PANTANO DE NAVALCAN

Con la fresca y previendo lo que a lo largo de la mañana podía pasar quedamos en la Alameda, por cierto en la Alameda repito, que nunca hablamos de ella, tan solo nos referimos al sitio de quedada, y como esta vez hicimos tiempo esperando a los hermanos Phineas y Ferb nos dio tiempo de sobra para observar más allá del parquecito habilitado para los juegos y diversiones de los más pequeños; pudimos observar la flora compuesta por esos impresionantes árboles autóctonos y ya hace mucho tiempo perennes en este enclave, vimos las zarzas del descuido que casi se atreven a tapar el curso del pequeño arroyito que con dificultad y su pequeño hilito de agua abre paso a través de ellas, y tras unos minutos de silencio también pudimos escuchar a las perdices vergonzosas que tras ese silencio se atrevieron a romper su cantico.

Reunidos todos y esperando también al más largo que estaría celebrando con la Pataviona el despertar de la mañana su fiesta anual personal, junto al tío Joaqui (me cago en ... cuánto tarda este ... ya casi me voy ... y aparece), nos encontramos nada más y nada menos que a Benito revolcón, El Abuelo, El Presi, Pakito tunning, el Largo-te, un nuevo con su nueva Sergio-playa y el presente.

Como he dicho antes esperábamos a los hermanos Rincón que nos iban a descubrir el camino a la Pueblanueva, pero se conoce que la máquina de hacer palillos (mondadientes) se atasco ayer y anduvieron tarde.

Salimos por tanto al pantano de Navalcán – por dar una vuelta, y buscar esta vez ya sin venirnos sin conseguirlo el puente, que tras las lluvias no caídas hacen del paisaje ya un pequeñísimo oasis en medio del encinar.

La ruta transcurre sin nada que merezca la pena señalar, excepto el hallazgo del la preciosa rapaz que ojo avizor unos meses antes nos vigilaba y que tras un desafortunado accidente nos encontramos muerta colgada de una alambrada, responso, cuatro padrenuestros y seguimos que no se ha echado colonia.

Esta vez la bici que más corre es la de Pakito, que nos ha sorprendido a todos esta mañana con su nuevo look, y es que con sus habilidades aqualerísticas y viendo el MTV tunning, ya no se le pone nada por medio. Lo único y es que después de oír tantas críticas a su nueva creación a decidido borrar su trabajo y hacer uno nuevo (lo mismo el próximo día nos sorprende con la orbea llena de lunares rosas o fucsias rayas cebriles), para lo cual le pide ayuda a nuestro amigo Benito pintagabarras que le dice que con disolvente (aguarrás del de antes) y acrílico (esto no sé lo que es) se puede borrar el trabajo; la verdad yo para borrar algo solo pulso el SUPR y esto me pilla un poco fuera de juego.

Bien llegamos a las aguas tras recorrer la mitad del camino, y en la playa que ha formado el lecho seco del embalse el nuevo se tira <a la playa> (debe ser costumbre), pero se tira, reitero, una y otra vez, una y otra vez, hasta que se atreve a borrar incluso las letras del traje que tan nervioso me estaba poniendo.

Observamos la capa superficial del pobre agua y vemos la silueta del puente que ya nos enseña 2 cejas tal y como yo decía, y trabajo me costó convencer al personal de semejante hallazgo, ¡vaya cabezas duras chico!.

Vuelta por los duros arenales con más y más revolcones y vistas a la puntilla de S. Berecoldo (Bendito) que nos espera paciente e inamovible tras ver los recolectores sandieros en la llanura del Baldío, y como no puede ser menos, el patas largas se las come y ... ¡en plato!, joder unos con el platillo del café y otros con los del chuletón.

Pasamos Velada vendiendo pimientos y al amigo Benito (NOVATO!) le dá por coger el teléfono sin manos libres, y como las manos libres quería llevar, pues tracatrá, revolcón otra vez en la arena de la playa velaina ... luego dice que no le gusta la playa, pero no me extraña porque mientras unos solo disfrutan de ella anualmente, otros se revuelcan en las arenas casi a diario.

Llegamos al pueblo con ánimo y deseosos de bebernos el alboroque que nos ha prometido el más de los Largos por su anual fiesta, cánticos besos y abrazos compusieron fiesta sin igual.

Entrar entramos bien, y bien entraban, otra cosa fue salir, pero eso es harina de otro costal.

Espero veros pronto de nuevo, no sin recordaros una vez más ...

AL ATAQUE!!!