Vistas de página en total

martes, 13 de marzo de 2012

CANTURIAS 95

Bueno señores dejémonos de pantomimas y hablemos de cosas serias, dejemos las excursioncitas por atalayas y castillos, dejemos las visititas a pueblos y el andar tanto observando la naturaleza, dejemos los break de merendera en mano, que esto parece el hornazo de mi pueblo, lo que aquí voy a exponer es mountain bike del bueno, de hecho, yo no me levanto de la cama un domingo para hacer turismo, y como no en balde no voy a dejar semejante acción sin contaros en la presente crónica lo que allí se vivió.
A punto de acostarme el sábado, y barajando varias posibilidades para hacer ya desde temprano y en solitario el domingo debido principalmente a mi ausencia en la turística de este sábado, recibo la llamada del abuelo:
-          Checharito, ¿qué haces mañana?
-          Una de las mías, intentaré hacer algo para solapar la tristeza de no haber salido hoy.
-          Es que …
-          ¿qué?
-          Me han invitado los organizadores de Canturias a ver la ruta con ellos.
-          ¡Me apunto!
Hora de salida: 9 a.m.
Lugar: puente romano.
Elementos indispensables: bicicletas, agua, ganas y la Z-15 de tío Pancho.

Comienza la andadura, ya en la hora fijada Víctor y Nacho como organizadores, El Abuelo y el presente, como acompañantes.
Salimos cruzando el puente dirección Las Herencias donde la especial-like le guerreaba al abuelo perdiendo aire por la válvula (yo creo que pensaba … si te crees que me vas a sacar de casa, me vasa montar en la Z-15 para hacer una cosa como la de ayer tocándote los güevos, al menos si no te guerrea la ruta te guerreo yo … ¡qué jodia! ¡como se confundió!), tramo de unos 10 km que servirán para alargar el pelotón e ir calentando piernas, pasamos el pueblo, y sin vender pimientos (porque nos daba vergüenza – aunque en un pequeño acto anterior ya se iba perdiendo) comienzan las subidas, magras aderezadas con la dureza del desnivel más la cantidad de rolling stone suelto (los habían dejado revueltos los de Calera que habían pasado hace un momento y entre los cuales iba GPA perfectamente uniformado). Llegamos a Canturias, y bajamos al río, ¡que bajada! , casi daba miedo (como siempre nos toca subirla). Por la orilla del pantano llegamos a la pista que sorprendentemente no nos subirá directa a Belvís, ya que nuestros amigos nos descubrirán un nuevo camino que nos llevará al mismo sitio (y pensábamos que este era nuestro terreno), fijate que hasta estrenamos los tomabarros y nos mojamos los pies. Entre anécdotas, comentarios y grabaciones televisivas (de las cuales somos protagonistas … ya veréis ¡qué profesionalidad! ¡qué poses! Bueno esta faceta nuestra ya la conocéis) llegamos a Belvis, pequeña parada agua, galletas y adelante …
Magraza en cuanto a larga saliendo de Belvis, el abuelo casi pierde el tomabarros (de hecho lo perdió … se lo recogió Nacho que venía detrás) buen camino pero largoooooooooo (casi tango como el insuperable Gus-), joder que alto está esto, sufrimos casi mal de altura, toda la raña de Paniagua a nuestros pies y sin gota de agua, las aves acuáticas se han vuelto rastojoráticas … avanzando ya por caminos entre jaras y encinas incluso corzos que parecían jirafas (¡qué grandes!), con porcentajes de inclinación alucinantes avistamos el precioso embalse cercano a la Fresneda y que recoge limpias y cristalinas las aguas del alto Gévalo. Llegamos por una increíble bajada a tocar la orilla y de aquí al pueblo, donde nuestros compañeros nos convidaron a unas frescas manyorcas acompañadas con chorizo frito al estilo repetitivo. Muy altos estábamos ya, pero la bajada al pantano se tornó en subida … uff! gran magraza, tenía todo tipo de aderezo, tomate, tomillo, ajo ¡hostias con la magra!, pero se subió, y sin pié a tierra, y sin platillo, ¡el magro se come en plato llano … COJONES!.
A partir de este momento con llanos rompepiernas que invitan constantemente a dar pedales con ganas, a buena velocidad, pasando cercano a poblaciones conocidas para nosotros, pero no desde estos puntos de vista tan increíbles … volamos por encima de Alcaudete, por encima del Membrillo y llegamos a ver a la altura de nuestra frente el mirador del pirulo que hace poco habíamos visto desde abajo en Talavera. Fuerte bajada entre pinos buscando el barrio de Santa María y fin de ruta, con 95 km en las piernas …
Anduvimos en caminos que nunca habíamos transitado, no pisamos nada del terreno que en las 4 ediciones del Talajara (largo) habíamos pisado … ¡preciosa ruta!.
Os invito por tanto amigos – compañeros a disfrutar de este bonito evento que nuestro paisano organiza junto a su compañero Nacho, anfitriones que hicieron de esta dura ruta una delicia. No sin antes recordaros una vez más …
AL ATAQUE!!!

4 comentarios:

  1. buena ruta a ver si preparamos estas rutas que tengo ganas de probarme en esos recorridos un beso

    ResponderEliminar
  2. Pensarlo y si tenemos pelotas la hacemos el sabado y a si vamos viendo el percal

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Ya me estas poniendo los dientes Largos!! Si, si que es una proeza pero lo del abuelo le da igual 50 que 90 se atreve con todo, y checharito! lo de siempre luego dice que el no hace na entre semana (lo hace le domingo)y ya veremos los vídeos si es tan dura como dices, y si no el 29 de abril, y a los demás hay que ir preparándose que viene la primavera y empezamos a hacer rutas en condiciones (canturías, castaños, piélago, Guadalupe, etc...)

    ResponderEliminar
  4. Joder menuda ruta. Para realizarla hay que tener un par de cojo... Mucha tela aun para un novato, pero por lo que se ve merece la pena. Este año no podra ser, pero el año que viene alli estare.
    Tengo ganas a la de Guadalupe asique haber si en junio la preparamos.

    AL ATAQUE!!!

    ResponderEliminar