TRIALERA DE SEGURILLA

Nuevo día, nueva salida; todos juntos ya en la Alameda a la hora fijada esta vez con gran afluencia, aunque también son algunas las ausencias con las que ya contábamos, falta el presi y faltan los hermanos Rincón (Phineas y Ferb), y salimos nada menos que once – 11, ¡coño! como un equipo de futbol. Sale Chipi, el Largo-te, sale GPA, el Abuelo y Benito (los ganaderos <han montado sociedad – pero es por la subvención>), Pakito, Isma, Meji-llón, Chechu, el Campanilla (sin ruido) y el presente.

Nos dirigimos calentando motores por la cuesta del canal, y cruzamos Gamonal y Velada, eso sí, vendiendo pimientos (en todas sus variedades) y especias, y afilando cuchillos y navajas (aunque sea a 6 €).

Por los llanos de Velada y deslumbrados por los tonos violeta del suciporte de Benito que ha sido restaurado con pintura nacarada (na menos) buscando la carretera de Montesclaros, vamos avanzando (algunos), otros se tiran o los tiran, se tira Meji-llón, se tira Chechu, y alguno más, creo que el Abuelo, y este se cayó, que es Colchonero; el Largo-te va y se cuela (creo que iba a buscar tomillos), Vicentini se ríe por lo bajini, total, los llanos que son de lo más tranquilo parecían ya una auténtica batalla por conservar el puesto y el tipo.

Llegamos ya a la carretera de Montesclaros como manda GPA y esta vez sin perdernos y bonita subida la que nos lleva hasta Segurilla <aclaración bonito directamente proporcional a duro>. Llegamos a la plaza y Break, comiendo higos de otros y viendo los guasas del Meji-llón (menuda digestión nos pegó el tío – te voy a dejar una radial pa`que cortes el manillar de la bici ).

Salimos de Segurilla y por otro nuevo camino que nos enseña el Campa llegamos a la parte alta del miniondas, esta vez lo hacemos al revés, con su encanto-peligro particular.

Por la parte alta de la Portiña vamos dirección a Talavera, no sin que antes unos ciclomontañeros se queden estupefactos al ver semejante agrupación, la nuestra. Y es que ver a tantos amigos montando, agrupados y perfectamente uniformados llama la atención. El único que no estaba a tono con los demás era Ruma que solo pensaba en ir a medir ventanas, pero no se lo tenemos en cuenta.

Ya en el cordel camino del pueblo Pakito-vespa nos pone el ritmito casi insoportable para el resto de los mortales ¡como anda mi niño!, ya pinta hasta con los pies con tal de ir cogiendo forma (que la tiene).

Una vez más entrada numerosa y triunfal en nuestro pueblo, y decidiendo ya lo que será para la semana que viene una nueva batalla.

Os esperamos a todos los que no estuvisteis, que no sabéis lo que os perdisteis, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!