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martes, 16 de julio de 2013

El Pastizal


Después de guasear durante los días previos, salimos con firme decisión buscando nuestra nueva aventura; temprano estaba la blanca paloma pulcra en su despertar y CASI limpia después de no haber salido desde Guadalupe, las inmaculadas ruedas y su pringosa torreznal cadena hacían presagiar el hambre de guerra que se mascaba en el ambiente. Salió el Abuelo tras dos horas dormidas bomba en mano para lo que todos ya hacemos “como norma general”, cualquier día empezamos a desayunar ya en su casa, también como norma general.

Reunidos todos y con aires ya insuflados, estábamos nada más y nada menos, que el Presi, el Abuelo, Blanca Paloma, Benito, los hermanos más Largos (Largo-te y Cuerpo <MoviLine>), el mayor de los Rincones pantera rosa en mano, PoCholo, Meji-Jones y el presente, dispuestos todos a salir. ¡Alto! Dice el Largo, llamada de última hora, ya casi arrancando los motores er Viti dice que se incorpora, levantamos la mirada hacia el nacimiento del sol, y vemos por el cordel acercarse una polvareda como si de una estampida de 500 búfalos en el salvaje oeste americano se tratara. Llega er Viti, con su recién estrenada 29 ¡qué maravilla! ¡qué máquina! ¡oh Dios mío la que nos espera!

Salimos por el cordel no sin antes pasar por la churrera puerta del perenne Sarte y por el gran zoco de nuestra cincuentona población buscando la vecina “gri gri” donde cogeremos la culona dirección Aldeanueva. Tirantito fue el ritmo impuesto por From digo el Largo, llegando a la población tratando de probar el alcance de la 29 que de cerca le seguía; pitidos a lo lejos como casi de un incendio se tratara suena el avisador del presi – hasta aquí hoy … mañana – menos.

Nos divorciamos de la pesada culona buscando nuevas direcciones, y por los caminos señalizados para la ejecución por etapas de la gran ruta “camino natural del Tajo” avanzamos a gran velocidad cuando se nos permite, ya que también atravesamos peligrosas bajadas donde los frenos del quard silban al viento como un pastor a sus ovejas a punto de saltar la linde, atravesamos también cañadas, dignas solo ellas de los cuadrúpedos puercos que en ellas habitan y que tan solo ellos perseguidos por los ojos negros se aventuran a cruzar flanqueadas ellas por esos muros zarciles  que tan fielmente las defienden.

¡Grande era la velocidad!, tanto fue así, que hasta el GPS se perdió, y llegamos por casualidad a una venta abandonada donde aprovechando el momento de orientación el gran Rincón ya sacó su pantera rosa ansiosa por salir del bolsillo. Mientras los gastadores trataron de buscar alternativa (sin éxito), er Viti que había pinchado la exagerada rosca y un servidor trataron de solventar el problema (que barbaridad de rueda, parecía el volante de un Pegaso Comet.

Marcha atrás por tanto y a busca señalización, ¡joder a esa velocidad nos la saltamos! Igual que nos hubiera saltado el radar, en fin …; entre alambradas curiosamente de color azul conseguimos llegar a la calzada romana que en otra época habíamos recorrido. Cabe señalar y recalcar, que en otra época fue, para que los que la recorrieron por primera vez no se decepcionen – este es uno de los paisajes para recorrer en su momento. La calzada se encontraba llena de pasto, y no dejaba apenas ver ninguna de su ya mal colocadas piedras, tanto fue así, que el abuelo que seguía a Blanca Paloma se cayó – como siempre por la inseguridad de su predecesor (otro culote roto) – al final, y como estaba previsto tocamos asfalto; momento justo en que una formación Alcaudeteña (no tan grande y profesional como la nuestra) subía a medio hervor (casi sin cocer) la asfaltada cuesta, sin buscar una  aventura igual que la nuestra – ellos se lo pierden.

