Vistas de página en total

jueves, 17 de noviembre de 2011

Subida a Corral de Cantos en Navahermosa

Si hombre si, esta semana también hay crónica … como no veo muchos comentarios, por no decir ninguno he dicho, ¿será que a nadie le interesa?, pero en honor a los buenos amigos-anfitriones que tuvimos tendremos crónica.
Va por ellos pues, al igual que por el amigo Largo-te que como siempre no duda en poner sus medios al servicio del Club, y de Benito como buen compañero.
El ruido de la noche cantaba que el día iba a ser complicado, pero la quedada estaba ya hacía unos días en curso; en el lugar de siempre y a la hora prevista nos juntamos los tres intrépidos (Isma se rajó a última hora), y bajo las directrices del abuelo que esta sin ganas, en pijama y abrigadito con un gabán ¾ como el de Colombo, partimos camino de Navahermosa.
Cortando trajes a diestro y siniestro en el furgón de Castellana llegamos al punto de salida, donde nos esperan los amigos Jesús, Antonio y Jorge, falta Javi que está encamao y vienen otros dos colegas que a mi forma de ver y sin desprestigiar a nadie creo que van a ser mi baza “grupo perseguidor”.
Sin más demora iniciamos el camino, dejando el Castillo a un lado y cruzando arroyos, comienza poco a poco la subida. Joder con la subida, joder con el aire, metros y más metros y yo pensando que pa’ver un corral con cantos hubiéramos sufrido menos viendo el de las gallinas de mi padre. Jorge que está más seco que los rastrojos de la zona de mi pueblo y dando a la sin hueso sube en vespino, y los demás (al menos yo) sufre que te sufre ¡qué carga de piernas! y mientras tanto Jorge raja que te raja. ¡Qué progresos los de nuestros compañeros! ¡cómo sube el Largo-te! (claro con ventaja, porque con esos pies bajan las bielas solas) ¡cómo sube Benito! (claro con ventaja, porque esta semana no está cansado, no ha lijado ni una gabarra o plataforma …yo que sé que luego se mosquea). Bueno después de un ratito, habiendo despistado al grupo perseguidor y tras la tirada a la piscina de Benito, llegamos a Corral de Cantos ¡qué vistas! Estuvimos a los pies de Cabañeros, esta vez una imagen vale más que las mil palabras que no voy a escribir para describirlo. No pudimos disfrutar arriba durante mucho tiempo de la vista ya que hacía un aire tremendo.
La bajada fue vertiginosa, con la peste de los castigados frenos llegamos a un cruce de caminos donde hicimos break (Jorge raja que te raja). Pasamos por el pueblo de los quesos, sin hacer parada, como está mandao y por trochas y rastrojos llegamos a la Milagra, avistando ya el pueblo; por el sitio más difícil (por el que no quieren ir las cabras) llegamos, y tras una pequeña visita por las calles del pueblo hasta nuestro punto de origen, la casa de Jesús, donde nos espera rabiosa la Castellana (que trilla motos como su dueño botellines).
Gran hospitalidad la de nuestros amigos que con paciencia nos enseñaron una vez más una de sus rutas con magníficos paisajes (quedan retados para una en la culona <Jorge llaneando con el Largo-te – habrá que verlo>); gracias una vez más a Jesús que con la colaboración de su mujer, su hospitalidad y después de cambiarnos haciendo honor al “lavao del gato” (o del tigre) degustamos unos quesos (que dicen estaban ricos) chorizos y otros manjares acompañados de unas cervecitas que cayeron como si del Sahara acabáramos de llegar.
En fin una más bonita en nuestro haber, repetible por supuesto y seguro que sin duda acompañados por estos buenos amigos; es fácil que para entonces se anime alguien más.
Nos vemos en las bicis, no sin recordaros una vez más …

3 comentarios:

  1. Di que si, que lo leen o dicen que lo leen y luego ni un puto comentario. A ver por partes la ruta preciosa, la compañia inmejorable (se puede mejorar siempre que salgamos más gente) y los anfitriones estupendos "el queso ni te cuento como estaba que yo si que lo probé" A y la crónica eso si que es una pasada.......SALUDOS

    ResponderEliminar
  2. Que subidon!!! Que pena que estuviera nublado porque las vistan habrían sido mucho mejores, de todos modos buen dia para la bici, los anfitriones nos van a mal acostumbrar siempre se portan(la ruta, las cervecitas, el queisito, el choricito etc..-)así da gusto. un saludo y ¡¡VAMOS MAQUINAS!!

    ResponderEliminar