
Mientras
la semana pasada – día del padre –
disfrutábamos de una corta pero curiosa ruta, con tan solo la participación de
tres valientes, incluso desafiando al amenazante tiempo, pudimos visitar la
desconocida Virgen del Espino y su entorno, e incluso tocar las campanas – como suena – hasta dejar fluir nuestra
imaginación e intentar perdernos por sus trochas aledañas, hasta el punto de
ver incluso espárragos subidos ¡qué fuerte! ande andaríamos para que la
cantidad de parados, domingueros esparragueros no llegaran hasta donde nosotros
llegamos; y esta semana …


Talavera
pues, desde el parque de educación vial ¿a quién?, pasando por el bolardo de
Fabio – que mañana cumple años
¡Felicidades! < a ver si tiene suerte y le echan una bici> - y bajo
el puente de la vomitonas llegamos a los arcos del Ferial, que siguiendo el – carril bici – nos deja Hilta adelante,
Carrefour, e ITV – de Toño ¡coño! – y
con el característico ruido de las ruedas superando la treintena en la pulida
pista – claro – muy en breve, puente
del Alberche, con rampa – creo que para
no subir –

os famosos Alcores ¡coño como cambia la cuesta!, pero si otras veces pasamos por aquí a gran velocidad, chico ¡cómo cambia la perspectiva!, alcanzamos la cota alta, intentando mantener buen ritmo, para en breve y con viento a favor –
Esta
vez cambiamos el punto-break, la
llegada al pueblo, es sin sufrimiento a favor de viento y poco cargada de km’s,
por tanto, fotos con el embalse al fondo y ¡marchando!

Tras
dejar los pocos metros de insalvable asfalto del día, entramos por la puerta
que nos meterá en la vertebra que nos llevará hasta nuestro próximo hito – San
Román; no sin antes empezar a sufrir el pesado viento, que contra nuestra cara
nos acompañará el resto del día.
Encinas,
terrenos pateados por vacunos ocupantes, puertas, alambres, ¡somieres!, si, y
con cerrojo, subimos por la trasera de reguerones para en breve, con cardio – vaya tontuna que nos hemos inventado –
llegamos a San Román donde haremos nuestro apetitoso break, a los pies del
rollo en todo el zoco de la antigua población, morada en otra vida del gran
Joaqui, entre otros paisanos y familiares de nuestro querido pueblo.
Gran
y apetitoso momento, entre grandes manjares y fotos de recuerdo. Pero debemos
continuar.

Aun
con el viento en contra, aun con algún desnivel en contra, aun con algún medio
valle con gran charco en to el medio … las bicis crujían a buena velocidad.
Entre pequeños pasos canadiense, junto a la encina del grayo, y adelantando por el carril veloz a unos compañeros
Talaverillanos, logramos llegar al siguiente pueblo en un pis pas. En este momento
el Abuelo nos demostró que su destreza y equilibrio en la bike va poquito a
poco avanzando, el ratito que fui a su rueda por el senderito que se ha creado
junto al camino principal, así lo demostró.
Ya
en el merendero de Pepino y frente a la merienda que nos teníamos que comer con
un tramo de +19%, y con la rotura de cintura que nos dejó el Abuelo – la experiencia
es un punto a su favor – ¡qué zorro! – el Abuelo – nos disponemos a subir, cada
uno a su tran tran, puesto que el gigante de cabeza como gigante que es y con
el plato de las paellas, se dispuso a subir, y subió ¡cómo no! – por más penitencia que he hecho, por más
veces que se lo he pedido en religiosa postura al resucitado en estos días …
– ¡la madre que lo parió!
Sendereamos
junto a las canteras de jabre al N de la A-5, buscamos tropezones donde todo es
fácil, todo por seguir disfrutando de la ruta y exprimirla hasta el final, como
así fue. Junto a la muralla retiene aguas de la Portiña pasamos, junto al
pacifico lector ornitólogo amigo de la naturaleza y la tranquilidad, tan solo
interrumpida por el rápido rodar de nuestras monturas.
En
breve … Talavera.
Una
pasada por to lo largo de la tía Paca Aguirre, y nuevas ideas en el cercano
horizonte. Tras haber pasado esta mañana por el cordel, decidimos – todos menos uno – volver por el camino
de los barros, tratando de evitar en la medida de lo posible, los molestos
baches – pozos – que hay entre los
cementerios de las dos Talaveras.
Al
salir de la subestación volvemos a dividir el grupo, 2 cogemos la dirección de
las disfrutables – y se disfrutaron –
veredas bajo el puente de la nueva circunvalación, allá en el Tajo; otros
deciden seguir el camino adelante, para bajar a todo cimbel buscando el
encuentro para continuar juntos hasta el final de la ruta.
Seguimos
por la depuradora, por el vivero, por las parcelas, incluso pasando a controlar
la siembra pa la subvención de Joaqui; encontramos al cuñao de Largo-te, y
chico, como si le hubieran puesto una mecha en el culo, se conoce que está
tiesto de verle … y nosotros a verle, pero desde lejos, y es que como siempre
digo, hasta el rabo todo es toro.
Llegamos
todos juntos en amor y compañía al pueblo, con triunfal entrada incluida, y
fuimos a recuperar las fuerzas gastadas como ya sabéis.
Bueno,
poco más que contar, excepto que se ha pasado el primer trimestre del año ¡3
meses! y no hay forma de sacar de paseo a más de uno, es igual, nosotros
seguiremos, e investigaremos nuevas rutas, y más y más y más …
Me
despido como siempre, no sin recordaros una vez más … AL ATAQUE!!!