Carta a nuestro compañero Iván (MoviLine)

Amigo MoviLine:

                Tras haber visto tus guasas me he dado cuenta que si es cierto, hace mucho que no editamos nada; has de tener en cuenta que he pasado a ser uno de los 6 millones de parados que hay en España, este nuestro bonito país que aunque se está convirtiendo en … bueno eso es harina de otro costal, nosotros seguimos conquistando sus preciosos parajes; al tema, soy parado, y si me dedico a otros menesteres, (por ejemplo la edición de este blog), puedo perder la millonaria prestación. Una vez aclarados los términos te cuento lo que vivimos este sábado dando nuestra vueltecita semanal ¡pero ojo!, no sentemos precedentes.

<Temprano estábamos en el sitio de costumbre, pocos muy pocos, pero buena gente … estaba Pakito (que ojo si fuera mujer, no sé qué sería de nosotros cada 28 días), estaba el abuelo (más duro que un coscurro de pan de hace un mes), Benito (clases particulares de gabarras, góndolas, plataformas y otras hierbas), y el presente … pocos muy pocos … en el horizonte aldaguileño aparece “er Viti – nuestro amigo campanilla” con dos acompañantes, ¡qué digo dos, tres!, en el guía de su montura trae el chintófano, ¡qué maravilla! ¡más  y nueva compañía! Lo que significa, ¡nuevas rutas! Y encima con el chintófano.

Salimos del pueblo por la plaza como siempre, y Viti que parece un kínder sorpresa con una sonrisilla nos dice que no que nos tiene preparado es bueno, divertido, y …

Gamonal, subimos por el caminito linde-puti y por los malos pensamientos allí obtenidos, a la Encarnación, a rezar un responso y pedir perdón; no pudimos entrar esta vez, ya que había sido el jueves de copadre en Gamonal y los habituales tortilleros que visitan tan singular paraje habían sido capados por el penoso estado de la antigua arquitectura que entre esas centenarias encinas se esconde.

Seguimos, subimos a Mejorada y primer break, Pakito nos sirve una ración de morros ¡qué rica la moraga de la matanza!, por el camino a las afueras que hay uniendo a la vecina Segurilla, nos juntamos y desjuntamos con unos amigos Gamoninos, que no nos quisieron acompañar, tenían que llegar pronto al pueblo porque contaban con ellos para tirar de la soga.

Senderos repletos del verdor increíble que esta lluviosa estación nos ha proporcionado, charcos, arroyos … no hay palabras, el abuelo nos deleitará una vez más con uno de sus ilustrados y marchosos reportajes, de los mencionados senderos protegidos y delimitados por esos costosos y currados setos graníticos que tiempos atrás algunos artesanos currantes colocarían y que hoy delimitan los bonitos minifundios con verde musgo norteño.

Fuerte y descuidada bajada hasta Cervera por la asfaltada pista que desde el depósito nos conduce a la lindante población.

Triunfal entrada entre cazadores digo criminales de verde seudo-naturalistas que aplaudían a semejante comitiva boquiabiertos por la disciplina que arroja nuestra increíble formación …

Por la pista rápida que conduce a Marrupe, entre vacas, arroyos con cauces amazónicos y a grandes velocidades avanzamos en busca de esta población que hospitalariamente nos ofrecerá el punto break, impresionante chorro de agua no potable el que llenaba nuestros mediocres bidones junto el compuesto de dulces, barritas, frutas y higos … ¡sí y higos! ¡no te jode!; ¡qué agua!, ¡qué compañía!, ¡qué maravilla! … lo peor era el culo, ya eran muchos los kilómetros, muchos lo baches y el culo se resentía … todos damos fe.

De momento no había llegado el punto de regreso, y Viti seguía sonriendo, bajamos por una pista que conduce a San Román, que bajada, apenas media el camino 2 metros de ancho, pero totalmente hormigonado, ¡qué pasada de bajada!, ¡qué disfrute!, metidos entre encinas, apenas entraba el sol entre ellas, ni tan siquiera éramos capaces de saber donde se hallaban los puntos cardinales, pero ¡no hay problema, si llevamos el chintófano! Alta tecnología allá donde vayamos, incluso en esos perdidos parajes donde ni el sol hace su diaria presencia … llegamos a un punto en el que había que apearse de las preciadas monturas para poder abrir una destartalada portera que cortaba el camino, y Viti ji ji ji, cual kínder sorpresa, abre el güevo y … ¡si no hay regalo!, lo que había era una magraza del copón, ¡qué bien nos la había guardado! ¡qué ca..ón!

Coronamos tras la difícil combinación de esfuerzo, patinaje, esquiva de zanjas, súplicas al altísimo y segunda sorpresa … er Viti sabe del chintófano lo que yo de ordeñar pulgas, ¡se caga la perra! Vueltas pa’rriba, vueltas más pa’rriba, ninguna pa’bajo, Pakito y su gen femenino queja que te queja … y mientras buscando la ansiada salida, a ver como llamamos a tío presi pa’que venga a por mí (susurraba al cuello de su camisa). ¡improvisación! Y por una trialera ¡cuesta abajo! Como a mí me gusta, agüequimembi, tequemambare, dabute, malabute, ¡como dice el abuelo! ¡nunca os despreocupéis!

Terrenos, senderos, y caminos desconocidos los que nos condujeron de nuevo a Cervera, ¡pero fuertes como rocas, menuda ración de magro nos habíamos machacado! Tanto fue así, que tras bajar la hormigonada pista que conduce a la vecina Pepino a grandes velocidades y en los albores portiñeros, Pakito dijo: y porque no subimos el miniondas … risas.

Prisa tenía el abuelo y por el aburrido y largo canal nos trajo hasta el pueblo con marcha marcial … último esfuerzo el que hizo Pakito al poner pulla en los lomos de sus compañeros tras el sprint que se marcó en el puente de la vía.

Llegada al pueblo con las justas fuerzas y de prisita que hay que maquearse para los carnavales que esta tarde en el pueblo tendremos.

Solo me queda recordar a todos los no asistentes, que vamos teniendo mejor tiempo y que la primavera se está acercando con su buen ambiente y su plétora de color … os espero compañeros, no sin recordaros una vez más … AL ATAQUE!!!!>

Espero amigo MoviLine hayas disfrutado de lo aquí te he contado, sin duda mucho me dejaré en el tintero, ni punto de comparación tienen mis palabras con lo que vivimos, pero ya sabes, para disfrutar debes venir con tus compañeros y no faltar a nuestra cita semanal.

Un saludo compañero.

Atentamente.

 

                                                                                                              El Editor.