EN BUSCA DE LAS GRULLAS EN EL EMBALSE DE NAVALCAN

Eran las 9 de la mañana, las 9 en punto de la mañana; y nueve los intrépidos grullos que se aventuran en esta ocasión en busca de grullas.

Salimos un sábado más buscando… ¡no! Esta vez no buscamos aventura, buscamos grullas, ¿los grullos a por las grullas?. En el magnifico día que amanece, claridad y buena temperatura es la que esta vez nos acompaña; y aunque el tiempo ha estado revuelto el día tiene pinta de querer hacernos disfrutar.

Una vez más, el barro hará su acto de presencia como en todas las rutas que en este tiempo nos proponemos hacer, pero no pasa nada, porque si hay barro y aunque sitios para poder esquivar, siempre hay quién se tira a él como si de una piscina fresquita en el mes de julio te tratara.

Sin tensiones (bueno, casi sin tensiones) y prácticamente movidos por la brisa (sin esfuerzo alguno), nos deslizamos por terrenos ubicados en los términos de Gamonal y Velada; caminos y cordeles plagados de encinas y el magnífico verde primaveral que con las últimas lluvias ya va haciendo acto de presencia.

Pedaleando, pedaleando, conseguimos llegar a la parada donde además de hacer aguas menores, posamos como auténticos profesionales modelos, buscando paisajes y posturas sugerentes para nuestro futuro calendario (tipo bomberos en pelotas, o paños menores <más fino>) “mención especial y agradecimiento al fotógrafo que altruistamente se presta en todas las rutas a acompañarnos sin ningún beneficio material, tan solo el disfrute de nuestra compañía y que tantos y tantos carretes de fotos ha empleado en nuestro divertimento todo ello a costa de sus costillas”; comeremos manjares que a gloria nos sabrán. Una vez más el lechuzo saca su potenciador (gasolina) <tratando de chantajear al resto del grupo con el, incluido yo “Editor” resistiendo al engaño de sus artimañas> con el cual tratará de hacer más llevadera el resto de la ruta (des gastadora) que nos queda, y que como remate final a barros, arenas, charcos, incluso salidas del camino (accidentes) nos llevará de nuevo a Velada terminando con la puntilla “Cuesta de San Berecoldo bendito”(a propósito, el señor que subía andando más deprisa que nosotros y que rondaba las 80 y pico primaveras, nos dijo que si en las próximas elecciones gana, promete emplear a la gandinga provista de picos, palas y cubos de playa en rebajar el porcentaje de la cuesta).

Pasamos por Velada, atravesamos Gamonal, bajamos a encomendarnos a San Isidro regresando felices y contentos (asustando a todos los charcos del camino de Aldahui) por el fin de esta ya pasada y magnifica jornada. Como no podía ser menos nos tomamos nuestro vinito español que tanto repondrá nuestras fuerzas y dejará cimiento y buena preparación para la próxima.

Hasta pronto amigos!!!