ya esperado break.
Tontunas varias y fotos, además de roer lo preparado para el estreno de la mesa, reparaciones de última hora, incluso ¡con pérdida de la huella dactilar!, se jodió el DNI. Vamos, abreviando, que Pakito lo mismo llega a casa dentro de un par de horas y nosotros aun estamos aquí. Este es capaz de haber pinchado la bike y como no sabe na más que pintar, habrá llamado a la Roge pa que le recoja … todo esto, son suposiciones mías, que suenan a película de ciencia ficción inventada. Por eso, lo justo en este justo instante, es seguir.
Tras disfrutar del las viandas dispuestas para el merecido break – que duras son las vueltas – contemplando como retozaba el yondi en el cercano cercado, arrancamos de nuevo, por el camino hasta el momento desconocido, despidiéndonos de las pilas, pero con tan solo un hasta luego …
Tomamos la dirección del la cuesta del tomate, cierto es, es donde está el tomate de la ruta, y tras insuflar de nuevo a la guerrera de Cuerpo junto a los baños de Montemayor, digo, el aquopolis barbarroyo, junto a los espontáneos seteros, hacemos por subir la fuerte y difícil magra.
Se resiste, nos tira, lo intentamos, ¡la coronamos!, pero esto de momento no toca a fin; avanzamos por los duros sube-bajas, fuertes rampas de bajada, como fuertes son sus velocidades, fuertes rampas de subidas, baja la velocidad, ¡pero no las ganas! esto hay que ejecutarlo, terminarlo, pero ¡por todo lo alto!. Apretamos nuestras bielas, crujen las piñas buscando más cadencia, subimos, coronamos, bajamos fuerte por un amplio camino, y de nuevo Aldeanueva – increíble el juego que da este pueblo, allá en medio de la raña –.
Pasamos de nuevo por las pilas, esta vez si nos despedimos de ellas, entramos en la vía, y volvemos a salir, esta vez para bajar a la canaleja, y subirla, y dirigir fuerte nuestro ritmo, por el sube-baja a gran velocidad hasta el puente, de nuevo, – el Amador –.
Poco hay ya que contar, el resto fue todo vía, cierto es que el regreso y por esta arteria os podéis imaginar cómo fue. En ocasiones fuerte, en ocasiones menos fuerte, luchando contra el enemigo de los ciclistas – el viento –.
Fue cuestión de tiempo, llegar de nuevo a nuestro querido pueblo, donde nos esperaban unas revitalizantes gordas acompañadas de suculentas energéticas tapas.
Esto tiene buena pinta, los caminos están geniales, y el tiempo parece que se deja, la semana que viene, alguno más por favor, disfrutaremos todos juntos, incluso el ½ que tiene pensado hacer 10 km. más.
Os dejo el guapi reportaje que nos hizo el Abuelo ¡gracias!, también los super-vídeos de Cuerpo ¡qué maravilla! ¡gracias!, estas palabras quedarán en nada cuando veamos vuestras maravillosas imágenes.
  • Reportaje de fotos:
  • Publicación de vídeos:
Me despido hasta la próxima, que será en breve, nos sin recordaros una vez más …
AL ATAQUE!!!