Por la road asfaltada llegamos a la impresionante puerta que sujeta los caballos con presión del long Tajo y a lomos de nuestras burras lo atravesamos. Siguen los caminos, siguen las sendas casi perdidas, puertas (Julián 5 horas), y ya a lo lejos vemos la torre (similar a la nuestra), del pequeño Bercial.

¡Curva a la derecha! Blanca Paloma en su primera salida pierde su virginidad ¡y no se lo esperaba!, pataleo, berrinche, lágrimas … ¡qué dolor! Ya no pasará la prueba del pañuelo calé antes de su gran día, en fin … a remangarse ¡pero su dueño!

-          ¿de dónde tiro?

-          ¿qué cojo?

-          ¿alguien tiene cámara?

-          ¿alguien tiene infla?

Pero

-          ¿tienes tu algo?

Aprovechamos el momento en tan distinguido paraje para hacer nuestro break, también y aprovechando una vez más que tenemos agua corriente, nos lavamos, hacemos ducha conjunta y baño chueco.

Hora de montar ¡la rueda!

-          ¿Dónde pongo esto?

-          ¿cómo se infla?

-          ¿y la cadena, como se coloca?

-          ¡Coño que esto no es una cadena, que parece una sartén!

En fin hora de montar, y esta vez si nuestras burras, dejamos atrás al ermitaño que con tanta sabiduría y rebosante salud a base de celtas cortos nos ha deleitado, pues sintiéndolo mucho debemos seguir nuestro camino. Camino que se verá recortado, por factores tales como, las pérdidas, las averías, y el calor …

Entramos como un  gran pelotón en la pequeña pero acogedora población de el Bercial, que en un momento vio triplicada su población, acopio de agua, y adelante, no sin antes observar al apañado albañil que con todos los medios de seguridad instalaba una casa en una rejilla …

Por el asfalto y oliendo a embrague alcanzamos el punto donde Blanca Paloma hace su descarte, punto justo donde comienza la prueba definitiva (banco de pruebas) de la nueva 29 que a más de uno sin aliento y sin fuerzas nos dejará … ¡buena moto!, comprobado.

Ya en tierras – gri gri – agrupamos el roto pelotón y sin prisa, pero sin pausa vamos dirigiéndonos a nuestra querida población, donde en el abrevadero en el que nos esperan el bien hallado Torres y Blanca Paloma (que acaba de llegar – ¡si se descuida! …), calmaremos la sed que nos demandan nuestras agotadas gargantas castigadas por el increíble polvo de la magnífica ruta que acabamos de recorrer.

La semana que viene hacemos una de gatos pardos, y luego haremos la fiesta de la espuma (de la cerveza) hasta que el cuerpo aguante.

Os espero en esta y muchas más, no sin recordaros una vez más …

AL ATAQUE!!!

3 comentarios:

  1. Que maquina el salta alambres, buena crónica y buena batalla la del sábado, no va mal la 29"jejeje. Y el pinchazos otra maquina vaya un cagalastimas que esta echo, zurrao pinchao y apaleao, pero en la playa. La ruta esta bien el trozo de la calzada habrá que hacerle en otro tiempo.
    Chavales muy bien, muy bien como sufrimos pero como disfrutamos y el sábado mas disfrute con la nocturna y luego de furriona. Saludos y ¡¡dale a los pedales!!

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  2. Ya que leeis la crónica, escribir un comentario aunque sea breve. El editor dedica su tiempo(poco o mucho) pero todas las semanas se toma la molestia de editar. Un saludo

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  3. Que pasa por aquí! Ruta breve pero intensa, vaya estreno de la 29". Aunque mejor estreno las nuevas gomas blancas de Pacopin no sabe otra cosa mas que pinchar y protestar, vaya tio! (me siento en la acequia) que sera lo proximo "ruedas macizas" vaya tio cenizo!
    Que calzada! Mas que calzada parecia un pedregal, ruta para repetir pero con otro tiempo porque seguro que cambia la cosa y merece la pena.
    Y ahora a preparar esa nocturna, haber donde acabamos!

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