No está claro lo que vamos a hacer esta mañana, lo que está claro es
que falta bastante gente, somos pocos, pero bien avenidos. Ahora decidiremos. Os
cuento.
Estábamos de nuevo donde siempre …
en la alameda, no tenemos claro dónde ir, aunque conociendo al Abuelo … una de
dos, o nos lleva al pantano de Navalcan o nos lleva a la vía, vamos, que si la
vía llevara al pantano de Navalcan, no haríamos otra cosa.
Se me olvida, y no es de olvidar,
porque si salimos pocos, al menos saber quiénes somos … ya veis al menos que
estaba el Abuelo, y es que este si antes no perdonaba una salida, ahora que
tiene potra nueva, lo perdona aún menos; también estaba er Viti, que viene
desde Talavera la pequeña – aquí al lado – para acompañarnos en tan especial
ocasión – salida semanal – estaba Largo-te, y el que escribe para ustedes … yo.
En fin, salida por el cordel
camino de la vecina Calera … ya hace
fresquete, el machote de er Viti sale casi en calzoncillos – y está constipado –
otros en manga larga, otros con camiseta debajo, otros con manguitos …
¡uniformidad!, antes de llegar a los “praos” encontramos junto al desagüe un
amago de incendio que se ha cargado un montón de cañas … si esto llega a ser
junto a cierta nave de Talaverilla, ya hubiera sabido yo quién es el culpable.
En breve cogemos la vía, aquí
poco que contar, todo es andar y andar, trotar y trotar, y el culo con dolores
sin parar … hasta el viaducto, parece mentira que nos tengamos que alegrar de
que lleguen cuestas, pero con tal de salir de la dolorosa vía, se hace lo que
sea.

En breve entramos en la Nava,
esta vez no vamos a la rica Posada, nos dirigimos a la plaza – con un poco de
suerte vamos camino de la Solana (pensaba yo) – pero nada, mi gozo en un pozo
al final nos quedamos en la plaza, que por otra parte es bonita, pero además
disfrutamos de la buena compañía y de la sabiduría de un paisano que con poco
superaba ya los 75 … también disfrutamos de las viandas reponedoras que en
nuestros bolsillos llevamos para tal fin.

Después de unas ricas frutas, y
una agradable charla, llega el momento de la partida – de vuelta – no sin antes
acercarnos a un pilón a rellenar nuestros bidones de agua, que aunque sea
cuesta abajo, me da la impresión de que nos va a hacer falta, que quedan muchos
kms. hasta que lleguemos a Alberche.
Salimos discutiendo del pueblo,
el Abuelo – como no – quiere hacer la vuelta completa por la vía ¡de eso nada!
¡no jodas! ¡todo el camino por la vía! ¡vaya tortura! le contestamos el resto
al unísono … arruga la tocha y se dispone a hacer lo que manda el pelotón –
reducido pero pelotón –

La bajada … la bajada es mía,
uff, ¡que disfrute! si subimos a 5 km/h bajamos a 50 km/h ¿cómo es posible esta
desproporcionalidad?, más bien, es posible, en tanto en cuanto la inclinación del
camino positiva o negativa, el peso del ciclista y su bicicleta, la velocidad
del viento, la limpieza del camino … bueno, vamos a dejar las matemáticas para
otro momento. Fuerte bajada, tipo cohete, en una lateral cuneta Largo-te
grabando un vídeo y sujetando a un cuatro ruedas para que no lie alguna
zacatua.
Tras la bajada, viene el falso
llano, que ahora pica un pelín hacia abajo, dejándonos caer hacemos de nuevo
grupo, y en cierta ocasión mirando hacia atrás … ¡madre mía! viene la
locomotora del A.V.E. a 300 km/h, mínimo, los delanteros intentamos adaptar por
el carril de aceleración la velocidad a la vía a la que nos vamos a incorporar,
menos mal que iban las ventanillas cerradas cuando nos adelantó ¡increíble! ¿cómo
es posible que una bicicleta alcance esa velocidad?, ojo, ¡por caminos!
Mientras el camino era bueno,
todo iba bien, pero entramos en la parte divertida, la velocidad era vertiginosa,
brincos, baches, piedras, ramas, todo ello a velocidad de escándalo, de la que
divierte, hasta que llegamos al puente de las cadenas e hicimos de nuevo piña.
A poco, de nuevo Aldeanueva, en
este punto hay bifurcación, unos tomaron la ansiada vía, y otros bajaron hasta
el viaducto por la no menos divertida cuesta-abajo … en breve de nuevo vía y de
nuevo piña.
Poco más que contar, excepto que
llegamos felizmente al pueblo, que nos hermanamos si cabe aún más compartiendo
unas gordas como Dios manda juntos y contando las anécdotas de la buena ruta que
acabábamos de disfrutar.
Supongo que en breve más y mejor,
y como no, sin parar de divertirnos; si queréis seguir pasando estas buenas
jornadas no dudéis en agregaros … me despido compañeros, no sin recordaros una
vez más …
AL ATAQUE!!!
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