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martes, 31 de julio de 2018

PUERTAS AL CAMPO!!!


Durante esta semana has sido los Rincones quienes han puesto las condiciones de salida para el fin de semana que está a punto de caer. Al final y tras llegar a consenso, hacemos un nuevo plan a última hora por la poca afluencia de personal y para que la otra ruta sea motivo de disfrute para todo aquel que en esta ocasión no ha podido asistir.

¿Dónde vamos por tanto?, veréis veréis …

Amanecía de nuevo un día más en el ya conocido por todos sitio de quedada, nuestra habitual Alameda … ya estaba el Abuelo por aquí haciendo fotos, de todo, hasta los chorros de los aspersores al amanecer.

Empiezan a llegar los integrantes de lo que va a ser una gran ruta … un ¡gran día!. Estábamos por tanto: los ya mencionados hermanos Rincones, eran unos … ¡coño que me voy por los cerros de Úbeda!, - ya quisiera yo, estar por allí ahora – en fin Phineas y Ferb, el Abuelo y el presente …

Salimos dirección la vecina Calera, el mayor de los Rincones quieres subir el mecachón al revés, y la forma es … pues la que es. Pasamos Calera y por las fincas traseras del pueblo avanzamos dirección Tórtolas, hablamos de todo, incluso de política intentando arreglar el desaguisado panorama que nos rodea … llegamos a la conclusión de que – zapatero a tus zapatos, nosotros a montar en bici que es lo que nos gusta.

Tras pasar por los caseríos de Tórtolas, esperamos en la cuneta de la vía para observar con precaución a ver si pasa algún tren … ¡y nos incorporamos!

Por esta, la ya famosa culona, nos dirigimos hasta la finca de “el arco” donde vamos a abandonar el trazado ferroviario para meternos en el verdadero berenjenal del día.

Bajamos a la carretera para cruzar el río por el único sitio que nos permite este punto, y tras coronar la parte más alta de este lado del mortirolo, nos metemos en el camino de las parcelas sur río Tajo para en breve andurrear ya por las tierras de Canturias. Esta vez no hacemos alto, que ya hace tiempo que no anda janquillo por estos lugares – parece ser que se atrevió con toda la leña de encina de esta zona – para seguir por el camino hasta que llegamos de nuevo al hito – bunker guerra – y hace un nuevo alto para observar de nuevo nuestra bélica historia reciente … bueno, aprovechamos para montar nuestra película, nuestras ametralladores y varias historias más.

Debemos continuar, estamos en plena época estival y ya vamos rondando las horas en las que Lorenzo cae del cielo dando puñetazos; además, nos quedan un par de cuestas finas que nos van a poner un buen puntito en las piernas y no nos podemos descuidar.

Dicho y hecho pues, seguimos adelante y cuando llegamos a la bifurcación donde tomamos el camino Las Herencias – Belvis de la Jara, nos damos cuenta de que ¡lo han cortado! ¡lo han alambrado!, ¿nos hemos vuelto locos? ¿quién pone puertas al campo? ¿Quién corta los caminos? … madre mía esto va a terminar siendo misión imposible … - es por ello que no podía dejar de escribir este insignificante relato –

Seguimos la ruta, ya con caras largas, para colmo, el camino empieza a estar poco andado, las zarzas empiezan a invadir y a reclamar al igual que los parceleros el camino público.

A poco empezamos a avistar Las Herencias, pero de nuevo nos complicamos la vida – que es lo que nos gusta – y tomamos la trocha que directa nos encamina a los primeros trazos de la subida del Cerro de la Mesa – el mayor de los Rincones no ha subido por esta parte y le apetece - ¡al por ella!

La subida es un tanto complicada, además de los regueros de costumbre y de su media pendiente, el camino ha sido invadido por las florecientes hiervas primaverales, y que ahora se han convertido en un molesto alto pasto e incomodos pinchos que bien se hacen notar.

En breve coronamos y … ¡de nuevo sorpresa! ¡otro camino cortado!, en lo más alto del cerro, donde pasábamos ya a la otra vertiente, han colocado un nuevo alambrado, con un “prohibido el paso finca privada” – eso ahora está de moda – y un “zona vigilada” – también se ha puesto de moda – y ¡con cámaras! … Santo Tomás parió por un deo …

Una vez todos juntos de nuevo en la parte alta vamos barajando opciones, el pequeño de los Rincones, saca su vena aventurera y nos busca un sendero, que vamos a hacer si, o si, bajo su responsabilidad … dicho y hecho.

Subimos a pie el escarpado sendero hasta tomar cota y poder de nuevo cabalgar sobre nuestros ciclos, las vistas son impresionantes, vemos toda la vega del Tajo, incluido nuestro pueblo, pasando por la vega del Guadyerbas, la del Tietar y toda la falda sur de Gredos … maravilloso, pero seguimos, bajando fuerte y temeroso hasta Santa Paula que directos nos llevará a la seca orilla del arroyo de los Frailes.

Cruzamos este debajo de la N-502 y por encima de la antigua N-502 para encaminarnos a una larga rampa que a buen ritmo nos llevará hasta la zona de “lio carteles” en las inmediaciones del Mecachon.

El Abuelo hace oídos sordos a nuestras demandas, continua dando pedales sin parar a comer el bocadillo, ¡aquello que no nos lo merecemos!, con lo agustito que estaba a la sombra de la encina que cubre los famosos carteles y el airecito que corre. Hacemos los ya tensos sube-bajas de la zona para afrontar la última fuerte – esta vez cuesta abajo – a gran velocidad. En breve, abajo, ya en la vega, ya en el regadío de la zona de Manzanas, toda la vega del Tajo, esta vez ya en nuestra mano.

Por el hormigonado camino de las graveras hacemos nuestra aproximación a Talavera, no sin que antes un bobo pero BOBO con un coche a toda velocidad – este ha confundido el camino con una autopista, menudo jilipoyas – pasa a nuestro lado y por un descuido el pequeño de los Rincones toca suelo, gracias a Dios, es solo un aviso, tocado pero no hundido.

Llegamos a Talavera y cruzamos el Tajo por el más viejo de los puentes, y por el carril bici, haciendo parada en la fuente frente a los institutos, donde cogemos agua para nuestros secos bidones, llegamos al camino que une Talavera con nuestro pueblo … bueno, y llega más allá.

A buen ritmo llegamos a nuestro pueblo, todos juntos, todos en pelotón como Dios manda, no como en aquellos tiempos en los que G.C. se adelantaba para entrar siempre el primero en todos los pueblos y dar con ello ciertas sensaciones.

Vamos de nuevo a una terracita a tomarnos una fresca que directa entra como un sablazo en nuestras piernas, recomponiendo los azúcares perdidos.

Compañeros, unas más, no faltéis, nos están poniendo puertas en el campo, puertas en los caminos, y esta breve lectura no servirá de nada si no seguimos pasando por ellos, si no nos ven trotarlos, no podemos dejarlos de lado, son el legado de cientos de años andados por ellos, no podemos abandonarlos, os espero por tanto, en esta y muchas más, no sin recordaros una vez más … AL ATAQUE!!!

 


 




https://youtu.be/4jgpaqZ03ZM

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